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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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jueves, 26 de febrero de 2004

AUDIENCIAS

CIUDAD DEL VATICANO, 26 FEB 2004 (VIS).-El Santo Padre recibió hoy en audiencia al cardenal Camillo Ruini, su vicario general para la diócesis de Roma, acompañado por el obispo Vincenzo Apicella, auxiliar para el sector pastoral oeste, por don Jean Jacques Boeglin, párroco de Santa Brígida, con los coadjutores; don Romano Matrone, párroco de San Hilario, con el coadjutor y don Romano Deb, párroco de San Máximo.
AP/…/… VIS 20040226 (50)

OTROS ACTOS PONTIFICIOS

CIUDAD DEL VATICANO, 26 FEB 2004 (VIS).-El Santo Padre:

- Nombró a don Pablo Varela Server y al padre José Domingo Ulloa Mendieta, O.S.A., obispos auxiliares de la archidiócesis Panamá (superficie 13.275, población 704.117, católicos 633.705, sacerdotes 199, religiosos 374, diáconos permanentes 52) en Panamá. El obispo electo Varela Server nació en 1942 en Denia (España), fue ordenado sacerdote en 1970 y hasta ahora era rector de la Universidad de Santa María la Antigua. El obispo electo Ulloa Mendieta nació en 1956 en Chitré (Panamá), fue ordenado sacerdote en 1983, pronunció los votos solemnes en 1991 y hasta ahora era párroco de la catedral de San Juan Bautista en Chitré y vicario provincial de los agustinos en Panamá.

- Nombró a Monseñor Stanislav Stolarik obispo auxiliar de la archidiócesis de Kosice (superficie 10.403, población 1.120.136, católicos 678.174, sacerdotes 403, religiosos 469, diáconos permanentes 2) en Eslovaquia. El obispo electo nació en 1955 en Roznava (Eslovaquia), fue ordenado sacerdote en 1978 y hasta ahora era párroco de San Nicolás en Presov (Eslovaquia).
NEA/…/VARELA:ULLOA:STOLARIK VIS 20040226 (120)

A LOS PARROCOS: DEDICAD TIEMPO Y ENERGIAS A LAS FAMILIAS

CIUDAD DEL VATICANO, 26 FEB 2004 (VIS).-Juan Pablo II se reunió esta mañana, siguiendo la tradición al inicio de la Cuaresma, con los párrocos de la diócesis de Roma a quienes anunció que a partir del próximo sábado reanudará sus encuentros en el Vaticano con las comunidades parroquiales que le faltan por visitar.

Tras las palabras del cardenal vicario de Roma, Camillo Ruini, y las intervenciones de algunos sacerdotes, que estuvieron centradas en los diversos aspectos del programa pastoral sobre la familia, el Papa habló a los presentes.

El Papa improvisó unas palabras de modo informal. "'Est tempus concludendi' -dijo-, mirando especialmente a estos hermanos nuestros que durante todo el tiempo han estado de pie porque les faltaba una silla, una silla más: somos muchos". Juan Pablo II dio las gracias al cardenal Ruini y a todos los sacerdotes, y agregó: "Ahora quiero resumir un poco".

"En primer lugar, Roma: ¿qué quiere decir Roma? Ciudad petrina. Y cada parroquia es petrina. Son 340 las parroquias de Roma. He visitado ya 300. Faltan 40. Pero desde este sábado empezaremos a completar el número de las visitas. Esperemos que todo vaya bien".

"El tema es la familia. Familia significa 'Varón y hembra los creó'. Quiere decir: amor y responsabilidad. De estas dos palabras brotan todas las consecuencias. Se escucha hablar mucho de estas consecuencias a propósito del matrimonio, de la familia, de los padres, de los hijos, de la escuela".

"Doy gracias a todos vosotros porque habéis explicado estas consecuencias, esta realidad. Ciertamente, esta preocupación pertenece a la parroquia. Aprendí hace mucho tiempo, desde cuando estaba en Cracovia, a vivir al lado de las parejas, de las familias. He seguido también de cerca el camino que lleva a dos personas, un hombre y una mujer, a crear una familia y, con el matrimonio, a convertirse en esposos, padres, con todas las consecuencias que conocemos".

"Gracias por vuestra solicitud pastoral con las familias y porque queréis resolver todos los problemas que la familia puede llevar aparejados. Os deseo que prosigáis con acierto por este campo di vital importancia, porque a través de la familia pasa el futuro de la Iglesia y el futuro del mundo. Os deseo que preparéis este futuro bueno para Roma, para vuestra patria, Italia, y para el resto del mundo. ¡Mis mejores deseos!".

"Aquí esta el texto que había preparado, pero me lo he saltado. Lo encontraréis en 'L'Osservatore Romano'".

"Aquí están escritas también algunas frases en romanesco (el dialecto de Roma) 'Dàmose da fa!' (¡Manos a la obra!), 'Volèmose bene!' (¡A querernos todos!), 'Semo romani!' (¡Somos romanos!). No he aprendido el romanesco: ¿quiere decir que no soy un buen obispo de Roma?".

En el discurso que el Santo Padre había preparado pero no leyó, escribe que "reconocer el papel central de la familia en el designio de Dios sobre el ser humano, y por tanto, en la vida de la Iglesia y de la sociedad, es una tarea irrenunciable, que ha animado estos 25 años de pontificado, y ya antes mi ministerio de sacerdote y de obispo y también mis años de estudiante y de profesor universitario".

Al crear al hombre y a la mujer a su imagen, continúa, Dios ha inscrito en ellos la vocación, "y por tanto, la capacidad y la responsabilidad del amor y de la comunión. Esta vocación se puede realizar en dos modos específicos: el matrimonio y la virginidad".

"El matrimonio y la familia no se pueden considerar por tanto un simple producto de las circunstancias históricas, o una superestructura impuesta desde fuera al amor humano. Al contrario, son una exigencia interior de este amor, para que pueda realizarse en su verdad y en su plenitud de donación recíproca". La unidad, indisolubilidad y apertura a la vida, características de la unión conyugal, "que hoy -dice- se desconocen y rechazan con frecuencia, son sin embargo necesarias para que el pacto de amor sea auténtico. Precisamente de esta manera el vínculo que une al hombre y a la mujer es imagen y símbolo de la alianza entre Dios y su pueblo. (…) Por eso, el matrimonio entre bautizados es sacramento, signo eficaz de gracia y de salvación".

El Santo Padre pide a los sacerdotes que no se cansaran nunca de "proponer, anunciar y testimoniar esta gran verdad del amor y del matrimonio cristiano". Tras hacer hincapié en el "papel fundamental e insustituible de la familia, tanto en la vida de la Iglesia como en la de la sociedad civil", señala que para sostener a las familias cristianas "es necesaria la solicitud pastoral de nosotros, sacerdotes".

"No tengáis miedo -añade- de entregaros totalmente a las familias, de dedicarles vuestro tiempo y vuestras energías, los talentos espirituales que el Señor os ha dado. Sed amigos atentos y de los que se pueda confiar, además de pastores y maestros. Acompañadlas y sostenedlas con la oración, proponedles con verdad y con amor, sin reservas o interpretaciones arbitrarias, el Evangelio del matrimonio y de la familia. Estad cerca de ellas espiritualmente en las pruebas que la vida reserva a menudo, ayudándoles a comprender que la Iglesia, además de maestra, es siempre madre para ellos. Asimismo, educad a los jóvenes a entender y apreciar el verdadero significado del amor y a prepararse así a formar familias cristianas auténticas".

Juan Pablo II escribe que "los comportamientos errados y con frecuencia aberrantes que se proponen públicamente, y que son también ostentados y exaltados, y el mismo contacto cotidiano con las dificultades y las crisis de muchas familias pueden provocar también en nosotros la tentación de la desconfianza y de la resignación. Tenemos que vencerla con la ayuda de Dios. (…) Hoy no es menos fuerte la acción del Espíritu Santo. (…) Por eso -termina-, cuanto mayores son las dificultades, más fuerte es nuestra confianza en el presente y en el futuro de la familia y más generoso y apasionado debe ser nuestro servicio de sacerdotes a las familias".
AC/FAMILIA/PARROCOS ROMA VIS 20040226 (850)

A LOS PARROCOS: DEDICAD TIEMPO Y ENERGIAS A LAS FAMILIAS

CIUDAD DEL VATICANO, 26 FEB 2004 (VIS).-Juan Pablo II se reunió esta mañana, siguiendo la tradición al inicio de la Cuaresma, con los párrocos de la diócesis de Roma a quienes anunció que a partir del próximo sábado reanudará sus encuentros en el Vaticano con las comunidades parroquiales que le faltan por visitar.

Tras las palabras del cardenal vicario de Roma, Camillo Ruini, y las intervenciones de algunos sacerdotes, que estuvieron centradas en los diversos aspectos del programa pastoral sobre la familia, el Papa habló a los presentes.

El Papa improvisó unas palabras de modo informal. "'Est tempus concludendi' -dijo-, mirando especialmente a estos hermanos nuestros que durante todo el tiempo han estado de pie porque les faltaba una silla, una silla más: somos muchos". Juan Pablo II dio las gracias al cardenal Ruini y a todos los sacerdotes, y agregó: "Ahora quiero resumir un poco".

"En primer lugar, Roma: ¿qué quiere decir Roma? Ciudad petrina. Y cada parroquia es petrina. Son 340 las parroquias de Roma. He visitado ya 300. Faltan 40. Pero desde este sábado empezaremos a completar el número de las visitas. Esperemos que todo vaya bien".

"El tema es la familia. Familia significa 'Varón y hembra los creó'. Quiere decir: amor y responsabilidad. De estas dos palabras brotan todas las consecuencias. Se escucha hablar mucho de estas consecuencias a propósito del matrimonio, de la familia, de los padres, de los hijos, de la escuela".

"Doy gracias a todos vosotros porque habéis explicado estas consecuencias, esta realidad. Ciertamente, esta preocupación pertenece a la parroquia. Aprendí hace mucho tiempo, desde cuando estaba en Cracovia, a vivir al lado de las parejas, de las familias. He seguido también de cerca el camino que lleva a dos personas, un hombre y una mujer, a crear una familia y, con el matrimonio, a convertirse en esposos, padres, con todas las consecuencias que conocemos".

"Gracias por vuestra solicitud pastoral con las familias y porque queréis resolver todos los problemas que la familia puede llevar aparejados. Os deseo que prosigáis con acierto por este campo di vital importancia, porque a través de la familia pasa el futuro de la Iglesia y el futuro del mundo. Os deseo que preparéis este futuro bueno para Roma, para vuestra patria, Italia, y para el resto del mundo. ¡Mis mejores deseos!".

"Aquí esta el texto que había preparado, pero me lo he saltado. Lo encontraréis en 'L'Osservatore Romano'".

"Aquí están escritas también algunas frases en romanesco (el dialecto de Roma) 'Dàmose da fa!' (¡Manos a la obra!), 'Volèmose bene!' (¡A querernos todos!), 'Semo romani!' (¡Somos romanos!). No he aprendido el romanesco: ¿quiere decir que no soy un buen obispo de Roma?".

En el discurso que el Santo Padre había preparado pero no leyó, escribe que "reconocer el papel central de la familia en el designio de Dios sobre el ser humano, y por tanto, en la vida de la Iglesia y de la sociedad, es una tarea irrenunciable, que ha animado estos 25 años de pontificado, y ya antes mi ministerio de sacerdote y de obispo y también mis años de estudiante y de profesor universitario".

Al crear al hombre y a la mujer a su imagen, continúa, Dios ha inscrito en ellos la vocación, "y por tanto, la capacidad y la responsabilidad del amor y de la comunión. Esta vocación se puede realizar en dos modos específicos: el matrimonio y la virginidad".

"El matrimonio y la familia no se pueden considerar por tanto un simple producto de las circunstancias históricas, o una superestructura impuesta desde fuera al amor humano. Al contrario, son una exigencia interior de este amor, para que pueda realizarse en su verdad y en su plenitud de donación recíproca". La unidad, indisolubilidad y apertura a la vida, características de la unión conyugal, "que hoy -dice- se desconocen y rechazan con frecuencia, son sin embargo necesarias para que el pacto de amor sea auténtico. Precisamente de esta manera el vínculo que une al hombre y a la mujer es imagen y símbolo de la alianza entre Dios y su pueblo. (…) Por eso, el matrimonio entre bautizados es sacramento, signo eficaz de gracia y de salvación".

El Santo Padre pide a los sacerdotes que no se cansaran nunca de "proponer, anunciar y testimoniar esta gran verdad del amor y del matrimonio cristiano". Tras hacer hincapié en el "papel fundamental e insustituible de la familia, tanto en la vida de la Iglesia como en la de la sociedad civil", señala que para sostener a las familias cristianas "es necesaria la solicitud pastoral de nosotros, sacerdotes".

"No tengáis miedo -añade- de entregaros totalmente a las familias, de dedicarles vuestro tiempo y vuestras energías, los talentos espirituales que el Señor os ha dado. Sed amigos atentos y de los que se pueda confiar, además de pastores y maestros. Acompañadlas y sostenedlas con la oración, proponedles con verdad y con amor, sin reservas o interpretaciones arbitrarias, el Evangelio del matrimonio y de la familia. Estad cerca de ellas espiritualmente en las pruebas que la vida reserva a menudo, ayudándoles a comprender que la Iglesia, además de maestra, es siempre madre para ellos. Asimismo, educad a los jóvenes a entender y apreciar el verdadero significado del amor y a prepararse así a formar familias cristianas auténticas".

Juan Pablo II escribe que "los comportamientos errados y con frecuencia aberrantes que se proponen públicamente, y que son también ostentados y exaltados, y el mismo contacto cotidiano con las dificultades y las crisis de muchas familias pueden provocar también en nosotros la tentación de la desconfianza y de la resignación. Tenemos que vencerla con la ayuda de Dios. (…) Hoy no es menos fuerte la acción del Espíritu Santo. (…) Por eso -termina-, cuanto mayores son las dificultades, más fuerte es nuestra confianza en el presente y en el futuro de la familia y más generoso y apasionado debe ser nuestro servicio de sacerdotes a las familias".
AC/FAMILIA/PARROCOS ROMA VIS 20040226 (850)
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