CIUDAD DEL VATICANO, 12 SEP 2007 (VIS).-Esta mañana, poco antes de las 10,00 el Santo Padre aterrizó en el Vaticano, procedente de la residencia pontificia de Castelgandolfo, para encontrar a los peregrinos presentes en la audiencia general de los miércoles.
Ante más de 12.000 personas, el Santo Padre recordó su reciente visita pastoral a Austria para conmemorar el 850 aniversario de la fundación del santuario de Mariazell, una visita que "ha sido ante todo una peregrinación cuyo lema ha sido "Mirar a Cristo, ir hacia María que nos muestra a Jesús".
El Papa habló de su llegada a Viena, donde visitó la Judenplatz y el monumento a la Shoah, así como de su encuentro con las autoridades políticas del país y con los miembros del cuerpo diplomático. "Se trata -dijo- de ocasiones preciosas en las que el Sucesor de Pedro tiene la posibilidad de exhortar a los responsables de las naciones a favorecer siempre la causa de la paz y del auténtico progreso económico y social". Benedicto XVI afirmó que en Viena había "alentado" a todos a "continuar el proceso de unificación del continente europeo sobre la base de valores inspirados en el patrimonio cristiano común".
Refiriéndose a Mariazell "uno de los símbolos del encuentro de los pueblos europeos con la fe cristiana", el Papa subrayó que muchos filósofos, no solo cristianos, "han reconocido el papel central del cristianismo en defender la conciencia moderna de desviaciones nihilistas o fundamentalistas". En el santuario mariano, dijo el Santo Padre comprendemos que "ver a Jesús con los ojos de María significa encontrar al Dios amor que se hizo hombre por nosotros y murió en la Cruz".
Hablando de su encuentro con el clero austriaco Benedicto XVI afirmó que los religiosos, religiosas y sacerdotes se esforzaban siempre "en ofrecer a todos un reflejo de la bondad y la belleza de Dios" eligiendo el camino de la pobreza, la castidad y la obediencia, entendidas "en sentido cristológico y no individualista sino relacional y eclesial".
En la misa concelebrada el domingo en la vienesa catedral de San Esteban "profundicé en el valor del domingo- explicó el Papa- que da sentido al trabajo y al reposo, actualiza el sentido de la creación y la redención, expresa el valor de la libertad y del servicio al prójimo."
Benedicto XVI habló también de su alegría durante la visita a la abadía cisterciense de la Santa Cruz y a la aneja la Facultad Pontificia de Teología, donde recalcó el valor de la "oración como servicio de alabanza y de adoración (...) al que nada se debe anteponer", de la liturgia "orientada siempre a Dios" y subrayó además que "el estudio teológico no debe separarse de la vida espiritual y de la plegaria".
Por último, el Papa habló de su encuentro con el mundo del voluntariado en Viena. "No hay que considerar la actividad del voluntariado como un servicio que suple las carencias del Estado o de las instituciones públicas, sino como una presencia complementaria y siempre necesaria para conservar viva la atención por los últimos".
"En Viena y Mariazell -concluyó- se ha hecho presente la realidad viva, fiel y variopinta de la Iglesia Católica (...) una Iglesia maestra y testigo de un sí generoso a la vida en todas sus dimensiones (..) que actualiza su tradición bimilenaria al servicio de un futuro de paz y de progreso verdadero de la humanidad".
AG/VISITA VIENA:MARIAZELL/... VIS 20070912 (570)
Ante más de 12.000 personas, el Santo Padre recordó su reciente visita pastoral a Austria para conmemorar el 850 aniversario de la fundación del santuario de Mariazell, una visita que "ha sido ante todo una peregrinación cuyo lema ha sido "Mirar a Cristo, ir hacia María que nos muestra a Jesús".
El Papa habló de su llegada a Viena, donde visitó la Judenplatz y el monumento a la Shoah, así como de su encuentro con las autoridades políticas del país y con los miembros del cuerpo diplomático. "Se trata -dijo- de ocasiones preciosas en las que el Sucesor de Pedro tiene la posibilidad de exhortar a los responsables de las naciones a favorecer siempre la causa de la paz y del auténtico progreso económico y social". Benedicto XVI afirmó que en Viena había "alentado" a todos a "continuar el proceso de unificación del continente europeo sobre la base de valores inspirados en el patrimonio cristiano común".
Refiriéndose a Mariazell "uno de los símbolos del encuentro de los pueblos europeos con la fe cristiana", el Papa subrayó que muchos filósofos, no solo cristianos, "han reconocido el papel central del cristianismo en defender la conciencia moderna de desviaciones nihilistas o fundamentalistas". En el santuario mariano, dijo el Santo Padre comprendemos que "ver a Jesús con los ojos de María significa encontrar al Dios amor que se hizo hombre por nosotros y murió en la Cruz".
Hablando de su encuentro con el clero austriaco Benedicto XVI afirmó que los religiosos, religiosas y sacerdotes se esforzaban siempre "en ofrecer a todos un reflejo de la bondad y la belleza de Dios" eligiendo el camino de la pobreza, la castidad y la obediencia, entendidas "en sentido cristológico y no individualista sino relacional y eclesial".
En la misa concelebrada el domingo en la vienesa catedral de San Esteban "profundicé en el valor del domingo- explicó el Papa- que da sentido al trabajo y al reposo, actualiza el sentido de la creación y la redención, expresa el valor de la libertad y del servicio al prójimo."
Benedicto XVI habló también de su alegría durante la visita a la abadía cisterciense de la Santa Cruz y a la aneja la Facultad Pontificia de Teología, donde recalcó el valor de la "oración como servicio de alabanza y de adoración (...) al que nada se debe anteponer", de la liturgia "orientada siempre a Dios" y subrayó además que "el estudio teológico no debe separarse de la vida espiritual y de la plegaria".
Por último, el Papa habló de su encuentro con el mundo del voluntariado en Viena. "No hay que considerar la actividad del voluntariado como un servicio que suple las carencias del Estado o de las instituciones públicas, sino como una presencia complementaria y siempre necesaria para conservar viva la atención por los últimos".
"En Viena y Mariazell -concluyó- se ha hecho presente la realidad viva, fiel y variopinta de la Iglesia Católica (...) una Iglesia maestra y testigo de un sí generoso a la vida en todas sus dimensiones (..) que actualiza su tradición bimilenaria al servicio de un futuro de paz y de progreso verdadero de la humanidad".
AG/VISITA VIENA:MARIAZELL/... VIS 20070912 (570)