Ciudad
del Vaticano, 4 de mayo 2015 (VIS).-Los obispos de la Conferencia
Episcopal del Congo fueron recibidos esta mañana -al final de su
visita ''ad Limina''- por el Papa Francisco, que entregó a los
prelados un discurso en que destaca la vitalidad de la Iglesia
Católica en ese país, que ha llevado a la creación de tres nuevas
diócesis, y la entrega de los pastores a la obra de evangelización,
así como la aportación de la Iglesia en los sectores de la
educación y la sanidad, sin olvidar su papel en la reconciliación
nacional tras la grave crisis de los años 90.
Francisco
elogia la labor de la Conferencia Episcopal por lo que respecta a la
misión de los laicos en la Iglesia y la sociedad y recuerda la
importancia de su formación y su acompañamiento para dar testimonio
cristiano en los sectores sociopolíticos, que constituyen su sector
específico de apostolado. ''La pastoral de la familia -escribe- es
parte integrante de este acompañamiento. La renuencia de los fieles
al matrimonio cristiano revela la necesidad de una profunda
evangelización, que implica no sólo la inculturación de la fe,
sino también la evangelización de las tradiciones y de la cultura
local''.
En
estos sectores, como en muchos otros -prosigue el Pontífice- los
sacerdotes son los primeros colaboradores de los obispos y en
consecuencia, sus condiciones de vida y su santificación deben ser
el centro de sus preocupaciones. ''Las inmensas necesidades
pastorales de la propia Iglesia local -advierte- requieren un
discernimiento riguroso, para que el pueblo de Dios puede contar con
pastores entregados que edifiquen a los fieles a través de su
testimonio de vida, sobre todo en relación con el celibato y el
espíritu de pobreza evangélica''. También recuerda que algunas
diócesis tienen grandes dificultades debido a la carencia de
recursos materiales y financieros disponibles.
''Me
doy cuenta -observa- de la gran repercusión de los problemas e
inquietudes relacionados con esta situación en el corazón de un
pastor. Por lo tanto, os animo a que vuestras diócesis se encaminen
con decisión por la senda de la autonomía, la toma de control
gradual y la solidaridad entre las Iglesias particulares en vuestros
país, siguiendo la tradición que se remonta a las primeras
comunidades cristianas. Al respecto, debéis estar atentos a que las
ayudas económicas a vuestras Iglesias particulares para apoyar
vuestra misión específica, no limiten vuestra libertad de pastores
u obstaculicen la libertad de la Iglesia, que siempre debe tener las
manos libres para anunciar el Evangelio con credibilidad... En
cuanto a la ayuda mutua y la solidaridad entre las Iglesias locales,
ésta también debe reflejarse en la promoción del espíritu
misionero ante todo dentro de África'', afirma Francisco citando, a
este respecto, las palabras pronunciadas por Pablo VI en 1969 en
Kampala: ''Africanos, vosotros sois ya vuestros propios misioneros''.
La
evangelización en profundidad es otro gran reto para los obispos ya
que requiere una '' especial atención a las condiciones concretas
de vida de las poblaciones, es decir, en última instancia, a la
promoción de la persona humana. Aquí también, el compromiso de la
Iglesia Católica en el Congo es importante: ya sea en los campos de
la educación, la salud, la asistencia a diversas categorías de
personas necesitadas, incluyendo refugiados de los países vecinos,
a las que vuestras comunidades diocesanas contribuyen de manera
significativa.... Como pastores, seguid asegurando que el
ministerio social se realica cada vez más en el espíritu del
Evangelio y se perciba cada vez mejor como una obra de
evangelización, y no como la acción de una organización no
gubernamental''.
Al
final el Papa señala que en algunos sectores de la sociedad, las
heridas causadas por la grave crisis que afectó al Congo a finales
de 1990 han dejado profundas cicatrices que pueden no estar todavía
completamente curadas. ''En este ámbito, en particular, la Iglesia,
fuerte del Evangelio de Jesús -concluye- recibió la misión de
reconciliar los corazones, acercar las comunidades divididas y
construir una nueva fraternidad arraigada en el perdón y la
solidaridad. ¡Pastores seguid siendo modelos y profetas en este
sentido!''