CIUDAD DEL VATICANO, 5 OCT 2005 (VIS).-A las 16,30 de hoy, comenzó en presencia del Papa la quinta Congregación General de la XI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos. El presidente delegado de turno fue el cardenal Telesphore Placidus Toppo, arzobispo de Ranchi (India), y a ella asistieron 246 padres sinodales.
Siguen a continuación extractos de las intervenciones durante esta congregación:
SU BEATITUD GREGOIRE III LAHAM, B.S., PATRIARCA DE ANTIOQUIA DE LOS GRECO-MELKITAS, JEFE DEL SINODO DE LA IGLESIA GRECO-MELKITA CATOLICA (SIRIA). "En la situación actual, después del 11 de septiembre de 2001, con la guerra contra Irak, con el conflicto palestino-israelí, con el crecimiento del fundamentalismo islámico y la extensión del fenómeno del terrorismo, es muy importante recordar a los cristianos árabes su papel en la Iglesia "de los árabes", en el contexto del Islam, con quienes han sido históricamente solidarios ("Iglesia del Islam"). Esta mención ayudaría a infundir valor a los cristianos en el mundo árabe y en los países islámicos, y sería recibida muy positivamente en este mundo y en estos países. (...) Por lo que se refiere al tema de "La Eucaristía y la paz" -en el Instrumentum laboris-, sería conveniente mencionar Jerusalén y Palestina, patria espiritual de todos los cristianos: decir una palabra a favor de la paz en la Ciudad Santa y en Tierra Santa, clave de la paz en Oriente Próximo y en el mundo entero, y que para nosotros, cristianos del mundo árabe, es muy importante para preservar la presencia cristiana en el mundo árabe".
ARZOBISPO JUAN FRANCISCO SARASTI JARAMILLO, C.I.M., DE CALI (COLOMBIA). "La Eucaristía es respuesta a los signos negativos de la cultura contemporánea. En primer lugar, frente a la cultura o anti?cultura de la muerte que trafica con armas, que construye sistemas masivos de destrucción, que legitima el aborto, que autoriza la investigación con embriones humanos, Jesús se define y se nos da como "Pan de vida". En segundo lugar, nuestra cultura está marcada por el odio y el terrorismo. (...) La Eucaristía es la posibilidad permanente de reconciliación con Dios y con los hermanos y la invitación a reconciliarnos entre nosotros antes de ofrecer el culto al Señor; de ahí que sea tan sentido en muchas comunidades el "rito de la paz" renovado en la reforma litúrgica. Otro rasgo contemporáneo es el positivismo científico y el relativismo; pero en la Eucaristía se reafirma la realidad del "misterio" y la validez del creer y del amar como vías del conocimiento; con la fe eucarística, sustentada en la tradición eclesial basada en las palabras del Señor, accedemos a certezas auténticas aunque imperfectas. (...) Ante la soledad y la desesperanza que acechan al hombre de hoy, la Eucaristía nos brinda (...) una compañía profunda y una promesa de vida eterna que nos llena de esperanza definitiva".
ARZOBISPO STANISLAW RYºKO, PRESIDENTE DEL PONTIFICIO CONSEJO PARA LOS LAICOS (CIUDAD DEL VATICANO). "El extendido proceso de secularización y la difusión de la indiferencia religiosa y de un "extraño olvido de Dios" ? como lo llama el Santo Padre Benedicto XVI ? provocan entre muchos bautizados de nuestros tiempo un preocupante debilitamiento, si no la pérdida de la propia identidad cristiana. En esta situación, uno de los desafíos más urgentes que la Iglesia debe afrontar es el de una adecuada iniciación cristiana postbautismal, capaz de originar comunidades cristianas que vivan la fe en profundidad. (...) La celebración eucarística constituye un lugar privilegiado donde se construye la plena, madura y coherente identidad cristiana de los fieles laicos. Porque precisamente en la Eucaristía un cristiano laico lleva a cabo plenamente su participación en la triple misión que Cristo le confió: sacerdotal, profética y real. (...) Como nos ha recordado el Santo Padre en Colonia, la verdadera revolución que cambia el mundo parte precisamente de la Eucaristía. (...) De este modo, la Eucaristía se convierte no sólo en el corazón que late en la Iglesia, sino también en el mundo. Por eso, una espiritualidad laical auténtica no puede ser sino una espiritualidad eucarística".
OBISPO PIERRE TRÂN ÐINH TU, DE PHU CUONG (VIETNAM). "Los católicos vietnamitas son practicantes. Para ellos, la celebración eucarística tiene una importancia especial. Los domingos van a misa aproximadamente el 80% de los fieles y entre semana, el 15%. En las grandes fiestas como Navidad o Pascua, el número puede alcanzar el 95%. Si queremos buscar una explicación, podemos encontrarla en la formación catequística y la educación en la familia. En este año de la Eucaristía, todas las diócesis han realizado programas especiales. Se sensibiliza a los fieles para que estudien los documentos del Magisterio de la Iglesia sobre la Eucaristía. Para las celebraciones, la Conferencia Episcopal organizó un Congreso eucarístico en el Centro Mariano Nacional de Lavang, que contó con 500.000 participantes. (...) El culto eucarístico en Vietnam ha tenido efectos saludables: la vida religiosa es elevada, las actividades comunitarias son más animadas, la comunión fraterna es más evidente y la ayuda mutua entre las familias es más natural y frecuente. En resumen, tenemos motivos para esperar que la devoción eucarística produzca muchos frutos en nuestro país".
ARZOBISPO JOSEPH POWATHIL, DE CHANGANACHERRY DE LOS SIRO-MALABARES (INDIA). "La variedad de tradiciones litúrgicas y, por tanto, de las tradiciones de la fe de la Iglesia, sirve para manifestar la riqueza del misterio de Cristo y del plan divino de salvación. Por ello, el patrimonio de todas las Iglesias debe "permanecer completo e íntegro" y las Iglesias deben volver a estas tradiciones "si se alejaron para seguir las vicisitudes de los tiempos o de las personas". Por desgracia, Las Iglesias Orientales, en distinta medida, a través de las vicisitudes de la historia, no lograron conservar su valioso patrimonio. En el contexto actual de la globalización se corre el peligro de que estas pequeñas Iglesias puedan llegar a perder sus perspectivas. Deseamos, por tanto, que el Sucesor de Pedro, que tiene la misión de confirmar a sus hermanos en la fe, ayude de manera especial a las Iglesias orientales a crecer y a dar un testimonio más eficaz al mundo, con una mayor fidelidad a su valioso patrimonio. Esto, ciertamente, reforzará la causa de la unidad de los cristianos y la proclamación del misterio de Cristo en los tiempos actuales".
SE/QUINTA CONGREGACION/... VIS 20051006 (1050)