CIUDAD DEL VATICANO, 6 MAR 2008 (VIS).-Benedicto XVI recibió hoy en el Vaticano a los prelados de la Conferencia Episcopal de Guatemala al final de su visita "ad limina".
"Lleváis en vuestro corazón de pastores -dijo el Papa- la preocupación ante el aumento de la violencia y la pobreza que afecta a grandes sectores de la población, provocando una fuerte emigración a otros países, con graves secuelas en el ámbito personal y familiar. Es una situación que invita a renovar vuestros esfuerzos para mostrar a todos el rostro misericordioso del Señor, del que la Iglesia está llamada a ser imagen, acompañando y sirviendo con generosidad y entrega especialmente a los que sufren y a los más desamparados".
El Santo Padre se refirió después al "profundo sentimiento religioso, rico de expresiones populares" del pueblo guatemalteco, "que han de madurar en comunidades cristianas sólidas", y recordó a los obispos que "la firmeza de la fe y la participación en los sacramentos hacen fuertes a vuestros fieles ante el riesgo de las sectas o de grupos pretendidamente carismáticos, que crean desorientación y llegan a poner en peligro la comunión eclesial".
"La tradición de vuestras culturas encuentra en la familia -prosiguió- el núcleo básico de la existencia y de la transmisión de la fe y los valores", pero frente a "los serios retos pastorales y humanos" que se perfilan para la institución familiar "la Iglesia se dedica siempre (...) a formar sólidamente a quienes se preparan para contraer matrimonio, infundiendo constantemente fe y esperanza en los hogares y velando para que, con las ayudas necesarias, puedan cumplir con sus responsabilidades".
Benedicto XVI habló también de la relación entre obispos y presbíteros, y recordó a los prelados que estos últimos "necesitan siempre aliento para perseverar en el camino de la auténtica santidad sacerdotal, siendo verdaderos hombres de oración y también medios adecuados para ampliar su formación humana y teológica".
Por último, el Papa abordó las repercusiones en el ámbito de la evangelización del II Congreso Misionero Americano celebrado en Guatemala en 2003 y de la V Conferencia del Episcopado de América Latina y del Caribe (Aparecida, Brasil, 2007), e invitó a los obispos a "continuar con espíritu renovado la misión evangelizadora de la Iglesia en el contexto de los cambios culturales actuales y de la globalización, dando nuevo vigor a la predicación y a la catequesis, proclamando a Jesucristo, el Hijo de Dios, como fundamento y razón de ser de todo creyente".
"La evangelización de las culturas -concluyó- es una tarea prioritaria para que la Palabra de Dios se haga accesible a todos y, acogida en la mente y en el corazón, sea luz que las ilumine y agua que las purifique con el mensaje del Evangelio que trae la salvación para todo el género humano"
AL/.../GUATEMALA VIS 20080306 (470)