CIUDAD DEL VATICANO, 2 MAY 2006 (VIS).-Benedicto XVI ha enviado un telegrama de pésame al arzobispo Carlos José Náñez, de Córdoba (Argentina), con motivo del fallecimiento, ayer a los 87 años, del cardenal Raúl Francisco Primatesta, arzobispo emérito de esa archidiócesis.
"Al conocer la triste noticia del fallecimiento del señor cardenal Raúl Francisco Primatesta, arzobispo emérito de Córdoba, ofrezco fervientes plegarias unido a los fieles de esa comunidad diocesana y a los de San Rafael donde anteriormente ejerció con solicitud su ministerio episcopal, pidiendo a Dios que conceda el eterno descanso a quien durante muchos años fue su diligente pastor".
"Recordando su abnegada acción pastoral que le distinguió en su labor episcopal en esa nación, trabajando en la aplicación de la doctrina Concilio Vaticano II y la renovación de la iglesia en fidelidad a Cristo y al sucesor de Pedro, expreso mi sentido pésame a usted, al señor obispo auxiliar, al clero, comunidades religiosas y fieles de esa querida arquidiócesis, y también a sus familiares, a la vez que les otorgo de corazón, así como a los participantes en la misa exequial, la confortadora bendición apostólica, como signo de fe y esperanza cristiana en el Señor resucitado".
TGR/FALLECIMIENTO/PRIMATESTA VIS 20060502 (320)
"Al conocer la triste noticia del fallecimiento del señor cardenal Raúl Francisco Primatesta, arzobispo emérito de Córdoba, ofrezco fervientes plegarias unido a los fieles de esa comunidad diocesana y a los de San Rafael donde anteriormente ejerció con solicitud su ministerio episcopal, pidiendo a Dios que conceda el eterno descanso a quien durante muchos años fue su diligente pastor".
"Recordando su abnegada acción pastoral que le distinguió en su labor episcopal en esa nación, trabajando en la aplicación de la doctrina Concilio Vaticano II y la renovación de la iglesia en fidelidad a Cristo y al sucesor de Pedro, expreso mi sentido pésame a usted, al señor obispo auxiliar, al clero, comunidades religiosas y fieles de esa querida arquidiócesis, y también a sus familiares, a la vez que les otorgo de corazón, así como a los participantes en la misa exequial, la confortadora bendición apostólica, como signo de fe y esperanza cristiana en el Señor resucitado".
TGR/FALLECIMIENTO/PRIMATESTA VIS 20060502 (320)