Ciudad
del Vaticano, 6 octubre 2014
(VIS).-La Relación previa a la discusión, presentada esta mañana
por el cardenal Peter Erdo, Relator General, introduce los trabajos
del Sínodo, destacando los puntos principales sobre los que se
desarrollará la discusión en el aula. En este sentido, es
importante destacar un nuevo elemento: La Relación de esta asamblea
sinodal ya incluye las intervenciones escritas de los Padres
Sinodales , enviadas a la Secretaría general del Sínodo antes del
inicio de los trabajos comienza. Todo esto con el fin de responder
mejor al sentido colegial de la asamblea.
En
primer lugar, la relación del cardenal Erdö nos invita a mirar a la
familia con esperanza y misericordia, anunciando su valor y su
belleza, ya que, a pesar de las muchas dificultades, no es un "modelo
fuera de curso". Vivimos en un mundo solamente de emociones,
dice el cardenal, en el que la vida "no es un proyecto, sino una
serie de momentos" y "el compromiso estable parece temible"
para el ser humano al que el individualismo ha hecho muy frágil.
Pero es precisamente aquí, frente a estos "signos de los
tiempos" que el evangelio de la familia se presenta como un
"remedio", una "verdad medicinal" ,que hay que
proponer ''poniéndose en el lugar de aquellos a quienes más “les
cuesta” reconocerla como tal y vivirla''.
No,
por lo tanto, al "catastrofismo o a la abdicación" dentro
de la Iglesia: ''Existe un patrimonio de fe claro y ampliamente
compartido''. Por ejemplo, las formas ideológicas tales como la
teoría del gender o la equiparación de las uniones homosexuales con
el matrimonio entre hombre y mujer no gozan de consenso entre la
gran mayoría de los católicos, mientras que el matrimonio y la
familia siguen considerándose ampliamente vistos como un
''patrimonio'' de la humanidad, que se debe proteger, promover y
defender. Ciertamente, entre los creyentes, la doctrina es a menudo
poco conocido o practicada, pero "esto no significa que se ponga
en tela de juicio". Esto vale, en particular, por lo que se
refiere a la indisolubilidad del matrimonio y su sacramentalidad
entre los bautizados. No se cuestiona la doctrina de la
indisolubilidad del matrimonio en cuanto tal, es más, queda
incontestada y en gran parte es observada en la praxis pastoral de la
Iglesia con las personas que han fracasado en su matrimonio y que
buscan un nuevo inicio. Por tanto, en este Sínodo no se discute
sobre las cuestiones doctrinales, sino sobre las cuestiones prácticas
—inseparables, por otro lado, de las verdades de la fe—, de
naturaleza exquisitamente pastoral.
De
ahí, la necesidad de una mayor formación, especialmente para los
novios, para que sean plenamente conscientes tanto de la dignidad
sacramental del matrimonio, basado en la "unicidad, fidelidad y
fecundidad", tanto de su ser "una institución de la
sociedad." Aunque amenazado por "factores disgregadores",
tales como el divorcio, el aborto, la violencia, la pobreza, el
abuso, "la pesadilla" de la precariedad, el desequilibrio
causado por las migraciones- explica el cardenal Erdö- la familia es
siempre una "escuela de humanidad": ''La familia es casi la
última realidad humana acogedora en un mundo determinado casi
exclusivamente por las finanzas y la tecnología. Una nueva cultura
de la familia puede ser el punto de partida para una renovada
civilización humana''.
Por
eso, prosigue el purpurado, la Iglesia sostiene a la familia
concretamente, incluso si dicha ayuda ''no puede prescindir de un
compromiso eficaz de los Estados'' en la tutela y promoción del
bien común, mediante políticas adecuadas.
Mirando,
más tarde, a los que viven en situaciones maritales difíciles, el
cardenal Erdö hace hincapié en que la iglesia es una "casa
paterna" para ellos y con ellos es necesaria ''una acción de
pastoral familiar renovada y adecuada'' sobre todo para que se
sientan amados por Dios y por la comunidad eclesial, en una
perspectiva misericordiosa que no cancele sin embargo, "la
verdad y la justicia". La misericordia, por tanto, tampoco anula
los compromisos que nacen de las exigencias del vínculo matrimonial.
Éstos siguen subsistiendo incluso cuando el amor humano se ha
debilitado o ha cesado. Esto significa que, en el caso de un
matrimonio sacramental (consumado), después de un divorcio, mientras
el primer cónyuge siga con vida, no es posible un segundo matrimonio
reconocido por la Iglesia''.
Por
otra parte, dada la diversidad de situaciones - divorcio, matrimonio
civil, convivencia - el cardenal Erdö destaca la necesidad de
"directrices claras" para que los pastores de las
comunidades locales puedan ayudar concretamente a las parejas en
problemas, evitando las improvisaciones de una “pastoral casera”.
En cuanto a la divorciados vueltos a casar civilmente, el cardenal
subraya que crearía confusión ''concentrarse sólo en la cuestión
de la recepción de los sacramentos'': es necesario, en cambio mirar
a un contexto más amplio, de preparación al matrimonio y de ayuda-
no burocrática, sino pastoral- a los cónyuges para ayudarles a
entender las razones del fracaso del primer matrimonio, y identificar
elementos útiles para la invalidez: ''Hay que tener en cuenta la
diferencia entre quien culpablemente ha roto un matrimonio y quien ha
sido abandonado. La pastoral de la Iglesia debería hacerse cargo de
estas personas de modo particular''.
No
sólo: teniendo en cuenta la escasa conciencia que existe hoy del
sacramento del matrimonio y la difusión de la mentalidad partidaria
del divorcio, ''no parece imprudente'', considerar que no pocos
matrimonios celebrados en la Iglesia pueden resultar no válidos. De
ahí, la sugerencia, contenida en la Relación, - de reconsiderar, en
primer lugar, la obligatoriedad de la doble sentencia conforme a la
declaración de nulidad del vínculo matrimonial siempre y cuando se
eviten ''el mecanicismo y la impresión de la concesión de un
divorcio'' o "soluciones injustas y escandalosas". En este
ámbito, dice el purpurado, es necesario examinar más en
profundidad la praxis de algunas de las Iglesias ortodoxas, que prevé
la posibilidad de segundas nupcias y terceras connotadas por un
carácter penitencial.
En
la última parte, el documento del cardenal Erdö se centra en el
Evangelio de la vida: la existencia va desde la concepción hasta la
muerte natural, destaca el Relator de la Asamblea y la apertura a la
vida es "una parte esencial, una exigencia intrínseca" del
amor conyugal, mientras que hoy en día, sobre todo en Occidente ,
las parejas que eligen deliberadamente no tener hijos, o las que
hacen de todo por tenerlos se ven aplastadas por la propia capacidad
de autodeterminación: La acogida de la vida, el asumirse
responsabilidades en orden a la generación de la vida y al cuidado
que ésta requiere, sólo es posible si la familia no se concibe como
un fragmento aislado, sino que se percibe insertada en una trama de
relaciones...Es cada vez más importante no dejar a la familia o a
las familias solas, sino acompañar y sostener su camino...Detrás de
las tragedias familiares con mucha frecuencia hay una desesperada
soledad, un grito de sufrimiento que nadie ha sabido escuchar.
Es
importante, por lo tanto, "recuperar el sentido de una
solidaridad difusa y concreta''
superar la "privatización de los afectos"
que vacía de sentido a la familia y la confía a la decisión del
individuo; es necesario crear en el plano institucional, las
condiciones que facilitan la acogida de un niño y la asistencia a un
anciano, como ''un bien social que hay tutelar y favorecer''. Por su
parte, la Iglesia debe cuidara de modo particular la educación de la
afectividad y de la sexualidad, explicando su valor y evitando la
"banalización y la superficialidad''.
En
conclusión, afirma el cardenal Erdo, el desafío del Sínodo es
lograr proponer ''más allá del círculo de los católicos
practicantes y, considerando la situación compleja de la sociedad'',
el ''atractivo'' del mensaje cristiano respecto al matrimonio y la
familia, dando ' respuestas verdaderas e impregnadas de
caridad''.Porque ''el mundo necesita a Cristo''.
Para
leer el documento completo en español ir a la siguiente dirección:
http://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2014/10/06/0712/03003.html