Ciudad
del Vaticano, 25 de mayo 2015 (VIS).-El Santo Padre ha presidido esta
mañana los trabajos del Consejo de la Secretaría del Sínodo de los
Obispos.
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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... [+]
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lunes, 25 de mayo de 2015
Pentecostés: El Espíritu Santo nos hace capaces de dedicarnos a las obras de la justicia y de la paz
Ciudad
del Vaticano, 24 de mayo 2015 (VIS).- ''Reforzados por el Espíritu
Santo – que guía, nos guía a la verdad, que nos renueva a
nosotros y a toda la tierra... llegamos a ser capaces de luchar, sin
concesión alguna, contra el pecado, de luchar, sin concesión
alguna, contra la corrupción que, día tras día, se extiende cada
vez más en el mundo, y de dedicarnos con paciente perseverancia a
las obras de la justicia y de la paz'', afirmó el Papa Francisco
durante la misa celebrada en la basílica de San Pedro en la
solemnidad de Pentecostés.
El
Santo Padre reiteró varias veces durante su homilía que el Espíritu
Santo tanto ayer como hoy guía , renueva y da frutos, actuando en
las personas y en las comunidades, y haciéndolas capaces de
''recibir a Dios'', como afirmaron los Santos Padres.
''La
tarde de Pascua -explicó Francisco- Jesús se aparece a sus
discípulos y sopla sobre ellos su Espíritu; en la mañana de
Pentecostés la efusión se produce de manera fragorosa, como un
viento que se abate impetuoso sobre la casa e irrumpe en las mentes y
en los corazones de los Apóstoles. En consecuencia reciben una
energía tal que los empuja a anunciar en diversos idiomas el evento
de la resurrección de Cristo... Junto a ellos estaba María, la
Madre de Jesús, la primera discípula, y allí Madre de la Iglesia
naciente. Con su paz, con su sonrisa, con su maternidad, acompañaba
el gozo de la joven Esposa, la Iglesia de Jesús''.
En
el Evangelio, Jesús promete a sus discípulos que, cuando él haya
regresado al Padre, vendrá el Espíritu Santo que los ''guiará
hasta la verdad plena'' y les explica que su acción será la de
introducirles cada vez más en la comprensión de aquello que él, el
Mesías, ha dicho y hecho, de modo particular de su muerte y de su
resurrección. ''A los Apóstoles, incapaces de soportar el escándalo
de la pasión de su Maestro -recordó el Papa- el Espíritu les dará
una nueva clave de lectura para introducirles en la verdad y en la
belleza del evento de la salvación. Estos hombres, antes asustados y
paralizados, encerrados en el cenáculo para evitar las consecuencias
del viernes santo, ya no se avergonzarán de ser discípulos de
Cristo, ya no temblarán ante los tribunales humanos. Gracias al
Espíritu Santo del cual están llenos, ellos comprenden ''toda la
verdad'', esto es: que la muerte de Jesús no es su derrota, sino la
expresión extrema del amor de Dios. Amor que en la Resurrección
vence a la muerte y exalta a Jesús como el Viviente, el Señor, el
Redentor del hombre, el Señor de la historia y del mundo. Y esta
realidad, de la cual ellos son testigos, se convierte en Buena
Noticia que se debe anunciar a todos''.
El
Espíritu Santo también renueva la tierra. ''Por eso, el respeto de
la creación es una exigencia de nuestra fe: el “jardín” en el
cual vivimos no se nos ha confiado para que abusemos de él, sino
para que lo cultivemos y lo custodiemos con respeto . Pero esto es
posible solamente si Adán – el hombre formado con tierra – se
deja a su vez renovar por el Espíritu Santo, si se deja reformar por
el Padre según el modelo de Cristo, nuevo Adán. Entonces sí,
renovados por el Espíritu, podemos vivir la libertad de los hijos en
armonía con toda la creación y en cada criatura podemos reconocer
un reflejo de la gloria del Creador''.
''El
mundo tiene necesidad de hombres y mujeres no cerrados, sino llenos
de Espíritu Santo -exclamó el Pontífice al final de su homilía-
El estar cerrados al Espíritu Santo no es solamente falta de
libertad, sino también pecado. Existen muchos modos de cerrarse al
Espíritu Santo. En el egoísmo del propio interés, en el legalismo
rígido – como la actitud de los doctores de la ley que Jesús
llama hipócritas -, en la falta de memoria de todo aquello que Jesús
ha enseñado, en el vivir la vida cristiana no como servicio sino
como interés personal, entre otras cosas. En cambio, el mundo tiene
necesidad del valor, de la esperanza, de la fe y de la perseverancia
de los discípulos de Cristo''.El mundo necesita los frutos, los
dones del Espíritu Santo, como enumera san Pablo: ''amor, alegría,
paz, paciencia, afabilidad, bondad, lealtad, modestia, dominio de
sí'' . El don del Espíritu Santo ha sido dado en abundancia a la
Iglesia y a cada uno de nosotros, para que podamos vivir con fe
genuina y caridad operante, para que podamos difundir la semilla de
la reconciliación y de la paz''.
Regina Coeli: La Iglesia no nace aislada
Ciudad
del Vaticano, 24 de mayo 2015 (VIS).-El Santo Padre, como todos los
domingos a mediodía, se asomó a la ventana de su estudio para rezar
el Regina Coeli con los miles de peregrinos y fieles reunidos en la
Plaza de San Pedro.
Antes
de la oración mariana se refirió de nuevo a la solemnidad de
Pentecostés que representa ''el bautismo de la Iglesia que iniciaba
así su camino en la historia guiada por la fuerza del Espíritu
Santo''. ''Aquel acontecimiento que cambia el corazón y la vida de
los apóstoles y de los demás discípulos, repercute inmediatamente
fuera del Cenáculo -dijo-. Efectivamente, la puerta cerrada durante
cincuenta días, por fin se abre de par en par y la primera comunidad
cristiana, que ya no está replegada sobre sí misma, empieza a
hablar a la multitud de las grandes cosas que Dios ha hecho... Y
cada uno de los presentes oye hablar a los discípulos en su propia
lengua. El don del Espíritu restablece la armonía de las lenguas
que se había perdido en Babel y anticipa la dimensión universal de
la misión de los apóstoles''.
La
Iglesia ''no nace aislada, nace universal, una, católica, con una
identidad precisa pero abierta a todos, no cerrada, una identidad que
abraza al mundo entero, sin excluir a nadie. ¡La madre Iglesia no
cierra la puerta en la cara a nadie, a nadie! ¡Ni siquiera al más
pecador, a nadie! Y es así por la fuerza y la gracia del Espíritu
Santo. La madre Iglesia abre de par en par sus puertas a todos porque
es madre''.
Pentecostés
es también ''el inicio de una nueva estación: la estación del
testimonio y de la fraternidad. Es una estación que procede de las
alturas, que viene de Dios, como las lenguas de fuego que se posaron
en la cabeza de cada discípulo. Era la llama del amor que quema toda
aspereza; era la lengua del Evangelio que atraviesa los confines
erigidos por los hombres y toca los corazones de la multitud, sin
distinción de lengua, raza o nacionalidad. Como aquel día de
Pentecostés, también hoy el Espíritu Santo se efunde
constantemente sobre la Iglesia y sobre cada uno de nosotros para que
salgamos de nuestra mediocridad y nuestras cerrazones y comuniquemos
al mundo entero el amor misericordioso del Señor para que, al mismo
tiempo que anunciamos a Jesús resucitado, vivo y presente entre
nosotros, calentemos nuestros corazones y también el corazón de los
pueblos acercándolos a El, camino, verdad y vida''.
El Papa insta a la Comunidad internacional a socorrer a los prófugos del Golfo de Bengala
Ciudad
del Vaticano, 24 de mayo 2015 (VIS).-Después del Regina Coeli el
Papa manifestó su viva preocupación y su dolor por la suerte de los
numerosos prófugos del Golfo de Bengala y el mar de Andamán,
expresando también su aprecio a los países ''que se han declarado
disponibles para acoger a estas personas que enfrentan grandes
sufrimientos y peligros''. También ha instado a la Comunidad
internacional a prestar asistencia humanitaria a los prófugos.
A
continuación recordó que hoy se cumplen cien años de la entrada de
Italia en la Primera Guerra Mundial, ''esa masacre inútil'' .
''Recemos por las víctimas -dijo- pidiendo al Espíritu Santo el don
de la paz''.
También
habló de la beatificación, ayer en El Salvador, del arzobispo Oscar
Romero y en Kenia, de la religiosa italiana Irene Stefanini. ''El
primero asesinado por odio a la fe mientras celebraba la Eucaristía
-destacó- Este pastor celoso, siguiendo el ejemplo de Jesús, eligió
estar en medio de su pueblo, especialmente entre los pobres y los
oprimidos, aun a costa de su vida. Sor Irene Stefanini, misionera de
la Consolata, sirvió a la población keniana con alegría,
misericordia y compasión tierna. Que el ejemplo de estos beatos
suscite en cada uno de nosotros el deseo de testimoniar el evangelio
con valor y abnegación''.
Por
último, en la festividad de María Auxiliadora, saludó a la
comunidad salesiana y pidió que el Señor le diera fuerzas para
proseguir su tarea con el espíritu de San Juan Bosco.
Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones: ''Existe un vínculo inseparable entre nuestra fe y los pobres''
Ciudad
del Vaticano, 24 de mayo 2015 (VIS).-Se publica hoy el mensaje del
Santo Padre para la 89 Jornada Mundial de las Misiones que se
celebrará el domingo 18 de octubre de 2015 y que este año, como
escribe el Papa, se enmarca en el Año de la Vida Consagrada,
poniendo en evidencia el vínculo entre fe y misión.
Sigue
el texto completo del mensaje:
''La
Jornada Mundial de las Misiones 2015 tiene lugar en el contexto del
Año de la Vida Consagrada, y recibe de ello un estímulo para la
oración y la reflexión. De hecho, si todo bautizado está llamado a
dar testimonio del Señor Jesús proclamando la fe que ha recibido
como un don, esto es particularmente válido para la persona
consagrada, porque entre la vida consagrada y la misión subsiste un
fuerte vínculo. El seguimiento de Jesús, que ha dado lugar a la
aparición de la vida consagrada en la Iglesia, responde a la llamada
a tomar la cruz e ir tras él, a imitar su dedicación al Padre y sus
gestos de servicio y de amor, a perder la vida para encontrarla. Y
dado que toda la existencia de Cristo tiene un carácter misionero,
los hombres y las mujeres que le siguen más de cerca asumen
plenamente este mismo carácter.
La
dimensión misionera, al pertenecer a la naturaleza misma de la
Iglesia, es también intrínseca a toda forma de vida consagrada, y
no puede ser descuidada sin que deje un vacío que desfigure el
carisma. La misión no es proselitismo o mera estrategia; la misión
es parte de la “gramática” de la fe, es algo imprescindible para
aquellos que escuchan la voz del Espíritu que susurra “ven” y
“ve”. Quién sigue a Cristo se convierte necesariamente en
misionero, y sabe que Jesús ''camina con él, habla con él, respira
con él. Percibe a Jesús vivo con él en medio de la tarea
misionera'' .
La
misión es una pasión por Jesús pero, al mismo tiempo, es una
pasión por su pueblo. Cuando nos detenemos ante Jesús crucificado,
reconocemos todo su amor que nos dignifica y nos sostiene; y en ese
mismo momento percibimos que ese amor, que nace de su corazón
traspasado, se extiende a todo el pueblo de Dios y a la humanidad
entera; Así redescubrimos que él nos quiere tomar como instrumentos
para llegar cada vez más cerca de su pueblo amado y de todos
aquellos que lo buscan con corazón sincero. En el mandato de Jesús:
“id” están presentes los escenarios y los desafíos siempre
nuevos de la misión evangelizadora de la Iglesia. En ella todos
están llamados a anunciar el Evangelio a través del testimonio de
la vida; y de forma especial se pide a los consagrados que escuchen
la voz del Espíritu, que los llama a ir a las grandes periferias de
la misión, entre las personas a las que aún no ha llegado todavía
el Evangelio.
El
quincuagésimo aniversario del Decreto conciliar ''Ad gentes'' nos
invita a releer y meditar este documento que suscitó un fuerte
impulso misionero en los Institutos de Vida Consagrada. En las
comunidades contemplativas retomó luz y elocuencia la figura de
santa Teresa del Niño Jesús, patrona de las misiones, como
inspiradora del vínculo íntimo de la vida contemplativa con la
misión. Para muchas congregaciones religiosas de vida activa el
anhelo misionero que surgió del Concilio Vaticano II se puso en
marcha con una apertura extraordinaria a la misión ad gentes, a
menudo acompañada por la acogida de hermanos y hermanas provenientes
de tierras y culturas encontradas durante la evangelización, por lo
que hoy en día se puede hablar de una interculturalidad generalizada
en la vida consagrada. Precisamente por esta razón, es urgente
volver a proponer el ideal de la misión en su centro: Jesucristo, y
en su exigencia: la donación total de sí mismo a la proclamación
del Evangelio. No puede haber ninguna concesión sobre esto: quién,
por la gracia de Dios, recibe la misión, está llamado a vivir la
misión. Para estas personas, el anuncio de Cristo, en las diversas
periferias del mundo, se convierte en la manera de vivir el
seguimiento de él y recompensa los muchos esfuerzos y privaciones.
Cualquier tendencia a desviarse de esta vocación, aunque sea
acompañada por nobles motivos relacionados con la muchas necesidades
pastorales, eclesiales o humanitarias, no está en consonancia con el
llamamiento personal del Señor al servicio del Evangelio. En los
Institutos misioneros los formadores están llamados tanto a indicar
clara y honestamente esta perspectiva de vida y de acción como a
actuar con autoridad en el discernimiento de las vocaciones
misioneras auténticas. Me dirijo especialmente a los jóvenes, que
siguen siendo capaces de dar testimonios valientes y de realizar
hazañas generosas a veces contra corriente: no dejéis que os roben
el sueño de una misión auténtica, de un seguimiento de Jesús que
implique la donación total de sí mismo. En el secreto de vuestra
conciencia, preguntaos cuál es la razón por la que habéis elegido
la vida religiosa misionera y medid la disposición a aceptarla por
lo que es: un don de amor al servicio del anuncio del Evangelio,
recordando que, antes de ser una necesidad para aquellos que no lo
conocen, el anuncio del Evangelio es una necesidad para los que aman
al Maestro.
Hoy,
la misión se enfrenta al reto de respetar la necesidad de todos los
pueblos de partir de sus propias raíces y de salvaguardar los
valores de las respectivas culturas. Se trata de conocer y respetar
otras tradiciones y sistemas filosóficos, y reconocer a cada pueblo
y cultura el derecho de hacerse ayudar por su propia tradición en la
inteligencia del misterio de Dios y en la acogida del Evangelio de
Jesús, que es luz para las culturas y fuerza transformadora de las
mismas.
Dentro
de esta compleja dinámica, nos preguntamos: “¿Quiénes son los
destinatarios privilegiados del anuncio evangélico?” La respuesta
es clara y la encontramos en el mismo Evangelio: los pobres, los
pequeños, los enfermos, aquellos que a menudo son despreciados y
olvidados, aquellos que no tienen como pagarte. La evangelización,
dirigida preferentemente a ellos, es signo del Reino que Jesús ha
venido a traer: ''Existe un vínculo inseparable entre nuestra fe y
los pobres. Nunca los dejemos solos''. Esto debe estar claro
especialmente para las personas que abrazan la vida consagrada
misionera: con el voto de pobreza se escoge seguir a Cristo en esta
preferencia suya, no ideológicamente, sino como él, identificándose
con los pobres, viviendo como ellos en la precariedad de la vida
cotidiana y en la renuncia de todo poder para convertirse en hermanos
y hermanas de los últimos, llevándoles el testimonio de la alegría
del Evangelio y la expresión de la caridad de Dios.
Para
vivir el testimonio cristiano y los signos del amor del Padre entre
los pequeños y los pobres, las personas consagradas están llamadas
a promover, en el servicio de la misión, la presencia de los fieles
laicos. Ya el Concilio Ecuménico Vaticano II afirmaba: ''Los laicos
cooperan a la obra de evangelización de la Iglesia y participan de
su misión salvífica a la vez como testigos y como instrumentos
vivos''. Es necesario que los misioneros consagrados se abran cada
vez con mayor valentía a aquellos que están dispuestos a colaborar
con ellos, aunque sea por un tiempo limitado, para una experiencia
sobre el terreno. Son hermanos y hermanas que quieren compartir la
vocación misionera inherente al Bautismo. Las casas y las
estructuras de las misiones son lugares naturales para su acogida y
su apoyo humano, espiritual y apostólico.
Las
Instituciones y Obras misioneras de la Iglesia están totalmente al
servicio de los que no conocen el Evangelio de Jesús. Para lograr
eficazmente este objetivo, estas necesitan los carismas y el
compromiso misionero de los consagrados, pero también, los
consagrados, necesitan una estructura de servicio, expresión de la
preocupación del Obispo de Roma para asegurar la koinonía, de forma
que la colaboración y la sinergia sean una parte integral del
testimonio misionero. Jesús ha puesto la unidad de los discípulos,
como condición para que el mundo crea . Esta convergencia no
equivale a una sumisión jurídico-organizativa a organizaciones
institucionales, o a una mortificación de la fantasía del Espíritu
que suscita la diversidad, sino que significa dar más eficacia al
mensaje del Evangelio y promover aquella unidad de propósito que es
también fruto del Espíritu.
La
Obra Misionera del Sucesor de Pedro tiene un horizonte apostólico
universal. Por ello también necesita de los múltiples carismas de
la vida consagrada, para abordar al vasto horizonte de la
evangelización y para poder garantizar una adecuada presencia en las
fronteras y territorios alcanzados.
Queridos
hermanos y hermanas, la pasión del misionero es el Evangelio. San
Pablo podía afirmar: ''¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio!''. El
Evangelio es fuente de alegría, de liberación y de salvación para
todos los hombres. La Iglesia es consciente de este don, por lo
tanto, no se cansa de proclamar sin cesar a todos ''lo que existía
desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con
nuestros propios ojos''. La misión de los servidores de la Palabra -
obispos, sacerdotes, religiosos y laicos - es la de poner a todos,
sin excepción, en una relación personal con Cristo. En el inmenso
campo de la acción misionera de la Iglesia, todo bautizado está
llamado a vivir lo mejor posible su compromiso, según su situación
personal. Una respuesta generosa a esta vocación universal la pueden
ofrecer los consagrados y las consagradas, a través de una intensa
vida de oración y de unión con el Señor y con su sacrificio
redentor.
Mientras
encomiendo a María, Madre de la Iglesia y modelo misionero, a todos
aquellos que, ad gentes o en su propio territorio, en todos los
estados de vida cooperan al anuncio del Evangelio, os envío de todo
corazón mi Bendición Apostólica.''
Francisco reza con los pastores evangélicos pentecostales de Phoenix por la unidad de la Iglesia
Ciudad
del Vaticano, 24 de mayo 2015 (VIS).-La diócesis de Phoenix (Estados
Unidos), ha organizado una jornada de diálogo y oración, en
vísperas de Pentecostés, con un grupo de pastores evangélicos de
orientación pentecostal, entre los que se encuentra el italiano
Giovanni Traettino, a quien el Papa visitó durante su viaje a
Caserta. El Santo Padre se unió a ellos con un mensaje en vídeo
transmitido ayer tarde en apertura del encuentro (noche en Europa),
del que reproducimos amplios extractos:
“Padre,
que sean uno en nosotros para que el mundo crea que tú me has
enviado”: es el eslogan, el lema de este encuentro; la oración de
Cristo para que el Padre conceda la gracia de la unidad .Este sábado
.... voy a estar con ustedes, espiritualmente, con todo mi corazón.
Buscando juntos, pidiendo juntos la gracia de la unidad. La unidad
que está germinando en nosotros, la unidad que comienza sellada por
un solo Bautismo y que todos tenemos. La unidad que vamos buscando
juntos en el camino. La unidad espiritual de la oración, los unos
por los otros. La unidad del trabajo conjunto en la ayuda de los
hermanos, de los que creen en la soberanía de Cristo. Queridos
hermanos, la desunión es una herida en el cuerpo de la Iglesia de
Cristo. Y nosotros no queremos que esa herida permanezca. La desunión
es obra del padre de la mentira, del padre de la discordia, que
siempre busca que los hermanos estén divididos''.
''Hoy
reunidos, yo desde Roma y ustedes allí, pediremos para que el Padre
envíe el Espíritu de Jesús, el Espíritu Santo, y nos de la gracia
de que todos sean uno, “para que el mundo crea”. Y me viene a la
mente decir algo que puede ser una insensatez, o quizás una herejía,
no sé. Pero hay alguien que ‘sabe’ que, pese a las diferencias,
somos uno. Y es el que nos persigue. El que persigue hoy día a los
cristianos, el que nos unge con el martirio, sabe que los cristianos
son discípulos de Cristo: ¡que son uno, que son hermanos! No le
interesa si son evangélicos, ortodoxos, luteranos, católicos,
apostólicos…¡no le interesa! Son cristianos. Y esa sangre se
junta. Hoy estamos viviendo, queridos hermanos, el “ecumenismo de
la sangre”. Esto nos tiene que animar a hacer lo que estamos
haciendo hoy: orar, hablar entre nosotros, acortar distancias,
hermanarnos cada vez más''.
''Yo
estoy convencido de que la unidad entre nosotros no la van a hacer
los teólogos. Los teólogos nos ayudan, la ciencia de los teólogos
nos va a ayudar, pero si esperamos que los teólogos se pongan de
acuerdo, la unidad recién se va a lograr al día siguiente del día
del Juicio Final. La unidad la hace el Espíritu Santo, los teólogos
nos ayudan, ¡pero nos ayudan las buenas voluntades de todos nosotros
en el camino y el corazón abierto al Espíritu Santo!Con toda
humildad, me uno a ustedes como uno más en esta jornada de oración,
de amistad, de cercanía, de reflexión. Con la certeza de que
tenemos un solo Señor: Jesús es el Señor. Con la certeza de que
este Señor está vivo: Jesús vive, vive el Señor en cada uno de
nosotros. Con la certeza de que nos ha enviado el Espíritu que
prometió para que realizara esa “armonía” entre todos sus
discípulos''.
Beato Óscar Arnulfo Romero: Mártir que supo guiar, defender y proteger a su rebaño
Ciudad
del Vaticano, 23 de mayo 2015 (VIS).-El Santo Padre ha enviado una
carta al monseñor José Luis Escobar Alas, Presidente de la
Conferencia Episcopal de El Salvador y arzobispo de San Salvador
con motivo de la beatificación de monseñor Óscar Arnulfo Romero
Galdámez, arzobispo de esa arquidiócesis y mártir, asesinado por
odio a la fe el 24 de marzo de 1980. A la misa de beatificación,
celebrada en la Plaza del Divino Salvador del Mundo, ha participado
como representante del Papa el cardenal Angelo Amato, Prefecto de la
Congregación para las Causas de los Santos.
Sigue
el texto integral:
''La
beatificación de monseñor Óscar Arnulfo Romero Galdámez, que fue
Pastor de esa querida Arquidiócesis, es motivo de gran alegría para
los salvadoreños y para cuantos gozamos con el ejemplo de los
mejores hijos de la Iglesia. Monseñor Romero, que construyó la paz
con la fuerza del amor, dio testimonio de la fe con su vida entregada
hasta el extremo.
El
Señor nunca abandona a su pueblo en las dificultades, y se muestra
siempre solícito con sus necesidades. Él ve la opresión, oye los
gritos de dolor de sus hijos, y acude en su ayuda para librarlos de
la opresión y llevarlos a una nueva tierra, fértil y espaciosa, que
''mana leche y miel'' . Igual que un día eligió a Moisés para que,
en su nombre, guiara a su pueblo, sigue suscitando pastores según su
corazón, que apacienten con ciencia y prudencia su rebaño.
En
ese hermoso país centroamericano, bañado por el Océano Pacífico,
el Señor concedió a su Iglesia un Obispo celoso que, amando a Dios
y sirviendo a los hermanos, se convirtió en imagen de Cristo Buen
Pastor. En tiempos de difícil convivencia, Monseñor Romero supo
guiar, defender y proteger a su rebaño, permaneciendo fiel al
Evangelio y en comunión con toda la Iglesia. Su ministerio se
distinguió por una particular atención a los más pobres y
marginados. Y en el momento de su muerte, mientras celebraba el Santo
Sacrificio del amor y de la reconciliación, recibió la gracia de
identificarse plenamente con Aquel que dio la vida por sus ovejas.
En
este día de fiesta para la Nación salvadoreña, y también para los
países hermanos latinoamericanos, damos gracias a Dios porque
concedió al Obispo mártir la capacidad de ver y oír el sufrimiento
de su pueblo, y fue moldeando su corazón para que, en su nombre, lo
orientara e iluminara, hasta hacer de su obrar un ejercicio pleno de
caridad cristiana.
La
voz del nuevo Beato sigue resonando hoy para recordarnos que la
Iglesia, convocación de hermanos entorno a su Señor, es familia de
Dios, en la que no puede haber ninguna división. La fe en
Jesucristo, cuando se entiende bien y se asume hasta sus últimas
consecuencias genera comunidades artífices de paz y de solidaridad.
A esto es a lo que está llamada hoy la Iglesia en El Salvador, en
América y en el mundo entero: a ser rica en misericordia, a
convertirse en levadura de reconciliación para la sociedad.
Monseñor
Romero nos invita a la cordura y a la reflexión, al respeto a la
vida y a la concordia. Es necesario renunciar a ''la violencia de la
espada, la del odio'', y vivir ''la violencia del amor, la que dejo a
Cristo clavado en una cruz, la que se hace cada uno para vencer sus
egoísmos y para que no haya desigualdades tan crueles entre
nosotros''. Él supo ver y experimento en su propia carne ''el
egoísmo que se esconde en quienes no quieren ceder de lo suyo para
que alcance a los demás''. Y, con corazón de padre, se preocupó de
''las mayorías pobres'', pidiendo a los poderosos que convirtiesen
''las armas en hoces para el trabajo''.
Quienes
tengan a Monseñor Romero como amigo en la fe, quienes lo invoquen
como protector e intercesor, quienes admiren su figura, encuentren en
él fuerza y animo para construir el Reino de Dios, para
comprometerse por un orden social más equitativo y digno.
Es
momento favorable para una verdadera y propia reconciliación
nacional ante los desafíos que hoy se afrontan. El Papa participa de
sus esperanzas, se une a sus oraciones para que florezca la semilla
del martirio y se afiancen por los verdaderos senderos a los hijos e
hijas de esa Nación, que se precia de llevar el nombre del divino
Salvador del mundo''.
Querido
hermano, te pido, por favor, que reces y hagas rezar por mí, a la
vez que imparto la Bendición Apostólica a todos los que se unen de
diversas maneras a la celebración del nuevo Beato''.
Mensaje del Papa a la II Conferencia Internacional sobre la Mujer
Ciudad
del Vaticano, 23 de mayo 2015 (VIS).-El Papa ha enviado un mensaje de
saludo y aliento a los participantes en la II Conferencia
Internacional sobre la Mujer -que concluye hoy sus trabajos en Roma-
organizada por el Pontificio Consejo Justicia y Paz en colaboración
con la Unión Mundial de las Organizaciones Femeninas Católicas y
con la World Alliance for Life and Family, dedicada al tema ''Mujeres
hacia la agenda para el Desarrollo post-2015: ¿Qué retos de los
Objetivos para el Desarrollo Sostenible?''.
''En
las diversas partes del mundo las mujeres se enfrentan a problemas y
desafíos diferentes -escribe Francisco- En el mundo occidental
todavía sufren, a veces, la discriminación en el lugar de trabajo;
a menudo se ven obligadas a elegir entre el trabajo y la familia; su
vida de novias, esposas, madres, hermanas, abuelas, conoce a menudo
por desgracia la violencia. En los países en desarrollo y en los
más pobres son las mujeres las que llevan el peso más grande sobre
los hombros; las que recorren día a día kilometros en busca de
agua; las que muy a menudo mueren al dar a luz un hijo; las que son
secuestradss para fines de explotación sexual u obligadas al
matrimonio en edad demasiado joven o en contra de su voluntad; a
veces incluso se les niega el derecho a la vida sólo por ser
mujeres. Todas estas cuestiones se reflejan en las propuestas de los
Objetivos de Desarrollo Sostenible que actualmente se están
discutiendo en las Naciones Unidas''.
''Los
temas relacionados con la vida están intrínsecamente ligadaos a los
sociales; cuando defendemos el derecho a la vida, lo hacemos también
para que esa vida, desde su concepción hasta su fin natural, sea una
vida digna, que no conoce las heridas del hambre y la pobreza, de la
violencia y la persecución. El Papa Benedicto XVI, en su encíclica
''Caritas in veritate'' subrayaba que la Iglesia propone con fuerza
esta relación entre ética de la vida y ética social,consciente de
que 'no puede tener bases sólidas, una sociedad que -mientras afirma
valores como la dignidad de la persona, la justicia y la paz- se
contradice radicalmente aceptando y tolerando las más variadas
formas de menosprecio y violación de la vida humana, sobre todo si
es débil y marginada'.''
''A
vosotros que estáis comprometidos en la defensa de la dignidad de
las mujeres y la promoción de sus derechos, os pido que os dejéis
guiar por el espíritu de humanidad y compasión en el servicio al
prójimo. Que la competencia profesional sea vuestra cualidad
esencial, pero sin individualismo, sin mero activismo, sino con
compromiso generoso. Así haréis surgir los dones inconmensurables
con que Dios ha enriquecido a la mujer, haciéndola capaz de
comprensión y de diálogo para conciliar conflictos grandes y
pequeños, de sensibilidad para sanar las heridas y cuidar de cada
vida, también en el ámbito social, y de misericordia y ternura
para unir a las personas. Estos aspectos, junto con otros, son parte
del "genio femenino" que es necesario que se manifiesta
plenamente en beneficio de toda la sociedad''.
El Papa a las Asociaciones Cristianas de Trabajadores: Luchad por un trabajo libre, creativo, participativo y solidario
Ciudad
del Vaticano, 23 de mayo 2015 (VIS).-''Tenemos que conseguir que a
través del trabajo, libre, creativo, participativo y solidario, el
ser humano exprese y aumente la dignidad de su vida'', ha dicho el
Papa Francisco recibiendo esta mañana a los miembros de las
Asociaciones Cristianas de Trabajadores Italianos (ACLI) que este año
celebran el 70 aniversario de su fundación.
Una
conmemoración que ha brindado al Santo Padre la oportunidad de
reflexionar sobre la dimensión y la urgencia de la problemática
laboral en el mundo actual para proponer soluciones equitativas y
solidarias que puedan ponerse en práctica. ''La difusión de la
inseguridad, del trabajo ilegal y del chantaje mafioso hace que,
sobre todo los jóvenes, sientan que la falta de trabajo priva de la
dignidad, impide la plenitud de la vida humana y exige una respuesta
inmediata y vigorosa'', dijo, indicando a continuación las cuatro
características que tendrían que ser propias de todo trabajo.
En
primer lugar, el trabajo libre para que el ser humano, continuando la
obra del Creador, haga que el mundo encuentre su finalidad. Una
característica que choca con la realidad de un trabajo que se nutre
de opresiones en distintos ámbitos, desde la personal, hasta la de
las nuevas organizaciones esclavistas que oprimen a los más pobres.
''En particular muchos niños y muchas mujeres están sometidos a
una economía que obliga a un trabajo indigno que contradice a la
creación en su belleza y en su armonía. Debemos asegurarnos de que
el trabajo no sea un instrumento de alienación, sino de esperanza y
nueva vida''.
Después,
el trabajo creativo, que permite a la persona utilizar sus
capacidades únicas y originales. ''Sucede así cuando la libertad y
la creatividad … se expresan en algunas formas de empresa, de
trabajo colaborativo realizado en una comunidad que consienta un
pleno desarrollo económico y social . No podemos cortar las alas a
cuantos, especialmente los jóvenes, tienen mucho que dar con su
inteligencia y su capacidad; hay que liberarlos de las cargas que los
oprimen y les impiden entrar con pleno derecho y tan pronto como sea
posible en el mundo del trabajo''.
El
trabajo participativo corresponde a la dimensión relacional de la
persona y lleva a establecer lazos de colaboración responsable. Sin
embargo, ''allí, donde, debido a una visión economicista, se piensa
en el ser humano en clave egoísta y en los demás como medios y no
como fines, el trabajo pierde su sentido primario de continuación de
la obra de Dios.. destinada a la humanidad y de la que todos puedan
beneficiarse''.
Por
último, el trabajo solidario, para dar respuesta a los tantos
hombres y mujeres que han perdido el empleo y que tienen derecho,
ante todo a la cercanía y al interés de los demás. Las
asociaciones como la ACLI, además de lugares de acogida y encuentro,
deben preocuparse por individuar oportunidades de formación y
recalificación profesional.
Francisco
se refirió a continuación a tres aspectos de la ACLI: la presencia
fuera del país que comenzó con la emigración italiana y cuyo valor
sigue siendo actual porque de nuevo muchos jóvenes dejan Italia en
busca de un trabajo adecuado a su nivel de estudios. ''Ayudadlos en
su camino -dijo- en sus ojos podéis ver un reflejo de la mirada de
vuestros padres o de vuestros abuelos que se fueron muy lejos para
trabajar''.
Además,
la asociación está abordando el tema de la lucha contra la pobreza
y el empobrecimiento de las clases medias. ''La propuesta de una
ayuda no sólo económica a las personas por debajo del umbral de la
pobreza absoluta, que en Italia han aumentado en los últimos años,
puede aportar beneficios a toda la sociedad -afirmó el Pontífice-
Al mismo tiempo se debe evitar que caigan en la pobreza los que
hasta hace poco vivían una vida digna. Hoy basta un nada para
convertirse en pobres: la pérdida del empleo, un anciano que ya no
autosuficiente, una enfermedad en la familia, incluso - pensad en la
terrible paradoja - el nacimiento de un niño. Es una importante
batalla cultural, la de considerar el welfare una infraestructura
para el bienestar y no un costo. Podéis servir de coordinación y
de motor a la ''Alianza nueva contra la pobreza ", que tiene
como objetivo desarrollar un plan nacional para el trabajo decente y
digno''.
''La
inspiración cristiana y la dimensión popular -destacó al final el
Papa- determinan el modo de entender y actualizar histórica triple
fidelidad lealtad de las ACLI: a los trabajadores, a la democracia,
a la Iglesia. Hasta el punto de que en el contexto actual, de alguna
manera se puede decir que vuestras tres fidelidades históricas... se
resumen en una nueva y siempre actual: la fidelidad a los pobres''.
Audiencias
Ciudad
del Vaticano, 23 de mayo 2015 (VIS).-El Santo Padre ha recibido en
audiencias separadas:
-Cardenal
Marc Ouellet, Prefecto de la Congregación para los Obispos.
-Boyko
Borisov, Presidente del Consejo de ministros de Bulgaria y séquito.
-Nikola
Gruevski, Presidente del Gobierno de la ex -República Yugoslava de
Macedonia, consu esposa y séquito
Actos Pontificios
Ciudad
del Vaticano, 23 de mayo 2015 (VIS).-El Santo Padre nombró:
-Monseñor
Sergio Melillo como obispo de Ariano-Irpino-Lacedonia (superficie
781, población 74.970, católicos 74.270, sacerdotes 44, religiosos
80, diáconos permanentes 8) en Italia. El obispo electo nació en
1955 en Avellino (Italia) y fue ordenado sacerdote en 1989. Es
Licenciado en Teología Dogmática (Eclesiología) por el Pontificio
Seminario Interregional Campano de Posillipo. En su ministerio
pastoral ha sido entre otros, párroco, vicario urbano, subdirector
de Caritas diocesana, profesor de instituto, vicario general,
moderador de curia. Actualmente era vicario general de la diócesis
italiana de Avellino y párroco de la catedral de la misma ciudad.
-Arzobispo
Ghaleb Moussa Abdalá Bader como nuncio apostólico en Pakistán. El
nuevo nuncio era hasta ahora arzobispo de Argel (Argelia).
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De acuerdo con las normas internacionales sobre propiedad intelectual y derechos de autor, el VIS autoriza la reproducción parcial o total de las noticias publicadas por el Vatican Information Service, siempre que se cite la fuente (VIS – Vatican Information Service).
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