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Calendario VISEl 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []
CIUDAD DEL VATICANO, 26 SEP 2008 (VIS).-Se ha publicado hoy el discurso pronunciado ayer por el arzobispo Celestino Migliore, observador permanente de la Santa Sede en las Naciones Unidas, durante la 63 sesión de la asamblea general de ese organismo que debate los logros y dificultades en relación con los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
En su intervención, el prelado subrayó que esos objetivos se alcanzarán "si su cumplimiento se transforma en una prioridad para todos los estados" y que para ese fin era necesario "fomentar una nueva cultura de las relaciones humanas caracterizada por una concepción fraternal del mundo, por el imperativo moral de reconocer la unidad de la especie humana y por el imperativo práctico de ofrecer una contribución a la paz y al bienestar de todos".
"Los recursos económicos necesarios, tanto en términos de ayuda directa, asistencia financiera y beneficios para el comercio, son poca cosa comparados con los gastos militares en el mundo o con el total de los gastos de las necesidades no primarias de la población en los países desarrollados".
"En estos días -prosiguió-, somos testigos de un debate sobre el rescate económico para resolver una crisis que pone en peligro la economía de los países más desarrollados y puede dejar a millares de familias sin trabajo. Ese rescate de enormes proporciones, que supone muchas veces el total de la ayuda internacional, no puede por menos que plantear una cuestión crucial. ¿Cómo podemos encontrar fondos para salvar un sistema financiero en bancarrota y sin embargo no ser capaces de hallar los recursos necesarios para invertir en el desarrollo de todas las regiones del mundo, empezando por las menos afortunadas?".
"Por ese motivo -concluyó-, la globalización de la solidaridad para alcanzar con prontitud los Objetivos de Desarrollo del Milenio, establecidos en la Declaración del Milenio, es una obligación moral innegable de la comunidad internacional".
DELSS/OBJETIVOS MILENIO/MIGLIORE:ONU VIS 20080926 (330)
CIUDAD DEL VATICANO, 26 SEP 2008 (VIS).-El Santo Padre recibió hoy en Castelgandolfo a 300 participantes en el encuentro internacional del movimiento "Retrouvaille", cuyo objetivo es ayudar a los matrimonios en crisis.
El Papa afirmó que esta iniciativa nació en 1977 en Canadá, gracias "a la intuición de los cónyuges Guy y Jeannine Beland de ayudar a las parejas en crisis a afrontarla por medio de un programa específico, cuyo fin es reconstruir sus relaciones, no como una alternativa a las terapias psicológicas, sino como un camino distinto y complementario".
"Vosotros -dijo Benedicto XVI- no sois unos profesionales; sois esposos que a menudo han vivido en primera persona las mismas dificultades, las han superado con la gracia de Dios y el apoyo de "Retrouvaille" y han advertido el deseo y la alegría de poner, a su vez, la propia experiencia al servicio de los demás. Entre vosotros hay varios sacerdotes que acompañan a los esposos en su camino".
El Papa subrayó que las graves crisis conyugales "son una realidad que tiene dos caras. Por una parte se presenta, especialmente en su fase aguda y más dolorosa, como un fracaso; (….) esta es la cara negativa". Sin embargo, continuó, "existe otra cara, que con frecuencia desconocemos, pero que Dios ve. Cada crisis -nos lo enseña la naturaleza- es un paso a una nueva fase de vida. (…) En el momento de la ruptura, ofrecéis a la pareja una referencia positiva en la que confiar frente a la desesperación". De este modo, "vuestros encuentros ofrecen una ayuda para no perderse del todo y superar poco a poco esta situación".
Recordando el episodio de las bodas de Caná, el Santo Padre señaló que el "buen vino" que se conserva hasta el final "es símbolo de la salvación, de la nueva alianza nupcial que Jesús vino a realizar con la humanidad". En este contexto, afirmó que cuando los esposos "atraviesan momentos difíciles o -como demuestra vuestra experiencia- incluso se han separado, si confían en María y se dirigen a Aquel que ha hecho de los dos "una sola carne", pueden tener la certeza de que aquella crisis, con la ayuda del Señor, les ayudará a crecer, y que el amor se purificará, madurará y se reforzará".
"Realizáis un servicio "contra-corriente". Cada vez que una pareja entra en crisis encuentra tantas personas dispuestas a aconsejar la separación. También a los cónyuges que se han casado en el nombre del Señor se les propone con facilidad el divorcio, olvidando que el ser humano no puede separar lo que Dios ha unido".
El Papa terminó haciendo hincapié en que para realizar esta misión debían "alimentar continuamente la vida espiritual, poner amor -dijo- en lo que hacéis, para que al estar en contacto con realidades difíciles, no se agote vuestra esperanza ni se reduzca a una fórmula".
AC/MATRIMONIOS CRISIS/RETROUVAILLE VIS 20080926 (490)
CIUDAD DEL VATICANO, 26 SEP 2008 (VIS).-Benedicto XVI recibió esta mañana en el palacio apostólico de Castelgandolfo a los obispos de la Conferencia Episcopal Uruguaya al final de su visita "ad limina".
"La visita a los sepulcros de San Pedro y San Pablo -dijo el Papa- es una ocasión privilegiada para ahondar en el origen y sentido del ministerio de los sucesores de los Apóstoles, (...) una oportunidad para reforzar los lazos de unidad efectiva y afectiva del colegio episcopal, que ha de ser manifestación (...) del ideal, (...) de la comunidad eclesial desde sus orígenes, de tener "un solo corazón y una sola alma", ejemplo visible para promover el espíritu de hermandad y concordia en vuestros fieles e incluso en la sociedad actual, tantas veces dominada por el individualismo y la rivalidad exasperada".
Esa comunión se manifiesta también en la tarea de hacer efectivas y concretas las orientaciones pastorales de los obispos uruguayos inspiradas en el encuentro de Jesús con los discípulos de Emaús, cuando "el Maestro que acompaña y conversa con los suyos les explica las escrituras". Para ello, "promover el conocimiento y la meditación de la Sagrada Escritura, explicarla fielmente en la predicación y la catequesis o enseñarla en las escuelas, es una necesidad para llegar a vivir la vocación cristiana de manera más consciente, firme y segura".
"La Palabra de Dios es también la fuente y el contenido inexcusable de vuestro ministerio, (...) tanto más necesario en un tiempo en que otras muchas voces tratan de acallar a Dios en la vida personal y social, llevando a los hombres por derroteros que socavan la auténtica esperanza y se desinteresan de la verdad firme en la que puede descansar el corazón del ser humano".
"Enseñad, pues, -subrayó el Santo Padre- la fe de la Iglesia en su integridad, con la valentía y la persuasión propias de quien vive de ella y para ella, sin renunciar a proclamar explícitamente los valores morales de la doctrina católica, que a veces son objeto de debate en el ámbito político, cultural o en los medios de comunicación social, como son los que se refieren a la familia, la sexualidad y la vida (...) desde la concepción hasta su término natural".
Benedicto XVI recordó a los obispos que en su tarea contaban con "la inestimable colaboración de los sacerdotes, a los que se ha de animar constantemente para que, sin acomodarse al ambiente imperante en el mundo sean verdaderos discípulos y misioneros de Cristo, que llevan con ardor su mensaje de salvación (...) a todas las personas que anhelan sobre todo palabras aprendidas del Espíritu, más que de saberes puramente humanos. (...) De este modo darán testimonio fiel de lo que predican y ayudarán a sus hermanos a huir de una religiosidad superficial y con escasa incidencia en los compromisos éticos que la fe comporta, para aprender de Cristo a vivir "en la justicia y la santidad de la verdad".
Por último, el Papa exhortó a los prelados a no dejarse llevar por el desaliento "en tantas situaciones de indiferencia o apatía religiosa" y a seguir siendo portadores de la "esperanza que no defrauda" y partícipes del amor de Cristo por los pobres y necesitados. (...) En situaciones difíciles, que también afectan a los uruguayos, la Iglesia está llamada a mostrar la grandeza de corazón, la solidaridad y capacidad de sacrificio de la familia de los hijos de Dios para con los hermanos en dificultad".
AL/.../URUGUAY VIS 20080926 (580)
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