CIUDAD DEL VATICANO, 7 SEP 2007 (VIS).-El Papa partió a las 9,50 de esta mañana del aeropuerto romano de Ciampino y tras casi dos horas de vuelo aterrizó en el aeropuerto internacional de Viena/Schwechat, comenzando de este modo su séptimo viaje fuera de Italia desde el inicio del pontificado. En la escalera del avión fue acogido por el presidente de la República de Austria, Heinz Fischer y recibió el saludo del cardenal Christoph Schönborn, O.P., arzobispo de Viena.
Tras escuchar las palabras del presidente, el Santo Padre se dirigió a las autoridades políticas, civiles y religiosas allí presentes. "La cultura de este país -dijo- está esencialmente embebida por el mensaje de Jesucristo y por la acción que la Iglesia ha desarrollado en su nombre".
Benedicto XVI recordó que el motivo del viaje a Austria, el primero que realiza a este país, era "el 850 aniversario del santuario de Mariazell. Este santuario mariano representa en cierto modo el corazón materno de Austria y posee desde siempre una particular importancia también para los húngaros y para los pueblos eslavos. Es símbolo de una apertura que no solo supera fronteras geográficas y nacionales, sino que en la persona de María nos recuerda una dimensión esencial del ser humano: la capacidad de abrirse a la Palabra de Dios y a su verdad".
"Con esta perspectiva -dijo-, durante los tres próximos días deseo realizar aquí en Austria mi peregrinación a Mariazell", que es "como un viaje realizado en compañía de todos los peregrinos de nuestro tiempo. (...) Mariazell representa no solo una historia de 850 años, sino que, según la experiencia de la historia, (...) también indica el camino hacia el futuro".
El Papa señaló que en la celebración eucarística de mañana, fiesta de la Natividad de la Virgen, patrona de Mariazell, "nos reuniremos, según la indicación de María, junto a Cristo que viene en medio de nosotros. Le pediremos que nos ayude a contemplarlo cada vez con mayor claridad, reconocerlo en nuestros hermanos, servirlo en ellos e ir con El hacia el Padre".
"Peregrinación -subrayó- no solo significa camino hacia un santuario. También es fundamental el camino de regreso a lo cotidiano. Nuestra vida cotidiana comienza cada semana con el domingo".
Tras afirmar que el domingo 9 por la mañana celebrará misa en la catedral de San Esteban, dijo: "Sé que en Austria muchas personas dedican el domingo, día de descanso, y el tiempo libre de los otros días de la semana, al servicio de los demás. También un compromiso como este, ofrecido con generosidad y desinteresadamente por el bien y la salvación de los demás, caracteriza la peregrinación de nuestra vida".
PV-AUSTRIA/CEREMONIA BIENVENIDA/VIENA VIS 20070907 (450)
Tras escuchar las palabras del presidente, el Santo Padre se dirigió a las autoridades políticas, civiles y religiosas allí presentes. "La cultura de este país -dijo- está esencialmente embebida por el mensaje de Jesucristo y por la acción que la Iglesia ha desarrollado en su nombre".
Benedicto XVI recordó que el motivo del viaje a Austria, el primero que realiza a este país, era "el 850 aniversario del santuario de Mariazell. Este santuario mariano representa en cierto modo el corazón materno de Austria y posee desde siempre una particular importancia también para los húngaros y para los pueblos eslavos. Es símbolo de una apertura que no solo supera fronteras geográficas y nacionales, sino que en la persona de María nos recuerda una dimensión esencial del ser humano: la capacidad de abrirse a la Palabra de Dios y a su verdad".
"Con esta perspectiva -dijo-, durante los tres próximos días deseo realizar aquí en Austria mi peregrinación a Mariazell", que es "como un viaje realizado en compañía de todos los peregrinos de nuestro tiempo. (...) Mariazell representa no solo una historia de 850 años, sino que, según la experiencia de la historia, (...) también indica el camino hacia el futuro".
El Papa señaló que en la celebración eucarística de mañana, fiesta de la Natividad de la Virgen, patrona de Mariazell, "nos reuniremos, según la indicación de María, junto a Cristo que viene en medio de nosotros. Le pediremos que nos ayude a contemplarlo cada vez con mayor claridad, reconocerlo en nuestros hermanos, servirlo en ellos e ir con El hacia el Padre".
"Peregrinación -subrayó- no solo significa camino hacia un santuario. También es fundamental el camino de regreso a lo cotidiano. Nuestra vida cotidiana comienza cada semana con el domingo".
Tras afirmar que el domingo 9 por la mañana celebrará misa en la catedral de San Esteban, dijo: "Sé que en Austria muchas personas dedican el domingo, día de descanso, y el tiempo libre de los otros días de la semana, al servicio de los demás. También un compromiso como este, ofrecido con generosidad y desinteresadamente por el bien y la salvación de los demás, caracteriza la peregrinación de nuestra vida".
PV-AUSTRIA/CEREMONIA BIENVENIDA/VIENA VIS 20070907 (450)