CIUDAD DEL VATICANO, 23 FEB 2007 (VIS).-Durante el encuentro de ayer por la mañana en el Vaticano con los párrocos de la diócesis de Roma, el Santo Padre respondió a las preguntas que le hicieron varios sacerdotes sobre temas como la pastoral juvenil, la importancia de la Sagrada Escritura, los movimientos eclesiales, el arte sacro.
Respondiendo a un presbítero del Santuario del Amor Divino, el Papa puso de relieve que lugares como éste nos hacen vivir la experiencia de una oración de generaciones a lo largo de los siglos y subrayó el valor de la piedad popular y de la devoción mariana.
Benedicto XVI dedicó una buena parte de sus reflexiones a la pastoral juvenil. "Los jóvenes -dijo- tienen que ser verdaderamente una prioridad de nuestro trabajo pastoral, pues viven en un mundo alejado de Dios. En nuestro contexto cultural es muy difícil el encuentro con Cristo, la vida cristiana y la vida de la fe. Los jóvenes tienen necesidad de mucho acompañamiento para poder encontrar realmente este camino".
En respuesta a otra pregunta, el Santo Padre resaltó la importancia de la lectura de la Sagrada Escritura, que será el tema del próximo Sínodo de los Obispos (octubre de 2008). La Biblia, dijo, "hay que leerla en su unidad". Es un camino único. Además, en Cristo encontramos la clave de todo, y la Sagrada Escritura es un camino que tiene una dirección precisa, porque "conduce a la Cruz de Cristo". Por eso, añadió, hay que leerla en una dimensión no sólo histórica y cristológica, sino también eclesiológica, porque "todos sus pasos son pasos del pueblo de Dios".
Otro sacerdote preguntó acerca de los movimientos eclesiales. Sobre este tema, dijo el Papa, es necesario un diálogo en todos los niveles, "pero no hay que apagar los carismas". "Si el Señor nos concede nuevos dones, tenemos que agradecérselo aunque sean incómodos. Es bonito que nazcan sin una iniciativa de la jerarquía. Nacen de una iniciativa "desde abajo" -como se dice- pero en realidad, el nacimiento de nuevas formas de vida de la Iglesia, como ha sucedido en todos los siglos, también responde a una iniciativa que viene "de arriba", es decir, de los dones del Espíritu Santo".
Benedicto XVI recordó también la naturaleza espiritual de la Iglesia, afirmando que "la Iglesia, si bien sea un cuerpo, es el cuerpo de Cristo, por lo tanto un cuerpo espiritual, como dice San Pablo. La Iglesia no es una organización internacional, no es un cuerpo administrativo, ni de poder. Tampoco es una agencia social, aunque desempeñe una labor social, sino un cuerpo espiritual".
Refiriéndose después al equilibrio necesario para vivir la dimensión espiritual y pastoral, comentó que "los evangelios nos dicen: "Trabajaba de día, por la noche estaba en la montaña con el Padre y rezaba". "Tengo que confesaros -agregó- una debilidad; por la noche no puedo rezar, me gustaría dormir, pero (...), en serio, hay que dejar tiempo libre para el Señor".
Por último el Papa habló del arte sacro como de una catequesis siempre viva y de la riqueza del patrimonio artístico que a lo largo de los siglos ha inspirado la Iglesia.
AC/.../PARROCOS ROMA VIS 20070223 (530)