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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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miércoles, 22 de diciembre de 2010

NOTA DE LA CONGREGACION PARA LA DOCTRINA DE LA FE

CIUDAD DEL VATICANO, 22 DIC 2010 (VIS).-Sigue la nota publicada ayer tarde por la Congregación para la Doctrina de la Fe, titulada: “Sobre la banalización de la sexualidad. A propósito de algunas lecturas de “Luz del mundo”.

“Con ocasión de la publicación del libro-entrevista de Benedicto XVI, Luz del mundo, se han difundido diversas interpretaciones incorrectas, que han creado confusión sobre la postura de la Iglesia Católica acerca de algunas cuestiones de moral sexual. El pensamiento del Papa se ha instrumentalizado frecuentemente con fines e intereses ajenos al sentido de sus palabras, que resulta evidente si se leen por entero los capítulos en donde se trata de la sexualidad humana. El interés del Santo Padre es claro: reencontrar la grandeza del plan de Dios sobre la sexualidad, evitando su banalización, hoy tan extendida.

Algunas interpretaciones han presentado las palabras del Papa como afirmaciones contrarias a la tradición moral de la Iglesia, hipótesis que algunos han acogido como un cambio positivo y otros han recibido con preocupación, como si se tratara de una ruptura con la doctrina sobre la anticoncepción y la actitud de la Iglesia en la lucha contra el sida. En realidad, las palabras del Papa, que se refieren de modo particular a un comportamiento gravemente desordenado como el de la prostitución (cfr. Luz del mundo, pp. 131-132), no modifican ni la doctrina moral ni la praxis pastoral de la Iglesia.

Como se desprende de la lectura del texto en cuestión, el Santo Padre no habla de la moral conyugal, ni tampoco de la norma moral sobre la anticoncepción. Dicha norma, tradicional en la Iglesia, fue reafirmada con términos muy precisos por Pablo VI en el n. 14 de la encíclica “Humanae vitae”, cuando escribió que “queda además excluida toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga, como fin o como medio, hacer imposible la procreación». Pensar que de las palabras de Benedicto XVI se pueda deducir que en algunos casos es legítimo recurrir al uso del preservativo para evitar embarazos no deseados es totalmente arbitrario y no responde ni a sus palabras ni a su pensamiento. En este sentido, el Papa propone en cambio caminos que sean humana y éticamente viables, que los pastores han de potenciar “más y mejor” (cf. Luz del mundo, p. 156), es decir, caminos que respeten plenamente el nexo inseparable del significado unitivo y procreador de cada acto conyugal, mediante el eventual recurso a métodos de regulación natural de la fertilidad con vistas a la procreación responsable.

En cuanto al texto en cuestión, el Santo Padre se refería al caso completamente diferente de la prostitución, comportamiento que la doctrina cristiana ha considerado siempre gravemente inmoral (cf. Concilio Vaticano II, Constitución pastoral “Gaudium et spes” n. 27; Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2355). Con relación a la prostitución, la recomendación de toda la tradición cristiana –y no sólo de ella– se puede resumir en las palabras de san Pablo: “Huid de la fornicación” (1 Co 6, 18). Por tanto, hay que luchar contra la prostitución; y las organizaciones asistenciales de la Iglesia, de la sociedad civil y del Estado han de trabajar para librar a las personas que están involucradas en ella.

En este sentido, es necesario poner de relieve que la situación que en muchas áreas del mundo se ha creado por la actual difusión del sida, ha hecho que el problema de la prostitución sea aún más dramático. Quien es consciente de estar infectado con el VIH y que por tanto puede contagiar a otros, además del pecado grave contra el sexto mandamiento comete uno contra el quinto, porque conscientemente pone en serio peligro la vida de otra persona, con repercusiones también para la salud pública. A este respecto, el Santo Padre afirma claramente que los profilácticos no son “una solución real y moral” del problema del sida, y también que la “mera fijación en el preservativo significa una banalización de la sexualidad”, porque no se quiere afrontar el extravío humano que está en el origen de la transmisión de la pandemia. Por otra parte, es innegable que quien recurre al profiláctico para disminuir el peligro para la vida de otra persona, intenta reducir el mal vinculado a su conducta errónea. En este sentido, el Santo Padre pone de relieve que recurrir al profiláctico con «la intención de reducir el peligro de contagio, es un primer paso en el camino hacia una sexualidad vivida en forma diferente, hacia una sexualidad más humana». Se trata de una observación completamente compatible con la otra afirmación del Santo Padre: “Ésta no es la auténtica modalidad para abordar el mal de la infección con el VIH”.

Algunos han interpretado las palabras de Benedicto XVI valiéndose de la teoría del llamado “mal menor”. Esta teoría, sin embargo, es susceptible de interpretaciones desviadas de tipo proporcionalista (cf. Juan Pablo II, Encíclica “Veritatis splendor”, nn. 75-77). No es lícito querer una acción que es mala por su objeto, aunque se trate de un mal menor. El Santo Padre no ha dicho, como alguno ha sostenido, que la prostitución con el recurso al profiláctico pueda ser una opción lícita en cuanto mal menor. La Iglesia enseña que la prostitución es inmoral y hay que luchar contra ella. Sin embargo, si alguien, practicando la prostitución y estando además infectado por el VIH, se esfuerza por disminuir el peligro de contagio, a través incluso del uso del profiláctico, esto puede constituir un primer paso en el respeto de la vida de los demás, si bien el mal de la prostitución siga conservando toda su gravedad. Dichas apreciaciones concuerdan con lo que la tradición teológico moral ha sostenido también en el pasado.

En conclusión, los miembros y las instituciones de la Iglesia Católica deben saber que en la lucha contra el sida hay que estar cerca de las personas, curando a los enfermos y formando a todos para que puedan vivir la abstinencia antes del matrimonio y la fidelidad dentro del pacto conyugal. En este sentido, hay que denunciar también aquellos comportamientos que banalizan la sexualidad, porque, como dice el Papa, representan precisamente la peligrosa razón por la que muchos ya no ven en la sexualidad una expresión de su amor. “Por eso la lucha contra la banalización de la sexualidad forma parte de la lucha para que la sexualidad sea valorada positivamente y pueda desplegar su acción positiva en la totalidad de la condición humana” (Luz del mundo, p. 131)”.
CDF/ VIS 20101222 (1100)

LA ESPERA GOZOSA DE NAVIDAD ES LA ACTITUD DEL CRISTIANO

CIUDAD DEL VATICANO, 22 DIC 2010 (VIS).-“Con esta última audiencia antes de la Navidad, nos acercamos maravillados al “lugar” donde para nosotros y para nuestra salvación, todo comenzó, en el que todo encontró su cumplimiento, donde se conocieron y se entrecruzaron las esperanzas del mundo y del corazón humano”, dijo el Papa en la catequesis de la audiencia general de los miércoles celebrada en el Aula Pablo VI.

“La espera gozosa, característica de los días que preceden la Navidad, es sin duda la actitud básica del cristiano que desea vivir fructuosamente el encuentro renovado con Aquel que viene a habitar entre nosotros: Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre”, afirmó el Santo Padre, y explicó que “encontramos esta disponibilidad y la hacemos nuestra en los primeros que acogieron la llegada del Mesías: Zacarías e Isabel, los pastores, la gente común, y en especial María y José”.

“Todo el Antiguo Testamento constituye una única y gran promesa que se cumplirá con la venida de un salvador”, prosiguió el pontífice. “Junto a la espera de los personajes de las Sagradas Escrituras encuentra espacio y significado a través de los siglos, también la nuestra: la que vivimos estos días y la que nos mantiene alerta a lo largo del camino de nuestra vida. Toda la existencia humana, de hecho, está animada por este profundo sentimiento, el deseo de que lo más verdadero, lo más hermoso y grande que hemos entrevisto e intuido con la mente y el corazón, nos salga al encuentro y ante nuestros ojos se haga concreto y nos anime”.

“Por eso, el Salvador viene para reducir a la impotencia la obra del mal y todo lo que aún puede mantenernos lejos de Dios, para devolvernos al antiguo esplendor y a la paternidad primitiva. (...) Su venida, por lo tanto, no puede tener otro propósito que el de enseñarnos a ver y amar los acontecimientos, el mundo y todo lo que nos rodea, con la misma mirada de Dios. El Verbo hecho niño nos ayuda a comprender la forma de actuar de Dios, para que seamos capaces de dejarnos transformar cada vez más por su bondad y su misericordia infinitas”.

“En la noche del mundo, dejémonos sorprender e iluminar de nuevo por esta venida, (...) por la Estrella, que desde Oriente, inundó de alegría al mundo”, exclamó el Santo Padre. “Purifiquemos nuestra conciencia y nuestra vida de lo que es contrario a esa venida: pensamientos, palabras, actitudes y acciones, comprometiéndonos a hacer el bien y a contribuir a instaurar en este mundo la paz y la justicia para todos los seres humanos y caminar así hacia el Señor”.

Benedicto XVI concluyó la catequesis refiriéndose al Nacimiento, “uno de los signos distintivos de la Navidad”. “El Nacimiento -dijo- es la expresión de nuestra espera (...), pero también de la acción de gracias a Aquel que decidió compartir nuestra condición humana en la pobreza y la sencillez. Me alegro de que siga vigente e incluso se vuelva a descubrir la tradición de preparar el Belén en las casas, en los lugares de trabajo, y de reunión. Este testimonio auténtico de la fe cristiana ofrezca también hoy a todas las personas de buena voluntad una imagen sugestiva del amor infinito del Padre para todos nosotros y que los corazones de los niños y los adultos todavía se sorprendan ante ella”.
AG/ VIS 20101222 (570)

EL CARDENAL KOCH TOMA POSESION DE SU DIACONIA

CIUDAD DEL VATICANO, 22 DIC 2010 (VIS).-La Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice informa hoy de que el cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, tomará posesión el sábado 1 de enero de 2011, a las 18,00, de la Diaconía de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, (Via Corso Rinascimento, 27, Roma).
OCL/ VIS 20101222 (70)

OTROS ACTOS PONTIFICIOS

CIUDAD DEL VATICANO, 22 DIC 2010 (VIS).-El Santo Padre nombró:

-Obispo Mário Marquez, O.F.M. Cap., hasta ahora auxiliar de Vitória (Brasil), obispo de Joaçaba (superficie 10.283, población 326.000, católicos 244.000, sacerdotes 38, religiosos 54, diáconos permanentes 1) en Brasil.

-Padre Agenor Girardi, M.S.C., obispo auxiliar de la archidiócesis de Porto Alegre (superficie 13.753, población 3.227.700, católicos 2.401.782, sacerdotes 353, religiosos 1.750, diáconos permanentes 46) en Brasil. El obispo electo nació en 1952 en Orleans (Brasil), hizo la profesión religiosa en 1982 y fue ordenado sacerdote ese mismo año. Actualmente era párroco de “Sao José”, en la diócesis de Palmas-Francisco Beltrao.

-Nombró al padre José Carlos Chacorowski, C.M., obispo auxiliar de la archidiócesis de Sao Luís do Maranhao (superficie 13.112, población 1.309.000, católicos 943.000, sacerdotes 76, religiosos 249, diáconos permanentes 1) en Brasil. El obispo electo nació en 1956 en Curitiba (Brasil), hizo la profesión religiosa en 1980 y fue ordenado sacerdote ese mismo año. Actualmente era director de las Hijas de la Caridad de la Provincia de Amazonas, en la archidiócesis de Belém do Pará.
NER:NEA/ VIS 20101222 (180)
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