Ciudad
del Vaticano, 10 de marzo 2015 (VIS).-El cardenal Leonardo Sandri,
Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, ha
dirigido una carta a todos los obispos del mundo en vista de la
colecta a favor de las comunidades de fieles y los lugares de Tierra
Santa, que tradicionalmente tiene lugar el Viernes Santo. La carta
está firmada también por el arzobispo Cyril Vasil, S.I., Secretario
del mismo dicasterio.
El
cardenal, recordando el momento particularmente dramático que vive
esa región, escribe: ''Actualmente son millones las personas
desalojadas que huyen de Siria y de Irak, donde el rumor de las armas
no calla y la vía de la concordia y del diálogo parece estar
completamente perdida, mientras parece prevalecer el odio insensato
de quien mata y la desesperación desarmante de quien ha perdido todo
y ha sido expulsado de la tierra de sus padres. Si a los cristianos
de Tierra Santa se les exhorta a resistir, cuanto sea posible, contra
toda tentación de huida, por su parte a los fieles de todo el mundo
se les pide que estén atentos con toda solicitud a esta
circunstancia que aquéllos están viviendo. En ella se encuentran
los hermanos pertenecientes a las diversas confesiones cristianas, en
un Ecumenismo de la sangre que concurre al triunfo de la unidad: ''ut
omnes unum sint!'' .La Collecta pro Terra Sancta en este año es, más
que nunca, una ocasión preciosa para hacernos peregrinos en la fe –
siguiendo el ejemplo del Santo Padre, que visitó en el pasado mes de
mayo esta lengua de Tierra tan querida para cristianos, hebreos y
musulmanes – y para promover el diálogo a través de la concordia,
la oración y el compartir entre todos los hermanos en Cristo''.
Los
territorios que se benefician, bajo diversas formas y entidades, de
la ayuda procedente de la colecta son: Jerusalén, Palestina e
Israel; Jordania, Chipre, Siria, Líbano, Egipto, Etiopía y Eritrea,
Turquía, Irán e Iraq.
En
un documento preparado por la Custodia de Tierra Santa se detallan
las obras realizadas gracias a la colecta de 2014. Los fondos para
emergencias se distribuyeron sobre todo en Siria e Iraq. A través
de la colecta se financieron también diversos proyectos de ayuda a
las empresas artesanales en Jordania; consultorios familiares,
reestructuración de hogares y asistencia médica en Belén;
construcción de viviendas para familias pobres y parejas jóvenes
que quieren permanecer en Tierra Santa, en Jerusalén. La suma de la
colecta se destinó también a escuelas, universidades y obras
culturales -a través de la Custodia de Tierra Santa-, como la
Facultad de Ciencias Bíblicas y de Arqueología del Studium Biblicum
Francescanum de Jerusalén y el Franciscan Media Center, así como a
la manutención y restauración de los Santos Lugares.