Ciudad
del Vaticano, 8 de mayo 2015 (VIS).-''El deporte es un camino
educativo''. Lo ha dicho esta mañana el Papa Francisco recibiendo a
siete mil miembros de la Federación Italiana de Tenis en el Aula
Pablo VI. ''Hay tres pilares fundamentales para los niños y jóvenes-
ha añadido- la educación - escolar y familiar -, el deporte y el
trabajo. Cuando tenemos esos tres, contamos con las condiciones
para desarrollar una vida plena y auténtica, evitando así las
dependencias que envenenan y destruyen la existencia''.
''La
Iglesia se interesa por el deporte porque le preocupa el ser humano,
todo el ser humano , y reconoce que la actividad deportiva repercute
en la formación de la persona, en sus relaciones, en su
espiritualidad. Vosotros los atletas -afirmó Francisco- tenéis una
misión: ser, para los que os admiran, modelos válidos que imitar. Y
también vosotros dirigentes, entrenadores y operadores de deportes,
estáis llamados a dar un buen testimonio de los valores humanos,
maestros de una práctica deportiva que sea siempre leal y límpida''.
El
Papa recordó que el tenis es un deporte muy competitivo pero ''la
presión de querer lograr resultados significativos nunca debe
empujar a tomar atajos, como en el caso de dopaje. ¡Que fea y
estéril -exclamó- es la victoria que se alcanza haciendo trampas
en las normas y engañando a los demás!''.
''El
apóstol Pablo -dijo el Obispo de Roma- utiliza el ejemplo de un
atleta para ilustrar una característica importante de la existencia
humana: ''¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la
verdad corren, pero uno solo se lleva el premio?' Corred de tal
manera que lo obtengáis''. De alguna manera esta es vuestra
experiencia diaria en el tenis. Pero San Pablo se refiere al desafío
de dar un sentido último a la vida misma. Por eso, me gustaria
exhortar a cada uno de vosotros a entrar en juego no sólo en el
deporte - como hacéis ya y con excelentes resultados – sino en
la vida, en la búsqueda del bien verdadero, sin miedo, con valentía
y entusiasmo. Ponéos en juego con los demás y con Dios, dando lo
mejor de vosotros mismos, empleando vuestras vidas en lo que vale y
dura para siempre. Poned vuestors talentos al servicio del encuentro
entre las personas, de la amistad, de la inclusión''.