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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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miércoles, 30 de junio de 2004

OTROS ACTOS PONTIFICIOS


CIUDAD DEL VATICANO, 30 JUN 2004 (VIS). - El Santo Padre nombró:

- Don Norbert José Henri Turini, obispo de Cahors (superficie 5.228, población 160.124, católicos 142.900, sacerdotes 93, religiosos 102, diáconos permanentes 5) en Francia. El obispo electo nació en 1954 en Cannes (Francia), fue ordenado sacerdote en 1982 y hasta ahora era vicario general de la diócesis de Niza (Francia).

- Arzobispo Héctor Cubillos, hasta ahora de Bucaramanga (Colombia), obispo de Zipaquirá (superficie 7.163. población 548.000, católicos 544.300, sacerdotes 129, religiosos 341) en Colombia.

- Padre Juan Vicente Córdoba Villota S.I., obispo auxiliar de Bucaramanga (superficie 5.397, población 1.176.660, católicos 1.149.284, sacerdotes 215, religiosos 200, diáconos permanentes 20) en Colombia. El obispo electo nació en 1951 en Quito (Ecuador), fue ordenado sacerdote en 11979 y hasta ahora era decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Pontificia Javeriana de Bogotá.

- Don Pascal Delannoy, obispo auxiliar de Lilla (superficie 2.288, población 1.558.000, católicos 1.060.000, sacerdotes 637, religiosos 1.048, diáconos permanentes 55) en Francia. El obispo electo nació en 19957 en Comines (Bélgica) en 1957, fue ordenado sacerdote en 1989 y hasta ahora era vicario episcopal  en la misma diócesis.
NER:NEA/.../...                                               VIS 20040630 (200)

EL RITO DEL PALIO, SIGNO DE LA CATOLICIDAD DE LA IGLESIA


CIUDAD DEL VATICANO, 30 JUN 2004 (VIS).-La audiencia general de este miércoles, que tuvo lugar en la Plaza de San Pedro, fue la última que celebra el Santo Padre antes de su breve período de vacaciones en la montaña (5-17 de julio). En ella participaron, entre otros, los arzobispos metropolitanos que ayer recibieron el palio, junto a sus familiares.

  El Papa recordó que ayer celebramos la solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, tan venerados en Roma, "donde sellaron con la sangre su admirable testimonio de amor al Señor". En la liturgia eucarística, dijo, participó el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, para conmemorar "los cuarenta años del histórico encuentro y abrazo" entre Pablo VI y el Patriarca Atenágoras I en Jerusalén.

  En dicha celebración, continuó, recibieron el palio 44 arzobispos metropolitanos nombrados el año pasado. Este "particular ornamento litúrgico", constituido por una estola de lana blanca que se lleva alrededor del cuello, manifiesta "la comunión con el Obispo de Roma".

  Juan Pablo II dijo que el signo del palio "expresa el principio fundamental de comunión que da forma a la vida eclesial en todos sus aspectos; recuerda que esta comunión es orgánica y jerárquica; manifiesta que la Iglesia, por ser una, necesita del servicio peculiar de la Iglesia de Roma y de su Obispo, Cabeza del Colegio episcopal". El rito del palio, añadió, también pone de relieve "la catolicidad de la Iglesia", enviada "por Cristo para anunciar el Evangelio a todas las naciones y para servir a la humanidad".

  El Papa terminó invitando a los fieles que acompañaban a los metropolitanos a "permanecer unidos a ellos y a rezar por la misión pastoral que tienen encomendada. También pienso en los ocho metropolitanos que no están presentes y que recibirán el palio en sus sedes".
AG/METROPOLITANOS/...                            VIS 20040630 (290)

JUAN PABLO II: CREER EN CRISTO SIGNIFICA QUERER LA UNIDAD


CIUDAD DEL VATICANO, 29 JUN 2004 (VIS).-Hoy, solemnidad de San Pedro y San Pablo, Apóstoles, Juan Pablo II celebró misa a las 18,00 en la Plaza de San Pedro en presencia del patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, y bendijo e impuso el palio a 44 arzobispos metropolitanos de diversas partes del mundo. El Papa y el Patriarca pronunciaron homilías tras la lectura del Evangelio en latín y griego y después rezaron el credo niceno-constantinopolitano en griego, siguiendo la costumbre litúrgica de las iglesias bizantinas.

  El Patriarca Bartolomé habló en su homilía, presentada por Juan Pablo II, de los progresos obtenidos en las cuatro décadas transcurridas tras el abrazo entre Pablo VI y el Patriarca Atenagóras, y agregó que no ha sido posible "eliminar en cuarenta años las contraposiciones acumuladas durante más de novecientos años (...) También nosotros esperamos que lo que hasta hoy no ha sido posible se consiga en el futuro y, esperamos, en un futuro próximo. Quizás será un futuro lejano, pero nuestra espera y nuestro amor no están sometidos a breves límites temporales. Nuestra presencia hoy y aquí expresa con toda evidencia nuestro sincero deseo de eliminar todos los obstáculos eclesiales que no sean dogmáticos o esenciales, para que nuestro interés se concentre en el estudio de las diferencias esenciales y de las verdades dogmáticas que hasta ahora dividen a nuestras Iglesias, como también sobre la forma de vivir la verdad cristiana de la Iglesia unida".

  La unidad de las Iglesias, prosiguió, no es comparable a la unidad de los Estados, sino "una búsqueda espiritual cuyo objetivo es vivir juntos  la comunión espiritual con la persona de Nuestro Señor Jesucristo (...) En este delicado esfuerzo espiritual brotan dificultades debidas al hecho de que la mayor parte de nosotros, como seres humanos, presentamos a menudo nuestras propias posiciones, opiniones y juicios como si fueran expresión de la mente, del amor y en general, del espíritu de Cristo. Ya que esas opiniones y juicios personales no coinciden ni entre ellas, ni con lo vivido por Cristo, surgen discordias". Tenemos que buscar, concluyó, no solamente la unión exterior, sino la unión del espíritu, en el espíritu de Cristo

  Juan Pablo II dedicó su homilía a la unidad de los cristianos y recordó que la presencia del patriarca Bartolomé I en la liturgia vespertina conmemoraba el 40 aniversario del "abrazo fraternal" de Pablo VI y el entonces patriarca Atenágoras I en 1964. Ese encuentro, dijo el Papa, "no puede ser sólo un recuerdo. Es un reto para nosotros. Nos indica el camino del descubrimiento y la reconciliación recíprocos".

  Después, citando su encíclica "Ut unum sint" de 1995, el Santo Padre afirmó: "'Creer en Cristo significa querer la unidad; querer la unidad significa querer la Iglesia; querer la Iglesia significa querer la comunión de gracia que corresponde al designio del Padre desde toda la eternidad'. Este es el significado de la oración de Cristo 'Ut unum sint'". El compromiso de comunión, agregó, "no es una vaga relación de buena vecindad, sino del lazo indisoluble de la fe teologal por el que estamos destinados no a  la separación sino a la comunión".

  "Todo aquello que en el curso de la historia ha roto nuestro vínculo de unidad en Cristo, hoy lo vivimos con dolor. En esta óptica, nuestro encuentro no es solo un gesto de cortesía sino una respuesta al mandato del Señor (...) La Iglesia de Roma se ha encaminado con voluntad firme y gran sinceridad por la senda  de la reconciliación plena mediante iniciativas que se han revelado, de vez en vez, posibles y útiles (...) Sabemos que la unidad que buscamos es ante todo un don de Dios (...) pero que lograr su realización también depende de nosotros".

  El Santo Padre dijo al Patriarca Bartolomé: "En el camino de la unidad me he dejado guiar siempre, como brújula segura, por la enseñanza del Concilio Vaticano II (...) Hoy reafirmo que el compromiso asumido por la Iglesia Católica con el Concilio Vaticano II es irrevocable. No se puede renunciar a él".

  Al final, Juan Pablo II se dirigió a los arzobispos que iban a recibir el palio con estas palabras: "Es un signo de  la comunión que os une de forma especial con el testimonio apostólico de Pedro y Pablo. Os liga al obispo de Roma, sucesor de Pedro, llamado a llevar a cabo un servicio eclesial peculiar respecto al entero colegio episcopal".
HML/PALIO:PATRIARCA BARTOLOME/...                 VIS 20040630 (730)

AVANZAR EN EL DIALOGO ENTRE CATOLICOS Y ORTODOXOS


CIUDAD DEL VATICANO, 29 JUN 2004 (VIS).-A las 11,00, el Papa recibió en audiencia a Su Santidad Bartolomé I, patriarca ecuménico de Constantinopla, acompañado por su séquito, con ocasión del 40 aniversario del histórico abrazo que Pablo VI y el Patriarca Atenágoras I se intercambiaron en Jerusalén en enero de 1964.

  Juan Pablo II refiriéndose al "bendito encuentro" de hace cuarenta años" entre el Papa Pablo VI y el Patriarca Atenágoras I, exclamó: "¡Qué providencial fue para la vida de la Iglesia aquel encuentro, valiente y gozoso al mismo tiempo! Impulsados por la confianza y por el amor a Dios, nuestros iluminados predecesores supieron superar prejuicios e incomprensiones seculares y ofrecieron un ejemplo admirable de pastores y guías del Pueblo de Dios. Al  volver a descubrirse hermanos, advirtieron un sentimiento de profunda alegría que les llevó a retomar con confianza las relaciones entre la Iglesia de Roma y la Iglesia de Constantinopla. ¡Que Dios les recompense en su Reino!".

  Tras poner de relieve que en estos cuarenta años las dos Iglesias "han vivido ocasiones importantes de contacto que han favorecido el espíritu de reconciliación recíproca", el Santo Padre afirmó que "ciertamente han pesado los recuerdos de dolorosos sucesos de la historia pasada", como en abril de 1204, cuando "un ejército que partió para recuperar Tierra Santa para la cristiandad se dirigió a Constantinopla para tomarla y saquearla, derramando la sangre de los hermanos en la fe. ¿Cómo no compartir, ocho siglos después, también nosotros la indignación y el dolor que manifestó inmediatamente el Papa Inocencio III por lo que había ocurrido? (...) Oremos, por lo tanto, juntos para que el Señor de la historia purifique nuestra memoria de todo prejuicio y resentimiento, y nos conceda avanzar libremente en el camino de la unidad".

  "A esto nos invita también el ejemplo que nos han dejado el Patriarca Atenágoras I y el Papa Pablo VI. Que el recuerdo de aquel encuentro sea un paso adelante en el diálogo y en la consolidación de las mutuas relaciones fraternas. El diálogo teológico, a través de la 'Comisión mixta', sigue siendo un instrumento importante. Por eso, deseo que se relance cuanto antes. Estoy convencido, de hecho, de tal urgencia y tanto yo como mis colaboradores pondremos todos los medios para que se alimente el espíritu de acogida y comprensión recíproca, en fidelidad al Evangelio y a la Tradición apostólica común".

  Después del encuentro con el patriarca, Juan Pablo II se asomó a la ventana de su estudio privado para rezar del Angelus junto a miles de personas congregadas en la plaza de San Pedro.

  El Papa recordó que hoy se celebra la fiesta de los santos Apóstoles Pedro y Pablo: "del pescador de Galilea, que primero profesó la fe en Cristo; del maestro y doctor, que anunció la salvación a las gentes. Por voluntad de la Providencia divina, ambos vinieron a Roma, donde sufrieron el martirio en el curso de pocos años. Desde entonces la ciudad, que era la capital de un gran imperio, fue llamada a una gloria bien distinta: acoger la Sede Apostólica, que preside la misión universal de la Iglesia de difundir en el mundo el Evangelio de Cristo, Redentor del hombre y de la historia".

  "A los dos insignes patronos confío de forma especial la amada diócesis de Roma, así como la comunidad civil capitolina. Invocando su intercesión junto a la de María Santísima, 'Salus populi romani', oremos para que cada hombre y cada mujer acoja el mensaje de amor por el que Pedro y Pablo sufrieron el martirio".
AC/BARTOLOME I/...                             VIS 20040630 (600)

IRAK: QUE SE CUMPLA ESPERANZA DE PAZ, LIBERTAD Y PROSPERIDAD


CIUDAD DEL VATICANO, 28 JUN 2004 (VIS).-Sigue el telegrama enviado en nombre de Juan Pablo, por  el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, al presidente de Irak, Ghazi Ajeel Al-Yawar:

  "Con la feliz ocasión de la transferencia de poderes al gobierno transitorio de Irak, el Santo Padre le envía sus más cordiales saludos, así como a los ciudadanos iraquíes. Reza para que, al mismo tiempo que se abre un nuevo capítulo en la vida de la nación, se cumplan las esperanzas de paz, libertad y prosperidad del pueblo iraquí. Su Santidad siempre se ha interesado profundamente por el pueblo de Irak que tanto sufre y le ha  expresado su solidaridad en tantas ocasiones, también a través de la presencia constante de su representante personal, el Nuncio Apostólico. Ahora, cuando usted acepta el cargo de presidente, la Iglesia Católica le ofrece todo su apoyo y aliento en  la tarea de construir un nuevo Irak. Su noble país, cuna de Abraham, es ahora cuna de una rica variedad de tradiciones de fe. El Santo Padre confía en que todos los grupos religiosos puedan expresarse y jueguen la parte que les corresponde para forjar una nueva sociedad, comprometida con la verdadera libertad de conciencia, la justicia para todos y el diálogo pacífico. El Santo Padre asegura sus oraciones a usted y al pueblo iraquí e invoca las copiosas bendiciones del Todopoderoso".

  Análogos mensajes han sido enviados por el cardenal Sodano al primer ministro de Irak, Yyad Allawi  y por el arzobispo Giovanni Lajolo, secretario para las Relaciones con los Estados, a Hoshyar Zebari, ministro de Exteriores de Irak.
TGR/GOBIERNO TRANSITORIO:IRAK/SODANO           VIS 20040630 (290)

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