CIUDAD DEL VATICANO, 13 SEP 2007 (VIS).-El Santo Padre recibió esta mañana en Castelgandolfo las cartas credenciales del nuevo embajador de la República Eslovaca, Jozef Dravecky.
En su discurso, el Papa recordó que el año que viene se cumple el decimoquinto aniversario de las relaciones diplomáticas entre Eslovaquia y la Santa Sede. En este sentido, agradeció al embajador su compromiso para cumplir dos de los cuatro puntos del Acuerdo Básico firmado por su gobierno en 2000, que conciernen "a la objeción de conciencia y la financiación de las actividades de la Iglesias". Los otros dos temas ya ratificados se refieren a la atención espiritual de los católicos en el ejército y a la educación católica.
Hablando de la educación, Benedicto XVI afirmó que "es importante que los Estados sigan garantizando a la Iglesia la libertad para instituir y administrar escuelas católicas, permitiendo a los padres elegir medios educativos que promuevan la formación cristiana de sus hijos. (...) Una educación sólida que alimente todas las dimensiones de la persona humana, incluyendo la religiosa y espiritual, son interés de la Iglesia y del Estado. De este modo, los jóvenes pueden adquirir hábitos que les capaciten para cumplir sus deberes cívicos mientras entran en la edad adulta".
"La familia -continuó- es el núcleo en el que la persona aprende primero el amor humano y cultiva las virtudes de la responsabilidad, generosidad y fraternidad. Las familias fuertes se construyen sobre la base de matrimonios fuertes. Las sociedades fuertes se construyen sobre la base de familias fuertes. En realidad, todas las comunidades civiles deberían hacer lo posible por promover políticas sociales y económicas que ayuden a los matrimonios jóvenes y faciliten su deseo de formar una familia".
El Santo Padre subrayó que "el Estado no puede ser indiferente al matrimonio, sino que debe reconocer, respetar y apoyar esta venerable institución como una unión estable entre un hombre y una mujer que desean abrazar un compromiso de amor y fidelidad para toda la vida".
"El rico patrimonio cultural y espiritual de Eslovaquia tiene una gran fuerza para revitalizar el alma del continente europeo", aseguró. Mencionando el derecho a la vida, la libertad religiosa y la libertad para realizar un servicio caritativo al prójimo, el Papa señaló que "esos valores esenciales son imprescindibles para construir una Unión Europea pacífica y justa".
Benedicto XVI terminó manifestando el deseo de que "las celebraciones por el 1150 aniversario de los Santos Cirilo y Metodio renueve la fortaleza de Eslovaquia para dar testimonio de esos valores intemporales. De esta manera, inspirará a otros Estados miembros de la Unión Europea para esforzarse por conseguir la unidad reconociendo la diversidad, respetar la soberanía nacional comprometiéndose en actividades conjuntas y buscar el progreso económico sosteniendo la justicia social".
CD/CREDENCIALES/ESLOVAQUIA:DRAVECKY VIS 20070913 (460)
En su discurso, el Papa recordó que el año que viene se cumple el decimoquinto aniversario de las relaciones diplomáticas entre Eslovaquia y la Santa Sede. En este sentido, agradeció al embajador su compromiso para cumplir dos de los cuatro puntos del Acuerdo Básico firmado por su gobierno en 2000, que conciernen "a la objeción de conciencia y la financiación de las actividades de la Iglesias". Los otros dos temas ya ratificados se refieren a la atención espiritual de los católicos en el ejército y a la educación católica.
Hablando de la educación, Benedicto XVI afirmó que "es importante que los Estados sigan garantizando a la Iglesia la libertad para instituir y administrar escuelas católicas, permitiendo a los padres elegir medios educativos que promuevan la formación cristiana de sus hijos. (...) Una educación sólida que alimente todas las dimensiones de la persona humana, incluyendo la religiosa y espiritual, son interés de la Iglesia y del Estado. De este modo, los jóvenes pueden adquirir hábitos que les capaciten para cumplir sus deberes cívicos mientras entran en la edad adulta".
"La familia -continuó- es el núcleo en el que la persona aprende primero el amor humano y cultiva las virtudes de la responsabilidad, generosidad y fraternidad. Las familias fuertes se construyen sobre la base de matrimonios fuertes. Las sociedades fuertes se construyen sobre la base de familias fuertes. En realidad, todas las comunidades civiles deberían hacer lo posible por promover políticas sociales y económicas que ayuden a los matrimonios jóvenes y faciliten su deseo de formar una familia".
El Santo Padre subrayó que "el Estado no puede ser indiferente al matrimonio, sino que debe reconocer, respetar y apoyar esta venerable institución como una unión estable entre un hombre y una mujer que desean abrazar un compromiso de amor y fidelidad para toda la vida".
"El rico patrimonio cultural y espiritual de Eslovaquia tiene una gran fuerza para revitalizar el alma del continente europeo", aseguró. Mencionando el derecho a la vida, la libertad religiosa y la libertad para realizar un servicio caritativo al prójimo, el Papa señaló que "esos valores esenciales son imprescindibles para construir una Unión Europea pacífica y justa".
Benedicto XVI terminó manifestando el deseo de que "las celebraciones por el 1150 aniversario de los Santos Cirilo y Metodio renueve la fortaleza de Eslovaquia para dar testimonio de esos valores intemporales. De esta manera, inspirará a otros Estados miembros de la Unión Europea para esforzarse por conseguir la unidad reconociendo la diversidad, respetar la soberanía nacional comprometiéndose en actividades conjuntas y buscar el progreso económico sosteniendo la justicia social".
CD/CREDENCIALES/ESLOVAQUIA:DRAVECKY VIS 20070913 (460)