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Calendario VISEl 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []
CIUDAD DEL VATICANO, 21 FEB 2007 (VIS).-El Santo Padre recibió ayer en audiencia al padre Wojciech Giertych, O.P., teólogo de la Casa Pontificia.
AP/.../... VIS 20070221 (30)
CIUDAD DEL VATICANO, 21 FEB 2007 (VIS).-El 25 de febrero, primer domingo de Cuaresma, comenzarán los Ejercicios Espirituales del Santo Padre y de la Curia Romana en la capilla "Redemptoris Mater" del Vaticano. Las meditaciones de este año, cuyo tema es: "Las cosas de más arriba", serán dirigidas por el cardenal Giacomo Biffi, arzobispo emérito de Bologna (Italia).
El retiro comenzará con una exposición eucarística a las 18,00, la celebración de las vísperas, una meditación, adoración y bendición eucarística.
En los próximos días habrá celebración de laudes y meditación a las 9,00; celebración de la hora tercia y meditación a las 10,15. A las 17,00 meditación y a las 17,45 celebración de las vísperas, adoración y bendición eucarística .
Los ejercicios espirituales terminarán el sábado 3 de marzo, con la celebración de laudes y la meditación de clausura a las 9,00.
Durante el retiro se suspenden todas las audiencias privadas y la audiencia general del miércoles 28 de febrero.
.../RETIRO CURIA/... VIS 20070221 (170)
CIUDAD DEL VATICANO, 21 FEB 2007 (VIS).-Se ha publicado hoy la carta de Benedicto XVI al arzobispo Stanislaw Wielgus, emérito de Varsovia (Polonia). El texto está fechado el 12 de febrero.
El Santo Padre da las gracias al arzobispo por "la confianza con que me ha abierto su alma, mostrando el doloroso sufrimiento de su corazón durante toda su vida como sacerdote y obispo, hasta la renuncia del cargo de arzobispo de Varsovia".
"En este último período he participado en su sufrimiento y deseo asegurarle mi cercanía espiritual y mi comprensión fraternal".
"Por cuanto se refiere al pasado, soy plenamente consciente de las circunstancias excepcionales en las que llevaba a cabo su servicio, cuando el régimen comunista en Polonia usaba todos los medios para sofocar la libertad de los ciudadanos y de forma especial del clero".
"Como rector de la universidad de Lublin y como obispo de Plock, ha dado prueba de la gran piedad y del amor profundo por Jesucristo y por la Iglesia".-
"Cuando presentó su dimisión hace un mes, consciente de que la situación que se había creado no le permitía iniciar el servicio episcopal con la autoridad indispensable, vi claramente en aquel acto una sensibilidad profunda por el bien de la Iglesia de Varsovia y de Polonia y también su humildad y su desapego por los cargos".
"Quisiera ante todo animarle a proseguir con confianza y serenidad en el corazón. Le deseo que reanude su actividad al servicio de Cristo, en la forma que le sea posible, para que utilice sus vastos y profundos conocimientos y su piedad sacerdotal por el bien de la amada Iglesia en Polonia".
"La misión episcopal, hoy, como en el pasado, está marcada por el sufrimiento. ¡Que nuestro Señor no deje de sostenerle con su gracia. Le ayudará también la amistad de los hermanos en el episcopado y de las personas que le conocen y estiman".
BXVI-CARTA/.../WIELGUS VIS 20070221 (320)
CIUDAD DEL VATICANO, 21 FEB 2007 (VIS).-Hoy se hizo público un mensaje del Papa al padre Guido Innocenzo Gargano, superior del Monasterio de San Gregorio al Celio (Italia), y a todos los miembros de la Orden de los Camaldulenses, con motivo del milenario del nacimiento de San Pedro Damián, cuya fiesta se celebra hoy.
El Santo Padre escribe en el mensaje fechado el 20 de febrero que este aniversario "es una ocasión muy oportuna para profundizar en los aspectos caracterizados por su poliédrica personalidad de estudioso, eremita, de hombre de Iglesia, pero sobre todo de enamorado de Dios".
"San Pedro Damián -continuó- fue sobre todo un eremita, es más, el último teorizador de la vida eremítica en la Iglesia latina, en el mismo momento en que se consumía el cisma entre Oriente y Occidente".
Tras poner de relieve que para el santo italiano "la vida eremita constituye una clara invitación para todos los cristianos al primado de Cristo y a su señoría", Benedicto XVI recuerda que "se mostró disponible para moverse desde el lugar en el que estaba retirado hasta donde fuera necesaria su presencia para mediar entre los contendientes, ya fuesen eclesiásticos, monjes o simples fieles".
"Después de cada misión eclesiástica regresaba a la paz del monasterio de Fonte Avellana y libre de toda ambición, llegó incluso a renunciar definitivamente a la dignidad cardenalicia para no alejarse de la soledad ermitaña, celda de su existencia escondida en Cristo".
El Papa también recuerda que San Pedro Damián "fue el alma de la "Reforma gregoriana", que marcó el paso del primero al segundo milenio, y del que San Gregorio VII representa el centro y el motor".
El santo se dirigía a sus "hermanos ermitaños y les pedía la valentía de una entrega total al Señor, que se acercase lo más posible al martirio; del Papa, de los obispos y de los eclesiásticos de alto rango exigía un evangélico desprendimiento de honores y privilegios en el cumplimiento de sus funciones eclesiásticas; a los sacerdotes recordaba el gran ideal de su misión, cultivando la pureza de las costumbres y una real pobreza personal".
La conciencia que tenía San Pedro de que "sólo a través de una armonía constante entre dos polos fundamentales de la vida -la soledad y la comunión-, puede desarrollarse un testimonio cristiano eficaz", concluye Benedicto XVI, "quizá sea una enseñanza válida también para nuestro tiempo".
MESS/SAN PEDRO DAMIAN/GARGANO VIS 20070221 (400)
CIUDAD DEL VATICANO, 21 FEB 2007 (VIS).-Benedicto XVI dedicó la catequesis de la audiencia general de los miércoles, celebrada en al Aula Pablo VI y a la que asistieron alrededor de 10.000 personas, a la Cuaresma.
"Hoy, Miércoles de Ceniza -dijo el Papa-, emprendemos el camino cuaresmal caracterizado por la escucha de la Palabra de Dios, la oración y la penitencia. Cuarenta días durante los cuales la liturgia nos ayudará a revivir las fases principales del misterio de la salvación".
Para los bautizados, la Cuaresma es un "nuevo catecumenado donde salimos al encuentro del bautismo para redescubrirlo y vivirlo en profundidad; (...) es una ocasión para volver a ser cristianos, mediante un proceso de cambio interior y de progreso en el conocimiento y el amor de Cristo".
"La conversión -explicó el Santo Padre- no se hace una vez por todas, es un proceso, (...) un itinerario (...) que no puede limitarse a un período particular, sino que debe abrazar toda la existencia".
"En esta óptica -prosiguió-, (...) la Cuaresma es el tiempo espiritual propicio para entrenarse y buscar con más tesón a Dios, abriendo el corazón a Cristo. Convertirse quiere decir buscar a Dios. (...). No es un esfuerzo para realizarse uno mismo; (...) la realización propia es demasiado poco, dado que tenemos un destino más alto. (...) La conversión consiste precisamente en no considerarse "creadores" de sí mismos para descubrir de este modo la verdad"
El Santo Padre se refirió después a su mensaje para la Cuaresma de este año, donde subraya "el amor inmenso de Dios por nosotros" e invita a todos los cristianos "como hicieron María y el discípulo amado, a estar al lado de Aquel que en la Cruz dio su vida por la humanidad".
"La Cruz es la revelación definitiva del amor y la misericordia de Dios, también para nosotros, los hombres y mujeres de nuestra época, a menudo distraídos por las preocupaciones y los intereses terrenales y pasajeros. Dios es amor y su amor es el secreto de nuestra felicidad. Para comprender este misterio no hay otro camino que el de perdernos, de entregarnos, el camino de la Cruz".
"Por eso, la liturgia cuaresmal nos invita (...) a rechazar el pecado y el mal y a vencer el egoísmo y la indiferencia. La oración, el ayuno y la penitencia, las obras de caridad con los hermanos, se transforman así en senderos espirituales que recorrer para volver a Dios".
Entre sus saludos al final de la audiencia, el Papa se dirigió a los obispos de la región italiana de Umbría, que esta semana realizan su visita "ad limina".
"La Iglesia -dijo el Santo Padre- tiene la perenne misión de difundir la luz de la verdad de Cristo que ilumina a las gentes, para que resplandezca en todos los ámbitos de la sociedad. Anunciando el mensaje evangélico, cada comunidad cristiana se pone al servicio del ser humano y del bien común. Conscientes de este mandato misionero, empujad cada vez más a los fieles confiados a vuestra atención pastoral a seguir esforzándose por llenar los espacios de la cultura actual con la linfa vital de la gracia divina. Se trata de una tarea no fácil, pero indispensable".
AG/CUARESMA/... VIS 20070221 (530)
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