CIUDAD DEL VATICANO, 21 FEB 2003 (VIS) - Se ha publicado hoy el mensaje de Juan Pablo II para la Jornada Mundial de las Misiones 2003. El mensaje, dedicado a "María y la misión de la Iglesia en el Año del Rosario", está disponible en español, francés, inglés, e italiano y lleva fecha de 12 de enero 2003, Bautismo de Nuestro Señor. Siguen extractos:
"Desde el inicio, quise poner mi pontificado bajo el signo de la especial protección de María. En diversas ocasiones he invitado a toda la comunidad de los creyentes a revivir la experiencia del Cenáculo, donde los discípulos 'perseveraban en la oración, con un mismo espíritu, en compañía de (...) María, la madre de Jesús'".
"La Iglesia toma cada vez mayor conciencia de que es 'madre' como María. Ella es 'la cuna -afirmé en la bula Incarnationis mysterium, con ocasión del Gran Jubileo del año 2000- en la que María coloca a Jesús y lo entrega a la adoración y contemplación de todos los pueblos'".
"'María y la misión de la Iglesia en el Año del Rosario'.En octubre del año pasado, al entrar en el vigésimo quinto año de mi ministerio petrino, como prolongación ideal del Año jubilar, convoqué un Año especial dedicado al redescubrimiento de la oración del Rosario, tan querida en la tradición cristiana; un año que se debe vivir bajo la mirada de María, la cual, según el misterioso designio divino, con su 'sí' hizo posible la salvación de la humanidad y desde el cielo sigue protegiendo a los que acuden a ella especialmente en los momentos difíciles de la existencia".
"En la escuela de la Virgen y siguiendo su ejemplo, toda comunidad podrá cultivar mejor su dimensión 'contemplativa' y 'misionera'".
"La Jornada Mundial de las Misiones, que se celebra precisamente al final de este particular Año mariano, si se prepara bien, podrá dar un impulso más generoso a este compromiso de la comunidad eclesial. El recurso confiado a María con el rezo diario del Rosario y la meditación de los misterios de la vida de Cristo pondr n de relieve que la misión de la Iglesia se debe sostener, ante todo, con la oración".
"'Iglesia más contemplativa: el Rostro de Jesús contemplado'. Contemplar el rostro de Cristo lleva a un conocimiento profundo y comprometedor de su misterio. Contemplar a Jesús con los ojos de la fe impulsa a penetrar en el misterio de Dios-Trinidad. Dice Jesús: 'El que me ha visto a mí, ha visto al Padre'. Con el Rosario nos encaminamos por este itinerario místico 'en compañía y a ejemplo de su santísima Madre'. M s aún, María misma se convierte en nuestra maestra y guía". "¡Contemplemos siempre a María, modelo insuperable! En su espíritu todas las palabras del Evangelio encuentran un eco extraordinario. María es la 'memoria' contemplativa de la Iglesia, que vive con el deseo de unirse más profundamente a su Esposo para influir aún más en nuestra sociedad. ¿Cómo reaccionar ante los grandes problemas, ante el dolor inocente y ante las injusticias perpetradas con arrogante insolencia? Siguiendo dócilmente el ejemplo de María, que es nuestra Madre, los creyentes aprenden a reconocer en el aparente 'silencio de Dios' la Palabra que resuena en el silencio por nuestra salvación".
"'Iglesia más santa: el Rostro de Cristo imitado y amado'.Todos los creyentes están llamados, por el bautismo, a la santidad (...) Santidad y misión son aspectos inseparables de la vocación de todo bautizado. El esfuerzo por llegar a ser más santos está estrechamente vinculado al de difundir el mensaje de la salvación".
"Si todos los misterios del Rosario constituyen una significativa escuela de santidad y de evangelización, los misterios de luz ponen de relieve aspectos singulares de nuestro 'seguimiento' evangélico. El Bautismo de Jesús en el Jordán recuerda que todo bautizado es elegido para llegar a ser en Cristo 'hijo en el Hijo'. En las bodas de Can , María invita a la escucha obediente de la palabra del Señor: 'Haced lo que él os diga'. El anuncio del Reino y la invitación a la conversión son una clara consigna para todos a emprender el camino de la santidad. En la Transfiguración de Jesús, el bautizado experimenta la alegría que le espera. Al meditar en la institución de la Eucaristía, vuelve repetidamente al Cenáculo, donde el Maestro divino dejó a sus discípulos el tesoro más precioso: él mismo en el Sacramento del altar".
"'Iglesia más misionera: el Rostro de Cristo anunciado'. En ninguna época la Iglesia ha tenido tantas posibilidades de anunciar a Jesús como hoy, gracias al desarrollo de los medios de comunicación social. Precisamente por esto, la Iglesia está llamada a reflejar el Rostro de su Esposo con una santidad más resplandeciente".
"Bajo la mirada vigilante de la Madre, la comunidad eclesial crece como una familia renovada por la fuerte efusión del Espíritu y, dispuesta a aceptar los desafíos de la nueva evangelización, contempla el rostro misericordioso de Jesús en los hermanos, especialmente en los pobres y necesitados, en los alejados de la fe y del Evangelio".
"Urge preparar evangelizadores competentes y santos; es necesario que no decaiga el fervor en los apóstoles, especialmente para la misión 'ad gentes'. El Rosario, si se redescubre y valora plenamente, presta una ayuda espiritual y pedagógica ordinaria y fecunda para formar al pueblo de Dios a trabajar en el vasto campo de la acción apostólica".
"'Una valiosa consigna'. La tarea de la animación misionera debe seguir siendo un compromiso serio y coherente de todo bautizado y de toda comunidad eclesial. Una función más específica y peculiar compete, ciertamente, a las Obras Misionales Pontificias, a las que expreso mi gratitud por todo lo que generosamente están llevando a cabo".
"A todos quisiera sugerir que intensifiquen el rezo del santo Rosario, de forma individual y comunitaria, para obtener del Señor las gracias que la Iglesia y la humanidad más necesitan. Mi invitación se dirige a todos: niños y adultos, jóvenes y ancianos, familias, parroquias y comunidades religiosas".
"Entre las numerosas intenciones, no quisiera olvidar la de la paz. La guerra y la injusticia tienen su origen en el corazón 'dividido'. 'Quien interioriza el misterio de Cristo 'y el Rosario tiende precisamente a eso' aprende el secreto de la paz y hace de él un proyecto de vida'".
MESS;JORNADA MUNDIAL MISIONES;...;...;VIS;20030221;1050;