CIUDAD DEL VATICANO, 20 MAR 2006 (VIS).-El Papa recibió esta mañana a Su Beatitud Nerses Bedros XIX Tarmouni, patriarca de Cilicia de los Armenios (Líbano), con los miembros del Sínodo Patriarcal y un grupo de peregrinos.
En su discurso, el Santo Padre recordó los sufrimientos del pueblo armenio a lo largo de los siglos y en concreto, los padecidos "en nombre de la fe cristiana, en los años de la terrible persecución conocida con el nombre tristemente significativo de "metz yeghèrn" el gran mal".
Sin embargo, continuó Benedicto XVI, "los armenios, que siempre se han esforzado por integrarse con su laboriosidad y su dignidad en las sociedades en las que han vivido, siguen dando testimonio -también hoy- de su fidelidad al Evangelio".
Tras poner de relieve que la comunidad armenio-católica está esparcida por muchos países, el Papa afirmó que "en Oriente Medio, en Cilicia y, sucesivamente, en Líbano, la Providencia ha colocado al patriarcado de los armenios-católicos, al que todos los fieles armenios-católicos ven como un punto de referencia espiritual sólido por su tradición secular cultural y litúrgica".
El Santo Padre señaló que "diversas iglesias, que reconocen a San Gregorio el Iluminador como el padre fundador común, están divididas entre ellas, aunque si en los últimos decenios todas han reanudado un diálogo cordial y fructífero para volver a descubrir sus raíces comunes. Exhorto a esta renovada fraternidad y colaboración, con el deseo de que de ella surjan nuevas iniciativas para un recorrido común hacia la plena unidad, (...) con una jerarquía propia, en fraterna sintonía interna y en total comunión con el Obispo de Roma".
"La celebración de los 1700 años de la fundación de la Iglesia armenia, en la que participó mi querido predecesor Juan Pablo II -dijo- ha sido un signo confortante de esta deseada unidad".
Benedicto XVI terminó expresando la intención de "ser todos instrumentos a disposición de Cristo; El, que es el Camino, la Verdad y la Vida, nos conceda perseverar con todas nuestras fuerzas, para que cuanto antes haya un solo rebaño bajo un único Pastor".
AC/UNIDAD/IGLESIA ARMENIA VIS 20060320 (350)
En su discurso, el Santo Padre recordó los sufrimientos del pueblo armenio a lo largo de los siglos y en concreto, los padecidos "en nombre de la fe cristiana, en los años de la terrible persecución conocida con el nombre tristemente significativo de "metz yeghèrn" el gran mal".
Sin embargo, continuó Benedicto XVI, "los armenios, que siempre se han esforzado por integrarse con su laboriosidad y su dignidad en las sociedades en las que han vivido, siguen dando testimonio -también hoy- de su fidelidad al Evangelio".
Tras poner de relieve que la comunidad armenio-católica está esparcida por muchos países, el Papa afirmó que "en Oriente Medio, en Cilicia y, sucesivamente, en Líbano, la Providencia ha colocado al patriarcado de los armenios-católicos, al que todos los fieles armenios-católicos ven como un punto de referencia espiritual sólido por su tradición secular cultural y litúrgica".
El Santo Padre señaló que "diversas iglesias, que reconocen a San Gregorio el Iluminador como el padre fundador común, están divididas entre ellas, aunque si en los últimos decenios todas han reanudado un diálogo cordial y fructífero para volver a descubrir sus raíces comunes. Exhorto a esta renovada fraternidad y colaboración, con el deseo de que de ella surjan nuevas iniciativas para un recorrido común hacia la plena unidad, (...) con una jerarquía propia, en fraterna sintonía interna y en total comunión con el Obispo de Roma".
"La celebración de los 1700 años de la fundación de la Iglesia armenia, en la que participó mi querido predecesor Juan Pablo II -dijo- ha sido un signo confortante de esta deseada unidad".
Benedicto XVI terminó expresando la intención de "ser todos instrumentos a disposición de Cristo; El, que es el Camino, la Verdad y la Vida, nos conceda perseverar con todas nuestras fuerzas, para que cuanto antes haya un solo rebaño bajo un único Pastor".
AC/UNIDAD/IGLESIA ARMENIA VIS 20060320 (350)