Ciudad
del Vaticano, 1 junio 2012 (VIS).- “La familia ha de ser
redescubierta como patrimonio principal de la humanidad, coeficiente
y signo de una verdadera y estable cultura a favor del hombre”. Así
lo ha afirmado Benedicto XVI esta tarde durante el encuentro que ha
mantenido con los ciudadanos de Milán. El Santo Padre ha viajado hoy
a esta ciudad italiana para participar en el VII Encuentro Mundial de
las Familias, que, bajo el lema “La familia: el trabajo y la
fiesta”, comenzó el pasado 30 de mayo.
Tras
su llegada al aeropuerto, el Papa se ha desplazado hasta Piazza Duomo
para saludar a los milaneses y a los peregrinos de todo el mundo que
participan en el VII Encuentro de las Familias. Al inicio de su
discurso, Benedicto XVI ha recordado con afecto “a las personas
solas o en dificultad, los parados, los enfermos, los presos, a
cuantos no tienen una casa o carecen de lo necesario para vivir una
vida digna”; y ha pedido “que no falte a ninguno de estos
hermanos y hermanas nuestros el interés solidario y constante de la
colectividad”. A este propósito, ha alabado la acción de la
diócesis de Milán para ayudar a las familias más afectadas por la
crisis económica y a las poblaciones de Emilia Romaña, que han
padecido recientemente varios terremotos.
Seguidamente,
el Pontífice ha subrayado “el profundo sentido eclesial y el
sincero afecto de comunión con el Sucesor de Pedro que forman parte
de la riqueza y de la identidad de la Iglesia milanesa a lo largo de
todo su camino, y que se manifiestan de modo luminoso en las figuras
de los grandes pastores que la han guiado”. Entre ellos, ha
destacado a los santos Ambrosio y Carlos Borromeo; los beatos Andrea
Carlo Ferrari y Alfredo Ildefonso Schuster; los dos arzobispos de
Milán que se convirtieron en los Papas Pío XI y Pablo VI.
“Vuestra
historia -ha dicho el Papa- es muy rica en cultura y fe. (…) Os
corresponde ahora a vosotros, herederos de un glorioso pasado y de un
patrimonio espiritual de inestimable valor, esforzaros por transmitir
a las generaciones futuras la llama de una tradición tan brillante.
Sabéis bien lo urgente que es introducir la levadura evangélica en
el contexto cultural actual. La fe en Jesucristo, muerto y resucitado
por nosotros, que vive en medio de nosotros, debe animar todo el
tejido de la vida, personal y comunitaria, pública y privada, para
consentir un 'bien estar' estable y auténtico, a partir de la
familia”.
Terminado
el encuentro, el Santo Padre se ha desplazado hasta el arzobispado,
donde se hospeda durante su estancia en Milán.