Inicio - VIS Vaticano - Recibir VIS - Contáctenos - Calendario VIS

El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

últimas 5 noticias

VISnews en Twitter Ver en YouTube

lunes, 9 de enero de 2012

EL PAPA BAUTIZA A 16 NIÑOS EN LA CAPILLA SIXTINA



CIUDAD DEL VATICANO, 8 ENE 2012 (VIS).- Esta mañana, festividad del Bautismo del Señor, el Santo Padre presidió en la Capilla Sixtina la santa misa en el curso de la cual bautizó a 16 niños.

    En su homilía, Benedicto XVI comentó la lectura del salmo de Isaías al que los fieles responden: “Sacaremos agua con alegría de las fuentes de la salvación”. “Como personas adultas –dijo-  nos hemos comprometido a acudir a las fuentes buenas, por  nuestro bien y el de aquellos confiados a nuestra responsabilidad;  en particular vosotros padres, padrinos y madrinas, por el bien de estos niños. ¿Y cuáles son “las fuentes de la salvación”? Son la Palabra de Dios y los Sacramentos”.

  “Los adultos –prosiguió-  son los primeros que tienen que beber  de estas fuentes para guiar a los más jóvenes en su crecimiento. Los padres deben dar tanto, pero para dar tienen necesidad, a su vez, de recibir; de lo contrario,  se vacían.  Los padres no son la fuente, como tampoco lo somos  nosotros, los  sacerdotes:  somos más bien canales, a través de los cuales debe pasar la linfa vital del amor de Dios. Si nos alejamos de la fuente (...) no somos capaces de educar a los demás”.

“La primera y principal educación se realiza a través del testimonio”, subrayó el pontífice, pasando a explicar el evangelio que habla de San Juan Bautista. “Un gran educador de sus discípulos  porque los condujo  al encuentro con Jesús, del cual dio  testimonio (...) El verdadero educador no liga a las personas a sí mismo, no es posesivo. Quiere que su hijo, o su discípulo aprenda a conocer la verdad y establezca con ella una relación personal. El educador cumple su deber hasta el final, no hace faltar su presencia atenta y fiel; pero su objetivo es que el educando escuche la voz de la verdad (...) y  la siga en un camino personal”.

   San Juan Evangelista afirma: “Es el Espíritu el que da testimonio”, por eso,  es muy importante que los padres, padrinos y madrinas crean “fuertemente en la presencia y en la acción del Espíritu Santo y lo invoquen  y reciban  mediante la oración y los Sacramentos. Es él quien ilumina la mente y caldea el corazón del educador para que transmita el conocimiento y el amor de Jesús. La oración es la primera condición para educar, porque rezando nos ponemos en la situación de  dejar a Dios la iniciativa (...) Y, al mismo tiempo, al rezar, prestamos oído a  las inspiración de Dios para hacer bien la parte  que nos incumbe. Los sacramentos, especialmente la Eucaristía y la Penitencia, nos permiten llevar a cabo nuestra misión educativa en unión con Cristo, en comunión con Él y continuamente renovados por su perdón”.

   El Papa concluyó confiando a los nuevos bautizado a  María Santísima, “para que crezcan en edad, sabiduría y gracia y lleguen a ser verdaderos cristianos, testigos fieles y gozosos del amor de Dios”.
HML/        VIS 20120109 (500)

ANGELUS: CADA UNO DE NOSOTROS ES QUERIDO Y AMADO POR DIOS


CIUDAD DEL VATICANO, 8 ENE 2012 (VIS).-Tras la Santa Misa en la Capilla Sixtina, durante la que bautizó a un grupo de niños, el Santo Padre rezó el Ángelus con los fieles y los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro. Benedicto XVI introdujo la oración mariana con estas palabras:

  “Hoy celebramos la fiesta del Bautismo del Señor. (…) Quisiera proponer una breve reflexión sobre nuestro ser hijos de Dios. Tomemos como punto de partida nuestro ser simplemente hijos: esta es la condición fundamental que todos tenemos en común. (…) Venir al mundo no es nunca una elección nuestra. (…) Sin embargo, durante la vida podemos madurar una actitud libre ante la vida misma: podemos acogerla como un don (…). Ese paso marca una inflexión de madurez en nuestro ser y en la relación con nuestros padres, que se llena de gratitud”. (…)

  “También respecto a Dios somos todos hijos. Dios está en el origen de la existencia de toda criatura, y es Padre de modo singular de cada ser humano: mantiene con él o con ella una relación única, personal. Cada uno de nosotros ha sido querido, y es amado, por Dios. (…) Mediante la fe, mediante un ‘sí’ profundo y personal a Dios como origen y fundamento de mi existencia, (…) yo acojo la vida como un don del Padre que está en los Cielos, (…) al que siento en lo más profundo del corazón como Padre mío y de todos mis hermanos de la humanidad, un Padre inmensamente bueno y fiel”.

  “Esta fe en Dios Padre se basa en Jesucristo: su persona y su historia nos revelan al Padre (…). Creer que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, permite ‘renacer de lo alto’, es decir, de Dios, que es Amor. (…) Este es el sentido del sacramento del bautismo: es un nuevo nacimiento, que acontece gracias al Espíritu Santo”.

  “Este domingo concluye el tiempo de Navidad. Demos gracias a Dios por este gran misterio (…). Dios se ha hecho hijo del hombre, para que el hombre se convierta en hijo de Dios. Renovemos por tanto la alegría de ser hijos: (…) nacidos del amor de un padre y una madre, y renacidos del amor de Dios mediante el Bautismo”.

  Para terminar, Benedicto XVI saludó en diversos idiomas a los peregrinos congregados bajo la ventana de su estudio, en el Palacio Apostólico Vaticano.
ANG/                                                    VIS 20120109 (410)

DISCURSO DEL SANTO PADRE AL CUERPO DIPLOMÁTICO



CIUDAD DEL VATICANO, 9 ENE 2012 (VIS).- Esta mañana, en la Sala Regia del Palacio Apostólico Vaticano, Benedicto XVI pronunció su discurso anual a los miembros del Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede. El Papa fue saludado en primer lugar por el decano del Cuerpo, el embajador Alejandro Emilio Valladares Lanza, de Honduras y recibió las felicitaciones de todos los embajadores a través del vice-decano el embajador Jean-Claude Michel del Principado de Mónaco.

  Actualmente la Santa Sede tiene relaciones diplomáticas plenas con 179  países, a los que hay que añadir la Unión Europea y la Soberana Orden Militar de Malta y una misión con carácter especial: la Oficina de la Organización para la Liberación de Palestina. 

  Por lo que se refiere a las Organizaciones Internacionales, la Santa  Sede está presente en la ONU en calidad de "Estado observador" y es además miembro de 7 Organizaciones o Agencias del Sistema ONU, observador en otras 8 y miembro u observador en 5 Organizaciones regionales.

  Siguen amplios extractos del discurso del Santo Padre:

  “A través de vosotros, extiendo mi felicitación a todas las naciones que representáis, y con las que la Santa Sede mantiene relaciones diplomáticas. El año pasado tuvimos la alegría de que Malasia se uniera a esta comunidad (...) Los Acuerdos aprobados en el 2011 con Azerbaiyán, Montenegro y Mozambique, son signos de la cooperación entre la Iglesia católica y los Estados (...) Asimismo, la Santa Sede desea entablar un diálogo fructífero con los Organismos internacionales y regionales, señalando a este respecto con satisfacción que los países miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) han acogido el nombramiento de un Nuncio Apostólico acreditado ante esa organización. No puedo dejar de mencionar que, al menos desde el pasado diciembre, la Santa Sede ha reforzado su larga colaboración con la Organización Internacional para las Migraciones, convirtiéndose en miembro de pleno derecho”.

  “Deseo en fin saludar a Sudán del Sur que, en el pasado mes de julio, se ha constituido como Estado soberano. Me alegro de que este paso se haya dado de modo pacífico. Por desgracia, en los últimos meses se han sucedido tensiones y enfrentamientos, y deseo que todos unan sus esfuerzos para que las poblaciones de Sudán y Sudán del Sur alcancen un período de paz, libertad y desarrollo”.
   
 “El encuentro de hoy se desarrolla tradicionalmente al final de las fiestas de Navidad, en las que la Iglesia celebra la venida del Salvador. Él viene en la obscuridad de la noche, y por tanto su presencia es fuente inmediata de luz y alegría (...) Realmente, el mundo está en la oscuridad allí donde el hombre no reconoce ya su vínculo con el Creador, poniendo en peligro asimismo su relación con las demás criaturas y con la creación misma. El momento actual está marcado lamentablemente por un profundo malestar y por diversas crisis: económicas, políticas y sociales, que son su expresión dramática”.

   “En este sentido, no puedo dejar de mencionar ante todo las graves y preocupantes consecuencias de la crisis económica y financiera mundial. Ésta no solo ha golpeado a las familias y empresas de los países económicamente más avanzados, en los que ha tenido su origen, creando una situación en la que muchos, sobre todo jóvenes, se han sentido desorientados y frustrados en sus aspiraciones de un futuro sereno, sino que ha marcado también profundamente la vida de los países en vías de desarrollo. No nos debemos desanimar sino reemprender con decisión nuestro camino, con nuevas formas de compromiso. La crisis puede y debe ser un acicate para reflexionar sobre la existencia humana y la importancia de su dimensión ética, antes que sobre los mecanismos que gobiernan la vida económica: no solo para intentar encauzar las partes individuales o las economías nacionales, sino para dar nuevas reglas que aseguren a todos la posibilidad de vivir dignamente y desarrollar sus capacidades en bien de toda la comunidad”.

 “Los efectos de la situación actual de incertidumbre afectan de modo particular a los jóvenes. Su malestar ha sido la causa de los fermentos que en los últimos meses han golpeado, a veces duramente, diversas regiones. Me refiero sobre todo a África del Norte y a Medio Oriente, donde los jóvenes que, al igual que otros, sufren la pobreza y el desempleo y temen la falta de expectativas seguras, han puesto en marcha lo que se ha convertido en un vasto movimiento de reivindicación de reformas y de participación más activa en la vida política y social (...)A pesar del optimismo inicial, se abre paso el reconocimiento de las dificultades de este momento de transición y cambio (...) El respeto de la persona debe estar en el centro de las instituciones y las leyes, debe contribuir a acabar con la violencia y prevenir el riesgo de que la debida atención a las demandas de los ciudadanos y la necesaria solidaridad social se transformen en meros instrumentos para conservar o conquistar el poder. Invito a la comunidad internacional a dialogar con los actores de los procesos en marcha, en el respeto de los pueblos y siendo conscientes de que la construcción de sociedades estables y reconciliadas, que se oponen a toda discriminación injusta, en particular de orden religioso, constituye un horizonte que es más amplio y va más allá de las simples elecciones”.

 “Siento una gran preocupación por la población de los países que sufren todavía tensiones y violencias, en particular Siria, en la que espero se ponga rápidamente fin al derramamiento de sangre y se inicie un diálogo fructífero entre los actores políticos, favorecido por la presencia de observadores independientes. En Tierra Santa, donde las tensiones entre palestinos e israelitas repercuten en el equilibrio de todo el Medio Oriente, es necesario que los responsables de estos dos pueblos adopten decisiones valerosas y clarividentes en favor de la paz. He sabido con agrado que, gracias a una iniciativa del reino de Jordania, el diálogo se ha retomado. Espero que continúe hasta que se llegue a una paz duradera, que garantice el derecho de los dos pueblos a vivir con seguridad y en Estados soberanos, dentro de unas fronteras definidas y reconocidas internacionalmente. (...)Sigo también con gran atención la marcha de los acontecimientos en Irak, deplorando los atentados que  han causado recientemente la pérdida de numerosas vidas humanas, y animo a sus autoridades a proseguir con firmeza por el camino de una plena reconciliación nacional”.

 “La educación es un tema crucial para todas las generaciones, ya que de ella depende tanto el sano desarrollo de cada persona como el futuro de toda la sociedad (...) Además de un objetivo claro, que es el que los jóvenes conozcan plenamente la realidad y por tanto la verdad, la educación necesita de lugares. El primero es la familia, fundada sobre el matrimonio entre un hombre y una mujer. No se trata de una simple convención social, sino más bien de la célula fundamental de toda la sociedad. Consecuentemente, las políticas que suponen un ataque a la familia amenazan la dignidad humana y el porvenir mismo de la humanidad (...) Se necesitan políticas que valoricen y favorezcan la cohesión social y el diálogo. En la familia la persona se abre al mundo y a la vida (...) En este contexto de apertura a la vida, he recibido con satisfacción la reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que prohíbe patentar los procedimientos que utilicen células madre embrionarias humanas, así como la resolución de la Asamblea parlamentaria del Consejo de Europa, que condena la selección prenatal del sexo. De forma más genérica, y mirando sobre todo al mundo occidental, estoy convencido de que las medidas legislativas que tantas veces no solo permiten sino que favorecen el aborto, ya sea por motivos de conveniencia o por razones médicas discutibles, se oponen a la educación de los jóvenes y por tanto al futuro de la humanidad”.

“Un papel igualmente esencial para el desarrollo de la persona corresponde a las instituciones educativas (...) Es necesario realizar políticas de formación que hagan accesible a todos la educación escolar y que, además de promover el desarrollo cognitivo de la persona, se haga cargo del crecimiento armonioso de la personalidad, incluyendo su apertura al Transcendente. La Iglesia católica se ha mostrado siempre particularmente activa en el área de las instituciones escolares y académicas, cumpliendo una apreciable labor al lado de las instituciones estatales. Deseo por tanto que esta contribución sea reconocida y valorada también por las legislaciones nacionales”.

  “A este respecto, se comprende que una labor educativa eficaz requiera igualmente el respeto de la libertad religiosa. Ésta se caracteriza por una dimensión individual, así como por una dimensión colectiva y una dimensión institucional. Se trata del primer derecho del hombre, porque expresa la realidad más fundamental de la persona. Este derecho, con demasiada frecuencia y por distintos motivos, se sigue limitando y violando. Al tratar este tema no puedo dejar de honrar la memoria del ministro paquistaní Shahbaz Bhatti, cuyo combate infatigable por los derechos de las minorías culminó con su trágica muerte”.

 “Desgraciadamente no se trata de un caso aislado. En muchos países, los cristianos son privados de sus derechos fundamentales y marginados de la vida pública; en otros, sufren ataques violentos contra sus iglesias y sus casas (...) En otras partes del mundo, se constatan políticas orientadas a marginar el papel de la religión en la vida social, como si fuera causa de intolerancia, en lugar de contribuir de modo apreciable a la educación en el respeto de la dignidad humana, la justicia y la paz. Asimismo, el terrorismo con motivaciones religiosas se ha cobrado el pasado año numerosas víctimas, sobre todo en Asia y África (...) La religión no puede ser utilizada como pretexto para eludir las reglas de la justicia y del derecho en favor del «bien» que ella misma persigue”.

“Quisiera mencionar también algunos signos alentadores en el ámbito de la libertad religiosa. Me refiero a la modificación legislativa gracias a la cual la personalidad jurídica pública de las minorías religiosas ha sido reconocida en Georgia; pienso también en la sentencia de la Corte Europea de los Derechos Humanos a favor de la presencia del crucifijo en las aulas de las escuelas italianas (...) Espero que Italia sigua apostando por una relación equilibrada entre la Iglesia y el Estado, constituyendo así un ejemplo que las otras naciones puedan mirar con respeto e interés”.

 “En el continente africano (...) es esencial que la colaboración entre las comunidades cristianas y los gobiernos permita abrir un camino de justicia, paz y reconciliación, donde los miembros de todas las etnias y religiones sean respetados. Es doloroso constatar que, en distintos países del continente, este objetivo está todavía muy lejano. Me refiero de modo particular al aumento de la violencia en Nigeria (...)  a las secuelas de la guerra civil en Costa de Marfil, a la persistente inestabilidad de la Región de los Grandes Lagos y a la urgencia humanitaria en los países del Cuerno del África. Pido una vez más a la Comunidad internacional su ayuda solícita para encontrar una solución a la crisis que después de tantos años perdura en Somalia”.

 “Por último, quiero hacer hincapié en que una educación correctamente entendida debe favorecer el respeto a la creación. No se pueden olvidar las graves calamidades naturales que, a lo largo del 2011, han afectado a distintas regiones del Sudeste asiático y los desastres ecológicos como el de la central nuclear de Fukushima en Japón. La salvaguarda del medio ambiente, la sinergia entre la lucha contra la pobreza y el cambio climático constituyen ámbitos importantes para la promoción del desarrollo humano integral. Por consiguiente, deseo que después de la 17ª sesión de la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se ha concluido recientemente en Durban, la Comunidad internacional, como una auténtica “familia de naciones” y, por tanto, con un gran sentido de solidariedad y responsabilidad hacia las generaciones presentes y futuras, se prepare para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible («Río + 20»).

  “Animada por la certeza de la fe, la Santa Sede sigue ofreciendo su aportación a la Comunidad internacional, según la doble intención que el Concilio Vaticano II –del que este año se celebra el 50 aniversario – ha definido claramente: proclamar la altísima vocación del hombre y la divina semilla que en él está presente, y ofrecer al género humano una sincera colaboración para lograr la fraternidad universal que responda a esa vocación”.
CD/        VIS 20120109 (2.090)

Copyright © VIS - Vatican Information Service