CIUDAD DEL VATICANO, 26 OCT 2007 (VIS).-Ayer tarde, en la basílica vaticana, el Santo Padre saludó a los profesores y estudiantes de los Ateneos Pontificios Romanos que habían asistido a la Santa Misa por la inauguración del Año Académico, celebrada por el cardenal Zenon Grocholewski, prefecto de la Congregación para la Educación Católica.
"Intentad crear entre vosotros -dijo el Papa- un clima donde la dedicación al estudio y la cooperación fraterna sirvan de enriquecimiento por lo que atañe no solo al aspecto cultural, científico y doctrinal, sino también al humano y espiritual".
El Santo Padre recordó a los estudiantes que Roma es una ciudad "rica de memorias artísticas, de obras maestras del arte y la cultura y está llena sobre todo de elocuentes testimonios cristianos".
"En el transcurso del tiempo han nacido universidades y facultades eclesiásticas donde desde hace siglos se han formado generaciones enteras de sacerdotes y responsables de pastoral, entre los que no han faltado grandes santos e ilustres hombres de Iglesia".
Citando después la constitución apostólica de Juan Pablo II, "Sapientia christiana", donde se habla de la necesidad de considerar a la luz de la revelación cristiana "los nuevos problemas" y de presentar su verdad "a las personas contemporáneas en forma adecuada a las diversas culturas", el Santo Padre reafirmó que ese compromiso era "sumamente urgente en esta época postmoderna, donde se advierte la exigencia de una nueva evangelización, que necesita maestros en la fe y heraldos y testigos del Evangelio convenientemente preparados".
"El periodo de permanencia en Roma puede y debe servir -concluyó- para prepararos a desempeñar lo mejor posible la tarea que os espera en los diversos ámbitos de acción apostólica. La misión evangelizadora propia de la Iglesia exige, en nuestro tiempo, no solo que el mensaje evangélico se propague por doquier, sino que penetre en profundidad en las formas de pensar, en los criterios y los comportamientos de la gente. En una palabra, es necesario que toda la cultura del ser humano contemporáneo esté insuflada por el Evangelio".
AC/ATENEOS PONTIFICIOS/GROCHOLEWSKI VIS 20071026 (350)
"Intentad crear entre vosotros -dijo el Papa- un clima donde la dedicación al estudio y la cooperación fraterna sirvan de enriquecimiento por lo que atañe no solo al aspecto cultural, científico y doctrinal, sino también al humano y espiritual".
El Santo Padre recordó a los estudiantes que Roma es una ciudad "rica de memorias artísticas, de obras maestras del arte y la cultura y está llena sobre todo de elocuentes testimonios cristianos".
"En el transcurso del tiempo han nacido universidades y facultades eclesiásticas donde desde hace siglos se han formado generaciones enteras de sacerdotes y responsables de pastoral, entre los que no han faltado grandes santos e ilustres hombres de Iglesia".
Citando después la constitución apostólica de Juan Pablo II, "Sapientia christiana", donde se habla de la necesidad de considerar a la luz de la revelación cristiana "los nuevos problemas" y de presentar su verdad "a las personas contemporáneas en forma adecuada a las diversas culturas", el Santo Padre reafirmó que ese compromiso era "sumamente urgente en esta época postmoderna, donde se advierte la exigencia de una nueva evangelización, que necesita maestros en la fe y heraldos y testigos del Evangelio convenientemente preparados".
"El periodo de permanencia en Roma puede y debe servir -concluyó- para prepararos a desempeñar lo mejor posible la tarea que os espera en los diversos ámbitos de acción apostólica. La misión evangelizadora propia de la Iglesia exige, en nuestro tiempo, no solo que el mensaje evangélico se propague por doquier, sino que penetre en profundidad en las formas de pensar, en los criterios y los comportamientos de la gente. En una palabra, es necesario que toda la cultura del ser humano contemporáneo esté insuflada por el Evangelio".
AC/ATENEOS PONTIFICIOS/GROCHOLEWSKI VIS 20071026 (350)