CIUDAD DEL VATICANO, 14 JUN 2006 (VIS).-San Andrés, el apóstol hermano de Pedro, fue el protagonista de la catequesis de Benedicto XVI durante la audiencia general de los miércoles, celebrada en la Plaza de San Pedro y a la que asistieron 35.000 personas.
El nombre griego de Andrés, dijo el Papa, "es signo de una cierta apertura cultural de su familia" y el apóstol fue "el primero en ser llamado por Jesús". Gracias a él, evangelizador según la tradición del mundo griego, la "Iglesia de Roma y la de Constantinopla se sienten hermanas".
Los evangelios citan al apóstol en tres momentos claves: en la multiplicación de los panes y los peces, donde "destaca por su realismo al indicar la insuficiencia de los pocos recursos de los que disponían"; cuando pide explicaciones a Cristo sobre sus palabras acerca de la destrucción de Jerusalén, lo que indica que "no debemos temer plantear preguntas a Jesús, si estamos también dispuestos a acoger sus enseñanzas"; y antes de la Pasión, cuando con Felipe "hace de intérprete y mediador de un grupo de griegos con Jesús".
Refiriéndose a esta última ocasión, el Santo Padre recordó la frase de Jesús sobre la muerte necesaria del grano de trigo para que diese fruto, un grano que simboliza la crucifixión y que "con la resurrección será pan de vida para el mundo; será luz para los pueblos y las culturas". Cristo profetiza así el encuentro con el mundo y la cultura griegos y la extensión de "la Iglesia a los paganos como fruto de su Pascua".
La tradición relata la muerte de San Andrés en Patrás, en una cruz en forma de aspa, ya que pidió, como su hermano Pedro, "ser crucificado de forma diversa a la de Jesús". Benedicto XVI citó las palabras atribuidas a Andrés durante el suplicio. "Antes de que el Señor subiera a tí -la Cruz-, producías un temor terreno, ahora en cambio, dotada de amor celeste, eres recibida como un don".
Es una frase, dijo el Papa, de "profunda espiritualidad cristiana que ve en la Cruz no tanto un instrumento de tortura, sino el medio de una asimilación plena con el Redentor. (...) Nuestras cruces toman valor sólo si las consideramos y acogemos como parte de la Cruz de Cristo. (...) Sólo desde aquella Cruz se ennoblecen nuestros sufrimientos y adquieren su verdadero significado".
AG/ANDRES/... VIS 20060614 (400)
El nombre griego de Andrés, dijo el Papa, "es signo de una cierta apertura cultural de su familia" y el apóstol fue "el primero en ser llamado por Jesús". Gracias a él, evangelizador según la tradición del mundo griego, la "Iglesia de Roma y la de Constantinopla se sienten hermanas".
Los evangelios citan al apóstol en tres momentos claves: en la multiplicación de los panes y los peces, donde "destaca por su realismo al indicar la insuficiencia de los pocos recursos de los que disponían"; cuando pide explicaciones a Cristo sobre sus palabras acerca de la destrucción de Jerusalén, lo que indica que "no debemos temer plantear preguntas a Jesús, si estamos también dispuestos a acoger sus enseñanzas"; y antes de la Pasión, cuando con Felipe "hace de intérprete y mediador de un grupo de griegos con Jesús".
Refiriéndose a esta última ocasión, el Santo Padre recordó la frase de Jesús sobre la muerte necesaria del grano de trigo para que diese fruto, un grano que simboliza la crucifixión y que "con la resurrección será pan de vida para el mundo; será luz para los pueblos y las culturas". Cristo profetiza así el encuentro con el mundo y la cultura griegos y la extensión de "la Iglesia a los paganos como fruto de su Pascua".
La tradición relata la muerte de San Andrés en Patrás, en una cruz en forma de aspa, ya que pidió, como su hermano Pedro, "ser crucificado de forma diversa a la de Jesús". Benedicto XVI citó las palabras atribuidas a Andrés durante el suplicio. "Antes de que el Señor subiera a tí -la Cruz-, producías un temor terreno, ahora en cambio, dotada de amor celeste, eres recibida como un don".
Es una frase, dijo el Papa, de "profunda espiritualidad cristiana que ve en la Cruz no tanto un instrumento de tortura, sino el medio de una asimilación plena con el Redentor. (...) Nuestras cruces toman valor sólo si las consideramos y acogemos como parte de la Cruz de Cristo. (...) Sólo desde aquella Cruz se ennoblecen nuestros sufrimientos y adquieren su verdadero significado".
AG/ANDRES/... VIS 20060614 (400)