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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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viernes, 29 de abril de 2005

EL PAPA CLAUSURARA CONGRESO EUCARISTICO BARI EL 29 MAYO

CIUDAD DEL VATICANO, 29 ABR 2005 (VIS).-El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, realizó este mediodía la siguiente declaración:

"Puedo confirmar que el Santo Padre Benedicto XVI viajará a Bari (Italia) la mañana del próximo 29 de mayo, solemnidad del Corpus Christi, para la clausura del XXIV Congreso Eucarístico nacional.
OP/PAPA:CONGRESO EUCARISTICO/NAVARRO-VALLS VIS 20050429 (60)

EL 6 DE MAYO JURAN BANDERA 31 RECLUTAS DE LA GUARDIA SUIZA

CIUDAD DEL VATICANO, 29 ABR 2005 (VIS).-El próximo 6 de mayo, a las 17,00 en el Patio de San Dámaso del palacio apostólico, treinta y un nuevos reclutas prestarán juramento como miembros de la Guardia Suiza Pontificia en presencia de miembros de la curia romana, representantes diplomáticos y autoridades civiles y religiosas de Suiza. Los reclutas prestarán juramento en cuatro idiomas: 25 en alemán, 4 en francés, 1 en italiano y 1 en romance. Desde el comandante al nuevo alabardero, todos los 110 miembros del Cuerpo vestirán uniforme de gran gala.

La Guardia Suiza Pontificia fue fundada por Julio II en 1506 como un Cuerpo estable, que dependía directamente de la Santa Sede y cuya misión principal era defender la persona del romano pontífice y el palacio apostólico.

La jornada comenzará a las 7,30 con una Misa en la basílica vaticana, a la que asistirán los guardias suizos y sus familiares y amigos. A las 9,00, el arzobispo Leonardo Sandri, sustituto para Asuntos Generales de la secretaría de Estado, condecorará militarmente a los miembros del Cuerpo y el comandante de la guardia depositará una corona de laurel en el monumento del Patio de Honor, que conmemora a los guardias suizos muertos en combate. El 6 de mayo, efectivamente, es la fecha elegida para la ceremonia de juramento de los nuevos reclutas porque ese día en 1527, 147 miembros de la Guardia Suiza perdieron su vida durante el "Saco de Roma", cayendo en batalla mientras protegían al Papa Clemente VII del asalto de las tropas del emperador Carlos V.

Lee el juramento el capellán de la Guardia Suiza: "Juro servir con fidelidad, lealtad y honor al Supremo Pontífice Benedicto XVI y a sus legítimos sucesores y dedicarme a ellos con todas mis fuerzas, sacrificando incluso, si es necesario, mi propia vida para defenderlos. Asumo el mismo compromiso con el Sacro Colegio Cardenalicio en el caso de que la Sede esté vacante. Prometo además respeto, fidelidad y obediencia al capitán comandante y a mis superiores. ¡Lo Juro! ¡Que Dios y nuestros Santos Patronos me ayuden!".

Después, se llama a cada recluta por el nombre propio y, en su lengua natal, confirma el juramento. Los santos patronos de la Guardia Suiza Pontificia son: San Martín, San Sebastián y San Nicolás von Flue, "defensor de la paz y padre de Suiza".

Para formar parte de la Guardia Suiza es necesario ser católico, suizo, varón de edad inferior a los 30 años, soltero, de altura superior a 1,74 y tener título de escuela superior o diploma de formación profesional. Los candidatos deben haber estudiado en la escuela militar suiza. Tienen que vivir en el Vaticano y el plazo mínimo de servicio en el Cuerpo son dos años.
GSP/JURA BANDERA:RECLUTAS/... VIS 20050429 (480)

AUDIENCIAS

CIUDAD DEL VATICANO, 29 ABR 2005 (VIS).-El Santo Padre recibió esta mañana en audiencias separadas:

-Cardenal Giovanni Battista Re, prefecto de la Congregación para los Obispos.

-Cardenal Alfonso López Trujillo, presidente del Pontificio Consejo para la Familia.

-Arzobispo Angelo Amato, S.D.B., secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
AP/.../... VIS 20050429 (70)

IN MEMORIAM

CIUDAD DEL VATICANO, 29 ABR 2005 (VIS).-En las últimas semanas han fallecido los siguientes prelados:

-Obispo Alessandro Assolari, S.M.M., emérito de Mangochi (Malawi), el 13 de abril a los 76 años.

-Obispo Edward D. Head, emérito de Buffalo (EE.UU.), el 29 de marzo a los 85 años.

-Obispo Joakim Herbut, de Skopje (Macedonia), el 15 de abril a los 77 años.

-Obispo Vicente Salgado y Garrucho, emérito de Romblon (Filipinas), el 9 de abril a los 68 años.
.../FALLECIMIENTOS/... VIS 20050429 (80)

jueves, 28 de abril de 2005

EN BREVE

EL OBSERVADOR PERMANENTE DE LA SANTA SEDE ANTE LA UNESCO, Monseñor Francesco Follo, habló ayer en París (Francia), sobre el proyecto de Convención acerca de la promoción de contenidos culturales y expresiones artísticas, con ocasión de la Asamblea plenaria del Consejo ejecutivo de este organismo. "La comunidad internacional -dijo el prelado- debe reconocer como parte integrante del patrimonio cultural y artístico de toda la humanidad los bienes culturales de interés religioso, no sólo por su dimensión estética, sino también por tratarse concretamente de expresiones históricas del testimonio de fe y de los valores espirituales".

DEL 18 AL 25 DE ABRIL SE CELEBRO EN BANGKOK (TAILANDIA) el XI Congreso de la ONU sobre la prevención de los crímenes y la justicia penal. Durante su intervención, el pasado 25 de abril, el arzobispo Salvatore Pennacchio, nuncio apostólico en Tailandia, se refirió a algunos temas relacionados con la prevención del crimen y la justicia penal que preocupan a la Santa Sede: el tráfico de seres humanos, la venta y posesión de armas de fuego, la corrupción, los crímenes cometidos después de una guerra, y subrayó la necesidad de que se pongan en práctica reglas eficaces establecidas por la ONU sobre el trato justo de prisioneros y menores.
.../EN BREVE/... VIS 20050428 (260)

AUDIENCIAS

CIUDAD DEL VATICANO, 28 ABR 2005 (VIS).-El Santo Padre recibió hoy en audiencias separadas:

-Cardenal Camillo Ruini, vicario general de Su Santidad para la diócesis de Roma.

-Cardenal Bernardin Gantin, decano emérito del Colegio cardenalicio

-Arzobispo Angelo Comastri, vicario general de Su Santidad para la Ciudad del Vaticano y presidente de la Fábrica de San Pedro.

-Miembros de la Presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM):

-Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, arzobispo de Santiago de Chile (Chile), presidente.

-Obispo Carlos Aguiar Retes, de Texcoco (México), primer vicepresidente.

-Arzobispo Geraldo Lyrio Rocha, de Vitória da Conquista (Brasil), segundo vicepresidente.

-Cardenal Pedro Rubiano Sáenz, arzobispo de Bogotá (Colombia), tesorero.

-Obispo Andrés Stanovnik, O.F.M. Cap., de Reconquista (Argentina), secretario general.
AP/.../... VIS 20050428 (120)

miércoles, 27 de abril de 2005

PRIMERA AUDIENCIA GENERAL: EL NOMBRE DE BENEDICTO

CIUDAD DEL VATICANO, 27 ABR 2005 (VIS).-En su primera audiencia general, celebrada esta mañana en la Plaza de San Pedro ante 15.000 personas, el Papa dio nuevamente gracias a Dios por haberle elegido sucesor de Pedro y explicó porqué había elegido el nombre de Benedicto.

El Santo Padre dijo que al comenzar su ministerio petrino se sentía asombrado y grato a Dios, "que me ha sorprendido ante todo a mí mismo al llamarme a suceder al apóstol Pedro; trepidación interior ante la magnitud de la tarea y la responsabilidad que me ha confiado. Pero también me da serenidad y alegría la certeza de su ayuda y la de su Madre Santísima, la Virgen María y de sus santos protectores. Me siento apoyado además por la cercanía espiritual de todo el Pueblo de Dios, al cual -como repetí el domingo pasado- pido que me siga acompañando con su oración constante".

Al reanudar las audiencias de los miércoles, continuó, "quiero referirme al nombre elegido como Obispo de Roma y Pastor de la Iglesia universal. He querido llamarme Benedicto XVI en relación con el Papa Benedicto XV, que guió la Iglesia en un período difícil a causa del primer conflicto mundial. Fue un profeta de paz valiente y auténtico e hizo lo posible para evitar la guerra y limitar sus consecuencias nefastas. Como él, deseo poner mi ministerio al servicio de la reconciliación y armonía entre los hombres y los pueblos, con el profundo convencimiento de que el gran bien de la paz es sobre todo un don de Dios, frágil y precioso, que hemos de invocar, defender y construir entre todos".

"El nombre Benedicto evoca, además -añadió-, la extraordinaria figura del gran "Patriarca del monaquismo occidental", san Benedetto da Norcia (en español Benito), patrón de Europa junto con lo santos Cirilo y Metodio". Tras poner de relieve que este santo es muy venerado en Alemania, y en concreto en Baviera, su tierra de origen, afirmó que "es un punto de referencia fundamental para la unidad de Europa y un fuerte llamamiento a las irrenunciables raíces cristianas de su cultura y civilización".

El Papa pidió ayuda a san Benito para "que Cristo siga siendo el centro de nuestra existencia y que ocupe el primer lugar en nuestros pensamientos y en todas nuestras actividades".

Antes de terminar, Benedicto XVI anunció que al igual que Juan Pablo II al inicio de su pontificado prosiguió las reflexiones sobre las virtudes cristianas que había comenzado Juan Pablo I, él volverá "a proponer en los próximos encuentros semanales el comentario preparado por su predecesor sobre la segunda parte de los Salmos y los Cánticos que componen las Vísperas. El próximo miércoles retomaré sus catequesis, que se habían interrumpido en la audiencia general del pasado 26 de enero".

El Santo Padre leyó los resúmenes de la catequesis pronunciada en italiano en varias lenguas: inglés, francés, español, alemán. A continuación saludó brevemente en croata, esloveno y polaco a varios grupos y terminó dirigiéndose a los 1.000 fieles de la archidiócesis de Spoleto-Norcia, acompañados por su arzobispo, monseñor Riccardo Fontana
AG/BENEDICTO/... VIS 20050427 (500)

martes, 26 de abril de 2005

AUDIENCIAS

CIUDAD DEL VATICANO, 26 ABR 2005 (VIS).-El Santo Padre recibió esta mañana en audiencias separadas:

-Cardenal Nasrallah Pierre Sfeir, patriarca de Antioquía de los Maronitas (Líbano), y séquito.

-Cardenal Stephen Kim Sou-hwan, arzobispo emérito de Seoul (Corea).

-Cardenal Rosalío José Castillo Lara, S.D.B.

Ayer recibió en audiencia al arzobispo Angelo Amato, S.D.B., secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
AP/.../... VIS 20050426 (30)

EL MANDATO MISIONERO ES MAS ACTUAL QUE NUNCA


CIUDAD DEL VATICANO, 26 ABR 2005 (VIS).-Benedicto XVI hizo ayer por la tarde su primera visita fuera del Vaticano, acudiendo a la basílica de san Pablo Extramuros, en el sur de Roma, para manifestar el lazo inseparable de la Iglesia de Roma con el Apóstol de las gentes. Asistieron a la ceremonia 35 cardenales y representantes de otras confesiones cristianas.

El Papa saludó y bendijo a las miles de personas que llenaban el templo, y se detuvo a acariciar y besar a varios niños.

Al inicio de la ceremonia, el Santo Padre se dirigió a los presentes con las palabras de la Carta de san Pablo a los Romanos (1, 1-6.8-9.11-12.14-15), y tras venerar el sepulcro del Apóstol, pronunció la homilía.

Benedicto XVI afirmó que la de hoy era "una peregrinación muy deseada, un gesto de fe que realizo en mi nombre, pero también en nombre de la amada diócesis de Roma, de la que el Señor me ha constituido obispo y pastor, y de la Iglesia universal confiada a mi solicitud pastoral. Una peregrinación, por así decir, a las raíces de la misión, de esa misión que Cristo resucitado confió a Pedro, a los apóstoles y, en particular también a Pablo, llevándole a anunciar el Evangelio a las gentes, hasta llegar a esta ciudad, donde después de haber predicado durante mucho tiempo el Reino de Dios, rindió con la sangre el último testimonio de su Señor, que le había "conquistado" y "enviado".

Tras poner de relieve que como sucesor de Pedro había venido a esta basílica, "para reavivar en la fe esta "gracia del apostolado" de la que habla el apóstol, recordó el ejemplo de Juan Pablo II, "un Papa misionero cuya actividad tan intensa, testimoniada por más de cien viajes apostólicos, más allá de los confines de Italia, es verdaderamente inimitable. ¿Qué es lo que le llevaba a un dinamismo así sino el mismo amor de Cristo que transformó la existencia de san Pablo? Que el Señor infunda también en mí un amor así para que no me detenga ante la urgencia del anuncio evangélico en el mundo de hoy. La Iglesia es por su naturaleza misionera, su tarea primaria es la evangelización".

"Al inicio del tercer milenio -dijo-, la Iglesia siente con renovada viveza que el mandato misionero de Cristo es más actual que nunca". Recordando el lema que san Benito propuso en su Regla, al exhortar a sus monjes a "no anteponer nada al amor de Cristo", el Santo Padre subrayó que "la pasión por Cristo llevó a san Pablo a predicar el Evangelio no sólo con la palabra, sino también con la misma vida, que cada vez se conformó más a la de su Señor. Al final, Pablo anunció a Cristo con el martirio, y su sangre, junto a la de Pedro y a la de tantos testigos del Evangelio, regó esta tierra e hizo fecunda a la Iglesia de Roma, que preside la comunión universal de la caridad".

Benedicto XVI hizo hincapié en que "el siglo XX ha sido un tiempo de martirio. Lo puso claramente de relieve el Papa Juan Pablo II, que pidió a la Iglesia actualizar el martirologio y canonizó y beatificó a numerosos mártires de la historia reciente. Por tanto, si la sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos, al inicio del tercer milenio es lícito esperar un nuevo florecimiento de la Iglesia, especialmente donde más ha sufrido por la fe y por el testimonio del Evangelio".

"Confiamos este deseo a la intercesión de san Pablo. Que alcance para la Iglesia de Roma, en particular para su obispo, y para todo el pueblo de Dios, la alegría de anunciar y testimoniar a todos la Buena Nueva de Cristo Salvador".
BXVI-VISITA BASILICA SAN PABLO/.../... VIS 20050426 (620)

A PEREGRINOS ALEMANES: REZAD POR MI, CONFIAD EN MI


CIUDAD DEL VATICANO, 26 ABR 2005 (VIS).-Benedicto XVI se encontró ayer por la mañana en el Aula Pablo VI con miles de peregrinos alemanes, compatriotas suyos, que el día anterior habían asistido a la misa de inauguración del pontificado. El Papa estrechó muchas manos mientras se dirigía, a lo largo del pasillo central, a su cátedra. Junto a numerosos obispos alemanes, se encontraba el hermano del Santo Padre, monseñor Georg Ratzinger.

Antes de leer el discurso preparado, varias veces interrumpido con palabras espontáneas, se excusó con sus compatriotas por haber llegado tarde: "Ya sé que los alemanes son conocidos por su puntualidad", dijo, pero agregó que al haber vivido 23 años en Italia, probablemente se había "italianizado".

Refiriéndose a sus orígenes subrayó que no obstante sea ahora el obispo de Roma, en su corazón sigue siendo un bávaro, y en su discurso habló de los lazos que a lo largo de los siglos han ligado Roma y Baviera.

Después habló del cónclave que le eligió como 264 sucesor de Pedro. "Quiero deciros -afirmó- algo del cónclave sin violar el secreto: nunca pensé en ser elegido, ni hice nada para que así fuese, pero cuando estaba claro que iba a ser el nuevo Papa, me acordé de una carta de un sacerdote alemán". También reveló que un cardenal le pasó una nota en la que le recordaba que el tema de la homilía que pronunció en el funeral de Juan Pablo II era las palabras de Jesús a Pedro: "Sígueme" y que entonces pensó: "Si el Señor me dirigiera a mí aquel "sígueme", no podría negarme a la llamada". "Los caminos del Señor- prosiguió el Papa- no son cómodos, pero no estamos hechos para la comodidad, y por tanto sólo pude decir "sí" a la elección".

Benedicto XVI volvió a repetir las palabras pronunciadas en la misa del 24 de abril, que inauguró su pontificado: "La Iglesia no es vieja, sino joven" y entre aplausos anunció que estaría con los jóvenes en Colonia, Alemania, para celebrar en agosto la Jornada Mundial de la Juventud.

El Papa concluyó su discurso diciendo a su compatriotas: "Caminemos juntos. Confío en vuestra ayuda, os pido comprensión si cometo errores, de los que nadie está exento, y concededme vuestra confianza".
AC/PEREGRINOS ALEMANES /... VIS 20050426 (400)

lunes, 25 de abril de 2005

LA IGLESIA QUIERE PUENTES DE AMISTAD CON TODAS RELIGIONES

CIUDAD DEL VATICANO, 25 ABR 2005 (VIS).-Esta mañana, en la Sala Clementina, el Papa Benedicto XVI recibió a los miembros de las Iglesias Cristianas y de las comunidades eclesiales de Occidente, así como a los de las religiones no cristianas, llegados a Roma para la misa de inauguración del pontificado, celebrada ayer.

Saludando a los delegados de las Iglesias Ortodoxas, de las Iglesias Ortodoxas Orientales y de las comunidades eclesiales de Occidente, el Santo Padre habló de cuanto había sido "bienvenida" su presencia tanto ayer en San Pedro como en los días del duelo y el funeral del Papa Juan Pablo II. "El tributo de simpatía y afecto que expresasteis a mi inolvidable predecesor -dijo- fue mucho más allá de un simple gesto de cortesía eclesial. (...) Vuestra participación en el luto de la Iglesia Católica por su desaparición ha demostrado qué grande y verdadera es la pasión común por la unidad".

"Doy gracias a Dios -prosiguió- por habernos bendecido con su misericordia y haber infundido en nosotros una disposición sincera a hacer nuestra su oración: ut unum sint".

"Esta jornada es particularmente significativa -agregó después, en francés, Benedicto XVI- ya que permite antes que nada al nuevo obispo de Roma, pastor de la Iglesia Católica, repetir a todos con sencillez: Duc in altum!" (Remad mar adentro). El Papa subrayó que quería reafirmar "el compromiso irreversible" del Concilio Vaticano II y que ha continuado a lo largo de los últimos años a "proseguir por el camino de la plena comunión que Jesús deseó para sus discípulos. (...) Vuestra presencia, queridos hermanos en Cristo, más allá de lo que nos divide y que proyecta sombras sobre nuestra comunión plena y visible, es un signo de participación y de apoyo para el obispo de Roma, que puede contar con vosotros para proseguir el camino".

"Me dirijo ahora a vosotros, queridos hermanos de diversas tradiciones religiosas -dijo en inglés- y os agradezco sinceramente vuestra presencia en la solemne inauguración de mi pontificado. (...) Estoy particularmente agradecido por la presencia entre vosotros de miembros de la comunidad musulmana y expreso mi aprecio por el crecimiento del diálogo entre musulmanes y cristianos, tanto en el ámbito local como en el internacional. Os aseguro que la Iglesia quiere seguir construyendo puentes de amistad con los seguidores de todas las religiones para buscara el bien verdadero de todas las personas y de la sociedad entera".

"El mundo en que vivimos está a menudo marcado por conflictos, violencia y guerra, pero añora ardientemente la paz, la paz que sobre todo es un don de Dios, la paz por la que tenemos que rezar incesantemente. Pero la paz es también una tarea a la que deben comprometerse todos los pueblos, especialmente los que profesan su pertenencia a las religiones tradicionales. Nuestros esfuerzos para superar las diferencias y fomentar el diálogo son una valiosa contribución para construir la paz sobre bases sólidas".

Benedicto XVI concluyó invitando a todos los presentes a "transformarse juntos en artífices de la paz, en un compromiso recíproco de comprensión, de respeto y de amor".
BXVI/ECUMENISMO:DIALOGO/... VIS 20050425 (520)

OTROS ACTOS PONTIFICIOS

CIUDAD DEL VATICANO, 25 ABR 2005 (VIS).-El Santo Padre:

-Confirmó a los miembros de los dicasterios de la Curia Romana hasta el final del quinquenio para el que habían sido nombrados por el difunto Juan Pablo II.

-Promovió al orden de los obispos al cardenal Francis Arinze, asignándole la sede suburbicaria de Velletri-Segni.
NA/.../... VIS 20050425 (60

AUDIENCIA

CIUDAD DEL VATICANO, 25 ABR 2005 (VIS).-El Santo Padre recibió este mediodía en el Aula Pablo VI a los peregrinos alemanes que asistieron ayer a la misa de inauguración del pontificado.
AP/.../... VIS 20050425 (30)

domingo, 24 de abril de 2005

EL PAPA AGRADECE EL SERVICIO DE LOS MEDIOS A LA IGLESIA


CIUDAD DEL VATICANO, 23 ABR 2005 (VIS).-En su primera audiencia pública, Benedicto XVI dio la bienvenida esta mañana en el Aula Pablo VI a miles de representantes de los medios de comunicación. El Papa les agradeció la cobertura mundial de los "importantes eventos eclesiales" que han tenido lugar en Roma y el servicio realizado en estos días "a la Santa Sede y a la Iglesia católica".

"Se puede decir -afirmó el Papa hablando en italiano, inglés, francés y alemán- que, gracias a vuestro trabajo, durante diversas semanas la atención del mundo entero ha permanecido fija sobre la basílica, la Plaza de San Pedro y el Palacio Apostólico, dentro del que mi predecesor, el inolvidable Papa Juan Pablo II, acabó serenamente su existencia terrenal y donde, a continuación en la Capilla Sixtina, los cardenales me eligieron como su sucesor".

"Estos acontecimientos eclesiales de importancia histórica han tenido también una cobertura mundial gracias a vosotros. Sé muy bien cuanto esfuerzo ha supuesto para vosotros, obligados a estar lejos de vuestra familia y de vuestros hogares, trabajando con horarios prolongados y en condiciones no siempre fáciles. Conozco la competencia y la dedicación con que habéis llevado a cabo esta tarea nada fácil. Quiero daros las gracias por todo personalmente y, en especial, en nombre de los católicos que viviendo en países muy distantes de Roma, han podido compartir estos momentos emocionantes de fe en tiempo real. ¡Prodigios y potencialidades extraordinarias de los medios de comunicación social!".

Benedicto XVI recordó que el Concilio Vaticano II dedicó su primer documento, "Inter mirifica", a los medios de comunicación social, indicando que la Iglesia es consciente de su importancia y manifestando el deseo de dialogar con ellos. El gran artífice de este diálogo abierto y sincero ha sido sin duda Juan Pablo II que, con vosotros, responsables de la comunicación social, ha mantenido relaciones constantes y fecundas a lo largo de sus 26 años de pontificado".

Tras manifestar su deseo de "proseguir este diálogo fructuoso", el Papa recordó que Juan Pablo II dedicó uno de sus últimos documentos a los medios de comunicación, "El rápido desarrollo", del 24 de enero de 2005.

Hablando en su lengua nativa, el Papa dijo que "para que los instrumentos de comunicación social rindan un servicio positivo al bien común, es necesaria la aportación responsable de todos y cada uno. (...) No se puede por menos que resaltar la necesidad de referirse claramente a la responsabilidad ética de los que trabajan en ese sector, especialmente por cuanto respecta a la búsqueda sincera de la verdad y la salvaguardia de la centralidad y de la dignidad de la persona".
AC/AGRADECIMIENTO:MEDIOS COMUNICACION/... VIS 20050424 (470)

HOMILIA DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI


CIUDAD DEL VATICANO, 24 ABR 2005 (VIS).-Ofrecemos a continuación el texto de la homilía -publicada en inglés, francés, español, italiano y alemán- pronunciada por el Papa durante la Santa Misa de inauguración del pontificado.

"Señores Cardenales, venerables Hermanos en el episcopado y en el sacerdocio, distinguidas Autoridades y Miembros del Cuerpo diplomático, queridos Hermanos y Hermanas:

Por tres veces nos ha acompañado en estos días tan intensos el canto de las letanías de los santos: durante los funerales de nuestro Santo Padre Juan Pablo II; con ocasión de la entrada de los Cardenales en Cónclave, y también hoy, cuando las hemos cantado de nuevo con la invocación: Tu illum adiuva, asiste al nuevo sucesor de San Pedro. He oído este canto orante cada vez de un modo completamente singular, como un gran consuelo. ¡Cómo nos hemos sentido abandonados tras el fallecimiento de Juan Pablo II!

El Papa que durante 26 años ha sido nuestro pastor y guía en el camino a través de nuestros tiempos. Él cruzó el umbral hacia la otra vida, entrando en el misterio de Dios. Pero no dio este paso en solitario. Quien cree, nunca está solo; no lo está en la vida ni tampoco en la muerte. En aquellos momentos hemos podido invocar a los santos de todos los siglos, sus amigos, sus hermanos en la fe, sabiendo que serían el cortejo viviente que lo acompañaría en el más allá, hasta la gloria de Dios.

Nosotros sabíamos que allí se esperaba su llegada. Ahora sabemos que él está entre los suyos y se encuentra realmente en su casa. Hemos sido consolados de nuevo realizando la solemne entrada en cónclave para elegir al que el Dios había escogido. ¿Cómo podíamos reconocer su nombre? ¿Cómo 115 Obispos, procedentes de todas las culturas y países, podían encontrar a quien Dios quería otorgar la misión de atar y desatar? Una vez más, lo sabíamos; sabíamos que no estamos solos, que estamos rodeados, guiados y conducidos por los amigos de Dios.

Y ahora, en este momento, yo, débil siervo de Dios, he de asumir este cometido inaudito, que supera realmente toda capacidad humana. ¿Cómo puedo hacerlo? ¿Cómo seré capaz de llevarlo a cabo? Todo vosotros, queridos amigos, acabáis de invocar a toda la muchedumbre de los santos, representada por algunos de los grandes nombres de la historia que Dios teje con los hombres. De este modo, también en mí se reaviva esta conciencia: no estoy solo. No tengo que llevar yo solo lo que, en realidad, nunca podría soportar yo solo. La muchedumbre de los santos de Dios me protege, me sostiene y me conduce. Y me acompañan, queridos amigos, vuestra indulgencia, vuestro amor, vuestra fe y vuestra esperanza.

En efecto, a la comunidad de los santos no pertenecen sólo las grandes figuras que nos han precedido y cuyos nombres conocemos. Todo nosotros somos la comunidad de los santos; nosotros, bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; nosotros, que vivimos del don de la carne y la sangre de Cristo, por medio del cual quiere transformarnos y hacernos semejantes a sí mismo. Sí, la Iglesia está viva; ésta es la maravillosa experiencia de estos días. Precisamente en los tristes días de la enfermedad y la muerte del Papa, algo se ha manifestado de modo maravilloso ante nuestros ojos: que la Iglesia está viva. Y la Iglesia es joven. Ella lleva en sí misma el futuro del mundo y, por tanto, indica también a cada uno de nosotros la vía hacia el futuro.

La Iglesia está viva y nosotros lo vemos: experimentamos la alegría que el Resucitado ha prometido a los suyos. La Iglesia está viva; está viva porque Cristo está vivo, porque él ha resucitado verdaderamente. En el dolor que aparecía en el rostro del Santo Padre en los días de Pascua, hemos contemplado el misterio de la pasión de Cristo y tocado al mismo tiempo sus heridas. Pero en todos estos días también hemos podido tocar, en un sentido profundo, al Resucitado. Hemos podido experimentar la alegría que él ha prometido, después de un breve tiempo de oscuridad, como fruto de su resurrección.

La Iglesia está viva: de este modo saludo con gran gozo y gratitud a todos vosotros que estáis aquí reunidos, venerables Hermanos Cardenales y Obispos, queridos sacerdotes, diáconos, agentes de pastoral y catequistas. Os saludo a vosotros, religiosos y religiosas, testigos de la presencia transfigurante de Dios. Os saludo a vosotros, fieles laicos, inmersos en el gran campo de la construcción del Reino de Dios que se expande en el mundo, en cualquier manifestación de la vida. El saludo se llena de afecto al dirigirlo también a todos los que, renacidos en el sacramento del Bautismo, aún no están en plena comunión con nosotros; y a vosotros, hermanos del pueblo hebreo, al que estamos estrechamente unidos por un gran patrimonio espiritual común, que hunde sus raíces en las irrevocables promesas de Dios. Pienso, en fin -casi como una onda que se expande- en todos los hombres de nuestro tiempo, creyente y no creyentes.

¡Queridos amigos! En este momento no necesito presentar un programa de gobierno. Algún rasgo de lo que considero mi tarea, la he podido exponer ya en mi mensaje del miércoles, 20 de abril; no faltarán otras ocasiones para hacerlo. Mi verdadero programa de gobierno es no hacer mi voluntad, no seguir mis propias ideas, sino de ponerme, junto con toda la Iglesia, a la escucha de la palabra y de la voluntad del Señor y dejarme conducir por Él, de tal modo que sea él mismo quien conduzca a la Iglesia en esta hora de nuestra historia. En lugar de exponer un programa, desearía más bien intentar comentar simplemente los dos signos con los que se representa litúrgicamente el inicio del Ministerio Petrino; por lo demás, ambos signos reflejan también exactamente lo que se ha proclamado en las lecturas de hoy.

El primer signo es el palio, tejido de lana pura, que se me pone sobre los hombros. Este signo antiquísimo, que los Obispos de Roma llevan desde el siglo IV, puede ser considerado como una imagen del yugo de Cristo, que el Obispo de esta ciudad, el Siervo de los Siervos de Dios, toma sobre sus hombros. El yugo de Dios es la voluntad de Dios que nosotros acogemos. Y esta voluntad no es un peso exterior, que nos oprime y nos priva de la libertad. Conocer lo que Dios quiere, conocer cuál es la vía de la vida, era la alegría de Israel, su gran privilegio. Ésta es también nuestra alegría: la voluntad de Dios, en vez de alejarnos de nuestra propia identidad, nos purifica - quizás a veces de manera dolorosa - y nos hace volver de este modo a nosotros mismos. Y así, no servimos solamente Él, sino también a la salvación de todo el mundo, de toda la historia.

En realidad, el simbolismo del Palio es más concreto aún: la lana de cordero representa la oveja perdida, enferma o débil, que el pastor lleva a cuestas para conducirla a las aguas de la vida. La parábola de la oveja perdida, que el pastor busca en el desierto, fue para los Padres de la Iglesia una imagen del misterio de Cristo y de la Iglesia. La humanidad - todos nosotros - es la oveja descarriada en el desierto que ya no puede encontrar la senda. El Hijo de Dios no consiente que ocurra esto; no puede abandonar la humanidad a una situación tan miserable. Se alza en pie, abandona la gloria del cielo, para ir en busca de la oveja e ir tras ella, incluso hasta la cruz. La pone sobre sus hombros, carga con nuestra humanidad, nos lleva a nosotros mismos, pues Él es el buen pastor, que ofrece su vida por las ovejas. El Palio indica primeramente que Cristo nos lleva a todos nosotros. Pero, al mismo tiempo, nos invita a llevarnos unos a otros. Se convierte así en el símbolo de la misión del pastor del que hablan la segunda lectura y el Evangelio de hoy.

La santa inquietud de Cristo ha de animar al pastor: no es indiferente para él que muchas personas vaguen por el desierto. Y hay muchas formas de desierto: el desierto de la pobreza, el desierto del hambre y de la sed; el desierto del abandono, de la soledad, del amor quebrantado. Existe también el desierto de la oscuridad de Dios, del vacío de las almas que ya no tienen conciencia de la dignidad y del rumbo del hombre. Los desiertos exteriores se multiplican en el mundo, porque se han extendido los desiertos interiores. Por eso, los tesoros de la tierra ya no están al servicio del cultivo del jardín de Dios, en el que todos puedan vivir, sino subyugados al poder de la explotación y la destrucción.

La Iglesia en su conjunto, así como sus Pastores, han de ponerse en camino como Cristo para rescatar a los hombres del desierto y conducirlos al lugar de la vida, hacia la amistad con el Hijo de Dios, hacia Aquel que nos da la vida, y la vida en plenitud. El símbolo del cordero tiene todavía otro aspecto. Era costumbre en el antiguo Oriente que los reyes se llamaran a sí mismos pastores de su pueblo. Era una imagen de su poder, una imagen cínica: para ellos, los pueblos eran como ovejas de las que el pastor podía disponer a su agrado. Por el contrario, el pastor de todos los hombres, el Dios vivo, se ha hecho él mismo cordero, se ha puesto de la parte de los corderos, de los que son pisoteados y sacrificados. Precisamente así se revela Él como el verdadero pastor: "Yo soy el buen pastor [...]. Yo doy mi vida por las ovejas", dice Jesús de sí mismo (Jn 10, 14s.).

No es el poder lo que redime, sino el amor. Éste es el distintivo de Dios: Él mismo es amor. ¡Cuántas veces desearíamos que Dios se mostrara más fuerte! Que actuara duramente, derrotara el mal y creara un mundo mejor. Todas las ideologías del poder se justifican así, justifican la destrucción de lo que se opondría al progreso y a la liberación de la humanidad. Nosotros sufrimos por la paciencia de Dios. Y, no obstante, todos necesitamos su paciencia. El Dios, que se ha hecho cordero, nos dice que el mundo se salva por el Crucificado y no por los crucificadores. El mundo es redimido por la paciencia de Dios y destruido por la impaciencia de los hombres.

Una de las características fundamentales del pastor debe ser amar a los hombres que le han sido confiados, tal como ama Cristo, a cuyo servicio está. "Apacienta mis ovejas", dice Cristo a Pedro, y también a mí, en este momento. Apacentar quiere decir amar, y amar quiere decir también estar dispuestos a sufrir. Amar significa dar el verdadero bien a las ovejas, el alimento de la verdad de Dios, de la palabra de Dios; el alimento de su presencia, que él nos da en el Santísimo Sacramento.

Queridos amigos, en este momento sólo puedo decir: rogad por mí, para que aprenda a amar cada vez más al Señor. Rogad por mí, para que aprenda a querer cada vez más a su rebaño, a vosotros, a la Santa Iglesia, a cada uno de vosotros, tanto personal como comunitariamente. Rogad por mí, para que, por miedo, no huya ante los lobos. Roguemos unos por otros para que sea el Señor quien nos lleve y nosotros aprendamos a llevarnos unos a otros.

El signo con el cual la liturgia de hoy representa el comienzo del Ministerio Petrino es la entrega del anillo del pescador. La llamada de Pedro a ser pastor, que hemos oído en el Evangelio, viene después de la narración de una pesca abundante; después de una noche en la que echaron las redes sin éxito, los discípulos vieron en la orilla al Señor resucitado. Él les manda volver a pescar otra vez, y he aquí que la red se llena tanto que no tenían fuerzas para sacarla; había 153 peces grandes y, "aunque eran tantos, no se rompió la red" (Jn 21, 11).

Este relato al final del camino terrenal de Jesús con sus discípulos, se corresponde con uno del principio: tampoco entonces los discípulos habían pescado nada durante toda la noche; también entonces Jesús invitó a Simón a remar mar adentro. Y Simón, que todavía no se llamaba Pedro, dio aquella admirable respuesta: "Maestro, por tu palabra echaré las redes". Se le confió entonces la misión: "No temas, desde ahora serás pescador de hombres" (Lc 5, 1.11). También hoy se dice a la Iglesia y a los sucesores de los apóstoles que se adentren en el mar de la historia y echen las redes, para conquistar a los hombres para el Evangelio, para Dios, para Cristo, para la vida verdadera.

Los Padres han dedicado también un comentario muy particular a esta tarea singular. Dicen así: para el pez, creado para vivir en el agua, resulta mortal sacarlo del mar. Se le priva de su elemento vital para convertirlo en alimento del hombre. Pero en la misión del pescador de hombres ocurre lo contrario. Los hombres vivimos alienados, en las aguas saladas del sufrimiento y de la muerte; en un mar de oscuridad, sin luz. La red del Evangelio nos rescata de las aguas de la muerte y nos lleva al resplandor de la luz de Dios, en la vida verdadera. Así es, efectivamente: en la misión de pescador de hombres, siguiendo a Cristo, hace falta sacar a los hombres del mar salado por todas las alienaciones y llevarlo a la tierra de la vida, a la luz de Dios.

Así es, en verdad: nosotros existimos para enseñar Dios a los hombres. Y únicamente donde se ve a Dios, comienza realmente la vida. Sólo cuando encontramos en Cristo al Dios vivo, conocemos lo que es la vida. No somos el producto casual y sin sentido de la evolución. Cada uno de nosotros es el fruto de un pensamiento de Dios. Cada uno de nosotros es querido, cada uno es amado, cada uno es necesario. Nada hay más hermoso que haber sido alcanzados, sorprendidos, por el Evangelio, por Cristo. Nada más bello que conocerle y comunicar a los otros la amistad con él. La tarea del pastor, del pescador de hombres, puede parecer a veces gravosa. Pero es gozosa y grande, porque en definitiva es un servicio a la alegría, a la alegría de Dios que quiere hacer su entrada en el mundo.

Quisiera ahora destacar todavía una cosa: tanto en la imagen del pastor como en la del pescador, emerge de manera muy explícita la llamad a la unidad. "Tengo , además, otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz y habrá un solo rebaño, un solo Pastor" (Jn 10, 16), dice Jesús al final del discurso del buen pastor. Y el relato de los 153 peces grandes termina con la gozosa constatación: "Y aunque eran tantos, no se rompió la red" (Jn 21, 11). ¡Ay de mí, Señor amado! ahora la red se ha roto, quisiéramos decir doloridos. Pero no, ¡no debemos estar tristes! Alegrémonos por tu promesa que no defrauda y hagamos todo lo posible para recorrer el camino hacia la unidad que tú has prometido. Hagamos memoria de ella en la oración al Señor, como mendigos; sí, Señor, acuérdate de lo que prometiste. ¡Haz que seamos un solo pastor y una sola grey! ¡No permitas que se rompa tu red y ayúdanos a ser servidores de la unidad!

En este momento mi recuerdo vuelve al 22 de octubre de 1978, cuando el Papa Juan Pablo II inició su ministerio aquí en la Plaza de San Pedro. Todavía, y continuamente, resuenan en mis oídos sus palabras de entonces: "¡No temáis! ¡Abrid, más todavía, abrid de par en par las puertas a Cristo!" El Papa hablaba a los fuertes, a los poderosos del mundo, los cuales tenían miedo de que Cristo pudiera quitarles algo de su poder, si lo hubieran dejado entrar y hubieran concedido la libertad a la fe. Sí, él ciertamente les habría quitado algo: el dominio de la corrupción, del quebrantamiento del derecho y de la arbitrariedad. Pero no les habría quitado nada de lo que pertenece a la libertad del hombre, a su dignidad, a la edificación de una sociedad justa.

Además, el Papa hablaba a todos los hombres, sobre todo a los jóvenes. ¿Acaso no tenemos todos de algún modo miedo - si dejamos entrar a Cristo totalmente dentro de nosotros, si nos abrimos totalmente a él -, miedo de que él pueda quitarnos algo de nuestra vida? ¿Acaso no tenemos miedo de renunciar a algo grande, único, que hace la vida más bella? ¿No corremos el riesgo de encontrarnos luego en la angustia y vernos privados de la libertad? Y todavía el Papa quería decir: ¡no! quien deja entrar a Cristo no pierde nada, nada - absolutamente nada - de lo que hace la vida libre, bella y grande. ¡No! Sólo con esta amistad se abren las puertas de la vida. Sólo con esta amistad se abren realmente las grandes potencialidades de la condición humana. Sólo con esta amistad experimentamos lo que es bello y lo que nos libera.

Así, hoy, yo quisiera, con gran fuerza y gran convicción, a partir de la experiencia de una larga vida personal, decir a todos vosotros, queridos jóvenes: ¡No tengáis miedo de Cristo! Él no quita nada, y lo da todo. Quien se da a él, recibe el ciento por uno. Sí, abrid, abrid de par en par las puertas a Cristo, y encontraréis la verdadera vida. Amén".
HML/INAUGURACION PONTIFICADO/BENEDICTO XVI VIS 20050424 (2960)

MEDIO MILLON DE PERSONAS EN INAUGURACION DEL PONTIFICADO


CIUDAD DEL VATICANO, 24 ABR 2005 (VIS).-A las 10,00 de hoy, V Domingo de Pascua, el Papa Benedicto XVI presidió en la Plaza de San Pedro ante medio millón de personas la celebración eucarística por el inicio oficial de su ministerio petrino. Concelebraron 150 cardenales. Entre los obispos, sacerdotes y religiosos presentes se encontraba el hermano del Papa, monseñor Georg Ratzinger.

Mucha gente que abarrotaba Via della Conciliazione y las calles adyacentes siguió la ceremonia a través de pantallas gigantes.

A la celebración eucarística asistieron 141 delegaciones de jefes de Estado y de gobierno. De las delegaciones religiosas formaban parte 70 personas, entre ellas representantes de las Iglesias Ortodoxas, de las Iglesias Orientales Ortodoxas (Antiguas Iglesias de Oriente), de las Iglesias y comuniones cristianas de Occidente y de organizaciones cristianas internacionales.

Antes del comienzo de su primera celebración eucarística, Benedicto XVI junto con los patriarcas de las Iglesias orientales, descendió al sepulcro de San Pedro, debajo del altar de la Confesión, para rezar algunos instantes, incensando después el nicho de los palios. Mientras tanto, dos diáconos tomaron el cofre con el palio petrino, el Anillo del Pescador y el evangeliario para llevarlos en procesión fuera de la basílica y colocarlos en el altar de la celebración.

Después, el Santo Padre subió a la basílica y se unió a la procesión con los concelebrantes.

Al final de la Liturgia de la Palabra y de la proclamación del Evangelio, en latín y griego, los diáconos que leyeron el Evangelio, precedidos por el incensario y en compañía de los acólitos, regresaron al ambón. Detrás del altar, los dos diáconos portadores del palio petrino y el Anillo del Pescador se acercaron a la cátedra del Santo Padre, donde ellos se unieron los cardenales Angelo Sodano, Stephen Kim Sou-hwan y Jorge Arturo Medina Estévez. Este último, como protodiácono, puso el palio petrino sobre los hombros de Benedicto XVI.

El palio es un antiquísimo símbolo episcopal tejido con lana de corderos, que indica la autoridad del obispo y su unión con la Sede de Pedro. Es blanco, mitad de lana de oveja y mitad de lana de cordero, y tiene bordadas cinco cruces rojas. Simboliza tanto el Buen Pastor que lleva en sus hombros a la oveja descarriada como la triple respuesta "Tu sabes que te amo", de San Pedro a Jesús resucitado, cuando Cristo le pidió que apacentase sus corderos y sus ovejas.

El cardenal Angelo Sodano, decano del colegio cardenalicio, puso entonces el Anillo del Pescador en la mano derecha de Benedicto XVI. El anillo entregado al Santo Padre lleva un sello con la imagen de San Pedro y la barca con las redes. Es un símbolo y un sello de autenticidad de la fe y significa la tarea confiada a Pedro de confirmar a sus hermanos. Se llama Anillo del Pescador porque Pedro fue el apóstol pescador que, creyendo en la palabra de Jesús, echó su red fuera de la barca y pescó milagrosamente una gran cantidad de peces.

Tras bendecir a los fieles con el Evangeliario, el Papa regresó a su cátedra y recibió la promesa de obediencia de 12 personas procedentes de varias partes del mundo: tres cardenales, un obispo, un presbítero, un diácono, un religioso, una religiosa, un matrimonio y dos jóvenes que acaban de recibir la confirmación.

Posteriormente, el Papa pronunció su homilía en italiano.
BXVI-MISA INAUGURACION/.../... VIS 20050424 (560)

viernes, 22 de abril de 2005

EL PAPA A LOS CARDENALES: ¡NO DEJEIS DE SOSTENERME!


CIUDAD DEL VATICANO, 22 ABR 2005 (VIS).-El Papa recibió esta mañana a los cardenales presentes en Roma, a quienes aseguró: "A las intensas emociones vividas con ocasión de la muerte" de Juan Pablo II y "después durante el cónclave y sobre todo al final, se suman una íntima necesidad de silencio y un vivo deseo del corazón de dar gracias y un sentido de humana impotencia ante la gran tarea que me espera".

"En primer lugar -afirmó- siento el deber de dar gracias a Dios, que me ha elegido, a pesar de mi fragilidad humana, como Sucesor del apóstol Pedro, y me ha confiado la tarea de regir y guiar a la Iglesia, para que sea en el mundo sacramento de unidad para todo el género humano".

Benedicto XVI subrayó que "el primer encuentro con los fieles, el martes pasado en la Plaza de San Pedro, fue realmente emocionante: a todos, obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, jóvenes y ancianos, mi más sentido agradecimiento por su solidaridad espiritual".

A todos los miembros del colegio cardenalicio, en especial al secretario de Estado, Angelo Sodano y al camarlengo, Eduardo Martínez Somalo, dio las gracias por "su activa colaboración durante la administración de la Iglesia en el período de sede vacante. Saludo con particular afecto a los cardenales que por motivos de edad o enfermedad, no han participado en el cónclave".

El Papa extendió su personal agradecimiento a los purpurados "por la confianza que habéis depositado en mí, eligiéndome Obispo de Roma y pastor de la Iglesia universal. Es un acto de confianza que constituye un aliento para emprender esta nueva misión con más serenidad, porque estoy convencido de poder contar, además de con la indispensable ayuda de Dios, con vuestra generosa colaboración. ¡Por favor, no dejéis de sostenerme!".

Tras recordar a sus predecesores, el beato Juan XXIII, a los siervos de Dios Pablo VI y Juan Pablo I y especialmente a Juan Pablo II, "cuyo testimonio en los pasados días nos sostuvo más que nunca y cuya presencia seguimos notando siempre viva", dijo: "La luz y la fuerza de Cristo resucitado se irradiaron en la Iglesia de aquella "última Misa" que celebró en su agonía, culminada en el "Amén" de una vida totalmente ofrecida, por medio del Corazón Inmaculado de María, para la salvación del mundo".

"Vuestra cercanía espiritual, vuestros iluminados consejos y vuestra cooperación activa -terminó- serán un don del que os estaré siempre agradecido y un estímulo para llevar a cabo el mandato que se me ha confiado con total fidelidad y entrega".
AC/.../COLEGIO CARDENALES VIS 20050422 (430)

BENEDICTO XVI VISITARA SAN PABLO EXTRAMUROS EL 25 DE ABRIL


CIUDAD DEL VATICANO, 22 ABR 2005 (VIS).-La Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Supremo Pontífice anuncia en un comunicado publicado ayer tarde que la solemne celebración eucarística de inauguración del pontificado del Papa Benedicto XVI se celebrará en la Plaza de San Pedro, el domingo 24 de abril, a las 10 horas. Concelebrarán todos los cardenales presentes en Roma.

"La Iglesia que está en Roma y en diversas partes del mundo -agrega el comunicado- está invitada a dirigir a Dios un agradecimiento filial y una súplica ferviente para obtener al nuevo romano pontífice, que recibirá el palio de San Pedro y el anillo del pescador, gracias copiosas para su ministerio y para el bien de toda la Iglesia".

El lunes, 25 de abril, a las 18,30, el Santo Padre visitará la tumba del apóstol Pablo en la basílica de San Pablo Extramuros para "expresar el lazo inseparable de la Iglesia de Roma con el apóstol de las gentes junto al pescador de Galilea".

El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, en una declaración efectuada a los periodistas ayer tarde informó que el lunes, 25 de abril, el Santo Padre Benedicto XVI recibirá por la mañana en el Aula Pablo VI a los peregrinos procedentes de Alemania para la solemne inauguración del pontificado.

El Papa recibirá a los periodistas mañana sábado, 23 de abril, a las 11, en el Aula Pablo VI.

También se anunció hoy que el Papa Benedicto XVI recibirá a los jefes de las delegaciones oficiales presentes en la Misa solemne de inauguración del pontificado al final de la ceremonia, y no el lunes, 25 de abril, como se había avisado previamente.
OCL:OP/CALENDARIO PAPA/NAVARRO-VALLS VIS 20050422 (310)

jueves, 21 de abril de 2005

OTROS ACTOS PONTIFICIOS

CIUDAD DEL VATICANO, 21 ABR 2005 (VIS).-El Santo Padre:

-Nombró al cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado.

-Confirmó "donec aliter provideatur" a los cardenales, arzobispos jefes de los dicasterios de la Curia Romana y al presidente de la Pontificia Comisión para el Estado de la Ciudad del Vaticano.

-Confirmó al arzobispo Leonardo Sandri como sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado.

-Confirmó al arzobispo Giovanni Lajolo como secretario para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado.

-Confirmó, para el quinquenio en curso, a los secretarios de los dicasterios de la Curia Romana.
NA/.../... VIS 20050421 (100)

PROGRAMA DEL SANTO PADRE PARA LOS PROXIMOS DIAS

CIUDAD DEL VATICANO, 21 ABR 2005 (VIS).-El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, realizó ayer por la tarde la siguiente declaración:

"En la mañana de hoy, el Santo Padre Benedicto XVI visitó la Congregación para la Doctrina de la Fe, donde, en un encuentro muy cordial, saludó a los colaboradores y colaboradoras del dicasterio.

Después entró en el apartamento papal del Palacio Apostólico, al que quitó los sellos.

En la Domus Sanctae Marthae, el Santo Padre invitó a almorzar a algunos colaboradores de la Curia Romana, decidiendo algunos de sus próximos compromisos:

El viernes por la mañana, encuentro con todos los cardenales presentes en Roma.

El sábado por la mañana, encuentro con los periodistas y profesionales de la comunicación social.

Por la tarde, el Santo Padre fue al apartamento que hasta ahora ocupaba en la Plaza de la Ciudad Leonina.

Como se anunció previamente, el domingo 24 de abril, a las 10 de la mañana, Benedicto XVI presidirá la Eucaristía de solemne inicio de su pontificado.

El lunes, 25 de abril, por la mañana, recibirá a las delegaciones oficiales que han intervenido en la ceremonia de inauguración del pontificado.

Por el momento, el Santo Padre ha decidido quedarse en la Domus Sanctae Marthae".
OP/PROGRAMA PAPA/NAVARRO-VALLS VIS 20050421 (230)

miércoles, 20 de abril de 2005

BENEDICTO XVI: UN PAPA DE COMUNION Y COLEGIALIDAD


CIUDAD DEL VATICANO, 20 ABR 2005 (VIS).-Ofrecemos a continuación el texto del primer mensaje del Papa Benedicto XVI, que leyó en latín al final de la concelebración eucarística presidida esta mañana en la Capilla Sixtina con los miembros del colegio cardenalicio. El cardenal Joseph Ratzinger fue elegido ayer por la tarde 264 sucesor de San Pedro.

"¡Gracias y paz en abundancia para vosotros! En mi alma conviven en estas horas dos sentimientos contrastantes. Por una parte, un sentido de inadecuación y de turbación humana por la responsabilidad que me han confiado ayer de cara a la Iglesia universal, como sucesor del apóstol Pedro en esta sede de Roma. Por otra parte, siento viva en mí una gratitud profunda a Dios que, como nos hace cantar la liturgia, no abandona su rebaño, sino que lo conduce a través de los tiempos bajo la guía de aquellos que El mismo ha elegido vicarios de su Hijo y ha constituido pastores.

Queridísimos, este agradecimiento íntimo por un don de la misericordia divina prevalece en mi corazón a pesar de todo. Y considero este hecho una gracia especial que me ha concedido mi venerado predecesor Juan Pablo II. Me parece sentir su mano fuerte que estrecha la mía, me parece ver sus ojos sonrientes y escuchar sus palabras, dirigidas, en este momento, particularmente a mí: "¡No tengas miedo!".

La muerte del Santo Padre Juan Pablo II y los días siguientes, han sido para la Iglesia y para el mundo entero un tiempo extraordinario de gracia. El gran dolor por su desaparición y el sentido de vacío que ha dejado en todos se han templado con la acción de Cristo resucitado, que se ha manifestado durante largos días en la oleada coral de fe, de amor y de solidaridad espiritual, culminada en sus exequias solemnes.

Podemos decirlo: los funerales de Juan Pablo II han sido una experiencia verdaderamente extraordinaria en la que se ha percibido de alguna forma la potencia de Dios que, a través de su Iglesia, quiere formar con todos los pueblos una gran familia, mediante la fuerza unificadora de la Verdad y del Amor. En la hora de la muerte, conformado con su Maestro y Señor, Juan Pablo II coronó su largo y fecundo pontificado, confirmando en la fe al pueblo cristiano, reuniéndolo en torno a sí y haciendo sentirse más unida a la entera familia humana. ¿Cómo no sentirse sostenidos por este testimonio? ¿Cómo no advertir el aliento que procede de este acontecimiento de gracia?

Sorprendiendo toda previsión mía, la Providencia divina, a través del voto de los venerados padres cardenales, me ha llamado a suceder a este gran Papa. Vuelvo a pensar en estas horas en lo que sucedió en la región de Cesarea de Filipo hace dos mil años. Me parece escuchar las palabras de Pedro:"Tu eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo" y la solemne afirmación del Señor: "Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia (...) Te daré las llaves del reino de los cielos".

¡Tu eres Cristo! ¡Tu eres Pedro! Me parece revivir la misma escena evangélica; yo, sucesor de Pedro, repito con trepidación las palabras trepidantes del pescador de Galilea y vuelvo a escuchar con emoción íntima la consoladora promesa del divino Maestro. Si es enorme el peso de la responsabilidad que cae sobre mis pobres hombros, es ciertamente desmesurada la potencia divina sobre la que puedo contar: "Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia". Al elegirme como obispo de Roma, el Señor me ha querido vicario suyo, me ha querido "piedra" en la que todos puedan apoyarse con seguridad. A El pido que supla a la pobreza de mis fuerzas, para que sea valiente y fiel
pastor de su rebaño, siempre dócil a las inspiraciones del Espíritu Santo.

Me dispongo a emprender este ministerio peculiar, el ministerio "petrino" al servicio de la Iglesia universal, con humilde abandono en las manos de la Providencia de Dios. Es a Cristo en primer lugar a quien renuevo mi adhesión total y confiada: "In Te, Domine, speravi; non confundar in aeternum!".

A vosotros, señores cardenales, con ánimo grato por la confianza que me habéis demostrado, os pido que me sostengáis con la oración y con la colaboración, constante, sapiente y activa. Pido también a todos los hermanos en el episcopado que estén a mi lado con la oración y con el consejo, para que pueda ser verdaderamente el "Servus Servorum Dei". Como Pedro y los otros apóstoles constituyeron por voluntad del Señor un único colegio apostólico, del mismo modo el sucesor de Pedro y los obispos, sucesores de los apóstoles -el Concilio lo ha reafirmado con fuerza- deben estar estrechamente unidos entre ellos. Esta comunión colegial, si bien en la diversidad de roles y de funciones del romano pontífice y de los obispos, está al servicio de la Iglesia y de la unidad de la fe, de la que depende de manera notable la eficacia de la acción evangelizadora en el mundo contemporáneo. Por lo tanto, sobre este sendero en que han avanzado mis venerados predecesores, quiero proseguir preocupado únicamente de proclamar al mundo entero la presencia viva de Cristo.

Frente a mí está, en particular, el testimonio de Juan Pablo II. El deja una Iglesia más valiente, más libre, más joven. Una Iglesia que, según su enseñanza y su ejemplo, mira con serenidad al pasado y no tiene miedo del futuro. Con el Gran Jubileo se ha introducido en el nuevo milenio, llevando en las manos el Evangelio, aplicado al mundo actual a través de la autorizada re-lectura del Concilio Vaticano II. Justamente el Papa Juan Pablo II indicó ese concilio como "brújula" con la que orientarse en el vasto océano del tercer milenio. También en su testamento espiritual escribía: "Estoy convencido de que las nuevas generaciones podrán servirse todavía durante mucho tiempo de las riquezas proporcionadas por este Concilio del siglo XX".

Por lo tanto, yo también, cuando me preparo al servicio que es propio del sucesor de Pedro, quiero reafirmar con fuerza la voluntad decidida de proseguir en el compromiso de realización del Concilio Vaticano II, siguiendo a mis predecesores y en continuidad fiel con la tradición bimilenaria de la Iglesia. Este año cae el 40 aniversario de la conclusión de la asamblea conciliar (8 de diciembre de 1965). Con el pasar de los años los documentos conciliares no han perdido actualidad; por el contrario, sus enseñanzas se revelan particularmente pertinentes en relación con las nuevas instancias de la Iglesia y de la sociedad actual globalizada.

De manera muy significativa, mi pontificado inicia mientras la Iglesia vive el año especial dedicado a la Eucaristía. ¿Cómo no ver en esta coincidencia providencial un elemento que debe caracterizar el ministerio al que estoy llamado? La Eucaristía, corazón de la vida cristiana y fuente de la misión evangelizadora de la Iglesia, no puede dejar de constituir el centro permanente y la fuente del servicio petrino que me ha sido confiado.

La Eucaristía hace presente constantemente a Cristo resucitado, que sigue entregándose a nosotros, llamándonos a participar en la mesa de su Cuerpo y su Sangre. De la comunión plena con El, brota cada uno de los elementos de la vida de la Iglesia, en primer lugar la comunión entre todos los fieles, el compromiso de anuncio y testimonio del Evangelio, el ardor de la caridad hacia todos, especialmente hacia los pobres y los pequeños.

En este año, por lo tanto, se tendrá que celebrar con relieve particular la solemnidad del Corpus Christi. La Eucaristía constituirá el centro de la Jornada Mundial de la Juventud en Colonia y en octubre, de la Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, cuyo tema será: "La Eucaristía, fuente y cumbre de la vida y la misión de la Iglesia".

Pido a todos que intensifiquen en los próximos meses el amor y la devoción a Jesús Eucaristía y que expresen con valentía y claridad la fe en la esperanza real del Señor, sobre todo mediante la solemnidad y la dignidad de las celebraciones.

Lo pido de modo especial a los sacerdotes, en los que pienso en este momento con gran afecto. El sacerdocio ministerial nació en el Cenáculo, junto con la Eucaristía, como tantas veces subrayó mi venerado predecesor Juan Pablo II. "La existencia sacerdotal ha de tener, por un título especial, 'forma eucarística', escribió en su última carta para el Jueves Santo. A este fin contribuye sobre todo la devota celebración cotidiana de la Santa Misa, centro de la vida y de la misión del cada sacerdote.

Alimentados y sostenidos por la Eucaristía, los católicos no pueden dejar de sentirse estimulados a tender a aquella plena unidad que Cristo deseó ardientemente en el Cenáculo. El Sucesor de Pedro sabe que tiene que hacerse cargo de modo muy particular de este supremo deseo del Maestro divino. A El se le ha confiado la tarea de confirmar a los hermanos.

Plenamente consciente, por tanto, al inicio de su ministerio en la Iglesia de Roma que Pedro ha regado con su sangre, su actual sucesor asume como compromiso prioritario trabajar sin ahorrar energías en la reconstitución de la unidad plena y visible de todos los seguidores de Cristo. Esta es su ambición, este es su acuciante deber. Es consciente de que para ello no bastan las manifestaciones de buenos sentimientos. Son precisos gestos concretos que entren en los ánimos y remuevan las conciencias, llevando a cada uno a aquella conversión interior que es el presupuesto de todo progreso en el camino del ecumenismo.

El diálogo teológico es necesario. También es indispensable profundizar en la motivaciones históricas de decisiones tomadas en el pasado. Pero lo que más urge es aquella "purificación de la memoria", tantas veces evocada por Juan Pablo II, que únicamente puede preparar los ánimos a acoger la plena verdad de Cristo. Cada uno debe presentarse ante Dios, Juez supremo de todo ser vivo, consciente del deber de rendirle cuentas un día de lo que ha hecho o no ha hecho por el gran bien de la unidad plena y visible de todos sus discípulos.

El actual Sucesor de Pedro se deja interpelar en primera persona por esta pregunta y está dispuesto a hacer todo lo posible para promover la fundamental causa del ecumenismo. Siguiendo a sus predecesores, está plenamente determinado a cultivar todas las iniciativas que puedan ser oportunas para promover los contactos y el entendimiento con los representantes de las diversas iglesias y comunidades eclesiales. A ellos, envía también en esta ocasión, el saludo más cordial en Cristo, único Señor de todos.

Vuelvo con la memoria en este momento a la inolvidable experiencia que hemos vivido todos con ocasión de la muerte y del funeral por el llorado Juan Pablo II. Junto a sus restos mortales, colocados en la tierra, se recogieron los jefes de las naciones, personas de todas las clases sociales, y especialmente jóvenes, en un inolvidable abrazo de afecto y admiración. El mundo entero clavó su mirada en él con confianza. A muchos les pareció que aquella intensa participación, amplificada hasta los confines del planeta por los medios de comunicación social, fuese como una petición común de ayuda dirigida al Papa por parte de la humanidad, que turbada por incertidumbres y temores, se interroga sobre su futuro.

La Iglesia de hoy debe reavivar en sí misma la conciencia de la tarea de volver a proponer al mundo la voz de Aquel que ha dicho: "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida". Al emprender su ministerio, el nuevo Papa sabe que su deber es hacer que resplandezca ante los hombres y mujeres de hoy la luz de Cristo: no la propia luz, sino la de Cristo.

Con esta conciencia me dirijo a todos, también a aquellos que siguen otras religiones o que simplemente buscan una respuesta a las preguntas fundamentales de la existencia y todavía no la han encontrado. Me dirijo a todos con sencillez y afecto, para asegurar que la Iglesia quiere seguir manteniendo con ellos un diálogo abierto y sincero, la búsqueda del verdadero bien del ser humano y de la sociedad.

Invoco de Dios la unidad y la paz para la familia humana y declaro la disponibilidad de todos los católicos a cooperar en un auténtico desarrollo social, respetuoso de la dignidad de todos los seres humanos.

No ahorraré esfuerzos y sacrificio para proseguir el prometedor diálogo iniciado por mis venerados predecesores, con las diversas civilizaciones, para que de la comprensión recíproca nazcan las condiciones para un futuro mejor para todos.

Pienso en particular en los jóvenes. A ellos, interlocutores privilegiados del Papa Juan Pablo II, dirijo mi afectuoso abrazo en espera -si Dios quiere-, de encontrarles en Colonia, con motivo de la próxima Jornada Mundial de la Juventud. Queridos jóvenes, futuro y esperanza de la Iglesia y de la humanidad, seguiré dialogando y escuchando vuestras esperanzas para ayudaros a encontrar cada vez con mayor profundidad a Cristo viviente, el eternamente joven.

Mane nobiscum, Domine! ¡Señor, quédate con nosotros! Esta invocación, que es el tema dominante de la carta apostólica de Juan Pablo II para el Año de la Eucaristía, es la oración que brota de modo espontáneo de mi corazón, mientras me dispongo a iniciar el ministerio al que me ha llamado Cristo. Como Pedro, también yo renuevo a Dios mi promesa de fidelidad incondicional. Quiero servir solo a El, dedicándome totalmente al servicio de su Iglesia.

Invoco la materna intercesión de María Santísima para que sostenga esta promesa. En sus manos pongo el presente y el futuro de mi persona y de la Iglesia. Que intercedan también los santos apóstoles Pedro y Pablo y todos los santos.

Con estos sentimientos imparto a vosotros, venerados hermanos cardenales, a quienes participan en este rito y a cuantos lo siguen mediante la radio y la televisión una especial y afectuosa bendición".
MESS/PRIMERA MISA:BENEDICTO XVI VIS 20050420 (2320)

martes, 19 de abril de 2005

A MEDIODIA NUEVA FUMATA NEGRA

CIUDAD DEL VATICANO, 19 ABR 2005 (VIS).-Esta mañana a las 11,49 volvió a salir humo negro de la chimenea de la Capilla Sixtina en señal de que los cardenales electores no habían elegido todavía al nuevo Papa en las dos votaciones matutinas.

Esta tarde, a las 16,00, los cardenales volverán a entrar en la Capilla Sixtina para votar de nuevo
CC/CONCLAVE/.. VIS 20050419 (70)

EL CARDENAL RATZINGER ES EL PAPA BENEDICTO XVI

CIUDAD DEL VATICANO, 19 ABR 2005 (VIS).-El cardenal Joseph Ratzinger ha sido elegido Sumo Pontífice, 264 sucesor de Pedro, tomando el nombre de Benedicto XVI.

A las 18,43, después de aparecer la "fumata" blanca, el cardenal protodiácono, Jorge Arturo Medina Estévez, dio el anuncio a las gentes desde la "loggia" o balcón externo de la Bendición de la basílica vaticana, con estas palabras:

Annuntio vobis gaudium magnum;
habemus Papam:
Eminentissimun ac Reverendissimum Dominum,
Dominum Josephum
Sanctæ Romanæ Ecclesiæ Cardinalem Ratzinger
qui sibi nomen imposuit Benedictum XVI.

(Os anuncio con gran alegría:
Tenemos Papa,
El eminentísimo y reverendísimo Señor,
Señor, Joseph
Cardenal, de la Santa Iglesia Romana, Ratzinger
Que ha tomado el nombre de Benedicto XVI)

El cónclave que ha llevado a la elección de Benedicto XVI comenzó el lunes, 18 de abril, en la Capilla Sixtina del Palacio Apostólico Vaticano, con el "extra omnes" intimado a las 17.25 por el maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, el arzobispo Piero Marini, tras el juramento de los 115 cardenales electores.

La primera fumata negra apareció a las 20,04 del mismo día.

El martes, 19 de abril, la fumata negra fue a las 11,52 .

La fumata blanca apareció a las 17,50 del martes 19 de abril.

A las 18,48, el Santo Padre Benedicto XVI, precedido por la Cruz, se asomó a la loggia exterior de la basílica para saludar a la multitud e impartir la bendición apostólica "Urbi et Orbi" (a la ciudad y al mundo).

Antes de la bendición, el nuevo pontífice dirigió estas palabras a los fieles:

"Queridos hermanos y hermanas: Después del gran Papa Juan Pablo II, los cardenales me han elegido, a mí, un sencillo y humilde obrero de la viña del Señor.

Me consuela el hecho de que el Señor sabe trabajar y actuar incluso con herramientas insuficientes y sobre todo me confío a vuestras oraciones.

En la alegría del Señor Resucitado, confiados en su ayuda permanente, prosigamos. El Señor nos ayudará y María, su Madre Santísima, estará a nuestro lado. Gracias".
OP/ELECCION BENEDICTO XVI/... VIS 20050419 (350)

COR UNUM: CARIDAD PAPAL EN 2004 ALCANZO 6.659.152 EUROS


CIUDAD DEL VATICANO, 19 ABR 2005 (VIS).-En el recién publicado informe sobre la caridad papal, a cargo del Pontificio Consejo "Cor Unum", se anuncia que la ayuda de Juan Pablo II a los pobres y a los que sufren en 2004 fue de 6.659.152 euros (8.680.870 dólares). Esta cifra abarca las ayudas a las víctimas del tsunami de diciembre de 2004 en el Sudeste asiático y del conflicto interno en Sudán, así como las sumas destinadas a los proyectos de las dos fundaciones creadas por el difunto pontífice: la Fundación Juan Pablo II para el Sahel y la Fundación "Populorum Progressio".

"Cor Unum" es el pontificio consejo que se ocupa de la caridad para los pobres y necesitados, para las víctimas de las catástrofes naturales y para los proyectos aprobados por las dos fundaciones antes mencionadas. Según la constitución apostólica "Pastor Bonus" de 1988 esta ayuda financiera se distribuye en nombre del Santo Padre "para estimular el testimonio de caridad evangélica". El dinero para la caridad papal llega a "Cor Unum" a través de "la generosidad espontánea de diócesis, institutos religiosos, parroquias, escuelas y fieles".

Los socorros enviados a las víctimas del tsunami totalizaron 353.058 euros. Del 29 de enero al 4 de febrero de este año, el arzobispo Paul Josef Cordes, presidente de "Cor Unum", se desplazó como enviado especial de Juan Pablo II a Indonesia y Sri Lanka, las dos naciones más afectadas por el tsunami.

En julio de 2004, el arzobispo visitó Darfur, en Sudán, como enviado del Papa para mostrar su cercanía a la población víctima del conflicto interno en ese país y ayudar con 100.000 euros a los más necesitados. Un mes antes, el arzobispo visitó a las poblaciones de Haití y de la República Dominicana, afectadas por graves inundaciones.

La ayuda facilitada en 2004 por Cor Unum en situaciones graves y urgentes, como terremotos, tifones, inundaciones, guerras y desplazamientos de población totalizó 992.530 dólares y 519.000 euros. La ayuda económica a las naciones en desarrollo para situaciones no urgentes y en sectores como la agricultura, la educación, la sanidad, la formación profesional y la vivienda fue de 2.024.532 dólares y 608.200 euros.

La contribución a la Fundación Juan Pablo II para el Sahel, creada en 1984, fue de 1.771.157 euros (2.307.286 dólares) y se destinó a 169 proyectos en nueves países del continente africano.

La Fundación "Populorum Progressio", instituida por Juan Pablo II en 1992, distribuyó entre 19 naciones latinoamericanas 1.881.000 dólares (1.442.927 euros) para financiar 231 proyectos para la promoción de las comunidades indígenas campesinas pobres.

"Por lo se refiere a las dos fundaciones -dice el informe de "Cor Unum"- es importante resaltar que al instituirlas Juan Pablo II quiso que fueran un testimonio permanente de su amor por las poblaciones del Sahel y de América Latina, apelándose a todas las iglesias locales, a los fieles y a todos los hombres de buena voluntad para que respaldasen el precioso servicio encaminado a la promoción integral de esos pueblos".
CON-CU/CARIDAD PAPAL 2004/... VIS 20050419 (500)

EL 24 DE ABRIL, MISA DE INAUGURACION DEL PONTIFICADO

CIUDAD DEL VATICANO, 19 ABR 2005 (VIS).-Esta tarde, tras la elección del nuevo pontífice, el cardenal Joseph Ratzinger, que ha tomado el nombre de Benedicto XVI, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, efectuó la siguiente declaración a los periodistas:

"Terminado el cónclave, el Santo Padre Benedicto XVI, ha decidido cenar hoy con todos los cardenales en la Domus Sanctae Marthae, donde reposará esta noche.

"Mañana, a las 9,00, el Papa presidirá la concelebración eucarística con los cardenales en la Capilla Sixtina y pronunciará la homilía en latín.

"La Misa de inauguración solemne del pontificado se celebrará en San Pedro, el domingo 24 de abril a las 10 de la mañana".
OP/.../NAVARRO-VALLS VIS 20050419 (130)

BIOGRAFIA DEL PAPA BENEDICTO XVI


CIUDAD DEL VATICANO, 19 ABR 2005 (VIS).-Ofrecemos a continuación la biografía oficial del nuevo Papa Benedicto XVI, cardenal Joseph Ratzinger:

El cardenal Joseph Ratzinger, Papa Benedicto XVI, nació en Marktl am Inn, en la diócesis de Passau (Alemania), el 16 de abril de 1927. El padre, comisario de la gendarmería, provenía de una antigua familia de agricultores de la Baja Baviera. Pasó la adolescencia en Traunstein y fue llamado en los últimos meses de segundo conflicto mundial en los servicios auxiliares antiaéreos.

Era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, presidente de la Pontificia Comisión Bíblica y de la Pontificia Comisión Teológica Internacional, decano del Colegio Cardenalicio.

De 1946 a 1951, año en que fue ordenado sacerdote (29 de junio) e iniciaba su actividad de profesor, estudió filosofía y teología en la universidad de Munich y en la escuela superior de Filosofía y Teología de Freising. En el año 1953 se doctora en Teología con la disertación "Pueblo y casa de Dios en la doctrina de la Iglesia de San Agustín". Cuatro años más tarde obtenía la cátedra con su trabajo sobre "La Teología de la Historia de San Buenaventura".

Tras conseguir el encargo de Dogmática y Teología Fundamental en la escuela superior de Filosofía y Teología de Freising, prosiguió la enseñanza en Bonn, de 1959 a 1969, Münster de 1963 a 1966 y Tubinga, de 1966 a 1969. En este último año pasó a ser catedrático de Dogmática e Historia del Dogma en la Universidad de Ratisbona y vicepresidente de la misma universidad. En 1962 aportó una notable contribución en el Concilio Vaticano II como consultor teológico del cardenal Joseph Frings, arzobispo de Colonia.

Entre sus numerosas publicaciones ocupa un lugar particular "Introducción al Cristianismo", recopilación de lecciones universitarias publicadas en 1968 sobre la profesión de fe apostólica; "Dogma y revelación" (1973), antología de ensayos, predicaciones y reflexiones, dedicadas a la pastoral. Obtuvo una notable resonancia el discurso pronunciado ante la Academia Católica bávara sobre el tema "¿Porqué sigo todavía en la Iglesia?, en la que afirmaba: "Solo es posible ser cristiano en la Iglesia y no al lado de la Iglesia". En 1985 publica "Informe sobre la fe" y en 1996 "La sal de la tierra".

El 24 de marzo de 1977, Pablo VI lo nombró arzobispo de München und Freising. El 28 de mayo sucesivo recibía la consagración episcopal. Fue el primer sacerdote diocesano que asumió después de 80 años el gobierno pastoral de la gran diócesis bávara.

Creado cardenal por el Papa Pablo VI en 1977, fue relator en la V Asamblea General del Sínodo de los Obispos (1980) sobre el tema: "Los deberes de la familia cristiana en el mundo contemporáneo" y presidente delegado de la VI Asamblea sinodal (1983) sobre "Reconciliación y penitencia en la misión de la Iglesia".

El 25 de noviembre de 1981 fue nombrado por Juan Pablo II prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe; presidente de la Pontificia Comisión Bíblica y de la Pontificia Comisión Teológica Internacional.

El 5 de abril de 1993 entró a formar parte del orden de los obispos, con el título de la Iglesia Suburbicaria de Velletri-Segni.

El 6 de noviembre de 1998 fue elegido vicedecano del colegio cardenalicio. El 30 de noviembre de 2002 el Santo Padre aprobó la elección de decano del colegio cardenalicio, realizada por los cardenales del orden de los obispos.

Fue presidente de la Comisión para la preparación del Catecismo de la Iglesia Católica, que tras seis años de trabajo (1986-1992) pudo presentar al Santo Padre el nuevo Catecismo.

El 10 de noviembre de 1999 recibió el doctorado "honoris causa" en Derecho por la Universidad italiana LUMSA

Desde el 13 de noviembre de 2000 era Académico honorario de la Pontificia Academia de las Ciencias.

Fue creado cardenal por Pablo VI en el consistorio del 27 de junio de 1977, titular de la Iglesia Suburbicaria de Velletri-Segni (5 abril 1993) y de la Iglesia Suburbicaria de Ostia (30 noviembre 2002).

Era miembro del Consejo de la II Sección de la Secretaría de Estado, de las Congregaciones paras las Iglesias Orientales, para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, para los Obispos, para la Evangelización de los Pueblos, para la Educación Católica; del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y de las Pontificias Comisiones para América Latina y "Ecclesia Dei".
OP/BIO:BENEDICTO XVI/... VIS 20050419 (640)

lunes, 18 de abril de 2005

LOS CARDENALES EN CONCLAVE: FUMATA NEGRA A LAS 20:04


CIUDAD DEL VATICANO, 18 ABR 2005 (VIS).-Los 115 cardenales electores procedentes de 52 países de los cinco continentes entraron esta tarde en el cónclave, que se celebra en la Capilla Sixtina.

A las 16,30 los cardenales se reunieron en el Aula de las Bendiciones, situada sobre el pórtico de la basílica de San Pedro y que da a la Plaza. Desde la "loggia" o balcón central de este aula, se presenta a los fieles por primera vez el nuevo pontífice.

Precedidos por la Cruz y seguidos por el Evangeliario, los cardenales fueron en procesión hasta la cercana Capilla Sixtina mientras se cantaba la Letanía de los Santos. Una vez en la Capilla, tras el canto del "Veni Creator", pronunciaron el juramento según lo establecido en el "Ordo Rituum Conclavis".

Cuando el maestro de las celebraciones litúrgicas pontificias anunció el "extra omnes", todos los que no participan en el cónclave abandonaron la capilla excepto los cardenales electores y el cardenal Tomas Spidlik, de ochenta y cinco años, que salió después de predicar la segunda meditación.

A las 20:04 salió la "fumata" negra de la chimenea de la Capilla Sixtina, lo cual indica que los cardenales han realizado la primera votación, pero el Papa todavía no ha sido elegido
CC/CONCLAVE/.. VIS 20050418 (210)

LA ESTUFA DE LA SIXTINA SE USO POR PRIMERA VEZ EN 1939


CIUDAD DEL VATICANO, 18 ABR 2005 (VIS).-Esta tarde, los 115 cardenales electores procedentes de todo el mundo se reúnen en la Capilla Sixtina para votar y elegir al nuevo Papa.
En la Capilla Sixtina se han colocado doce mesas, seis a cada lado, el atril con el Evangelio en el que jurarán los purpurados, la mesa con las urnas donde se recogerán los votos y la estufa que se usará para quemar las papeletas y por cuya chimenea saldrá la "fumata".
La estufa en la que se quemarán las papeletas y de la que saldrá la "fumata blanca" y las eventuales fumatas negras, se utilizó por primera vez en el cónclave de 1939, cuando fue elegido Papa Eugenio Pacelli, Pío XII. Es de hierro, tiene un metro de altura y 45 centímetros de diámetro. Consta de una portezuela inferior, donde se enciende el fuego y una superior, donde se introducirán los documentos para quemar.
En la tapa superior están escritos con un punzón los años y meses de los cónclaves celebrados desde entonces: 1939/III, elección de Pío XII; 1958/X, elección de Juan XXIII; 1963/VI, elección de Pablo VI; 1978/VIII, elección de Juan Pablo I; y 1978/X, elección de Juan Pablo II.
Las fumatas negras, es decir, cuando no ha sido elegido Papa, se obtendrán quemando las papeletas y la "fumata blanca", quemando papeletas y paja húmeda. Por primera vez se utilizará una estufa auxiliar, que permitirá, gracias a un mecanismo electrónico, incrementar la visibilidad de la fumata.
.../ESTUFA CONCLAVE/... VIS 20050418 (250)

RATZINGER: PIDAMOS AL SEÑOR UN PASTOR QUE NOS GUIE A CRISTO


CIUDAD DEL VATICANO, 18 ABR 2005 (VIS).-El cardenal Joseph Ratzinger, decano del colegio cardenalicio, presidió esta mañana en la basílica vaticana la Santa Misa "Pro eligendo Romano Pontifice", que fue concelebrada por los 115 purpurados electores.
Asistieron a la celebración eucarística cardenales no electores, así como obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas y laicos presentes en Roma.
En la homilía, el cardenal Ratzinger, comentando la primera lectura del libro del profeta Isaías, en la que el Mesías, hablando de sí mismo dice que ha sido enviado a "promulgar el año de misericordia del Señor, un día de venganza de nuestro Dios", dijo: "Estamos llamados a promulgar -no solo con las palabras, sino con la vida y con los signos eficaces de los sacramentos el año de misericordia del Señor". Refiriéndose al "día de venganza de nuestro Dios", afirmó que el Señor "ha ofrecido un comentario auténtico a estas palabras con su muerte en la Cruz".
"La misericordia de Cristo -continuó- no es una gracia barata, ni supone banalizar el mal. Cristo lleva en su cuerpo y en su alma todo el peso del mal, toda su fuerza destructiva. (...) El día de la venganza y el año de la misericordia coinciden en el misterio pascual, en Cristo muerto y resucitado. Esta es la venganza de Dios: El mismo, en la persona del Hijo, sufre por nosotros".
En la segunda lectura, tomada de la carta a los Efesios, San Pablo habla de la "medida de la plenitud de Cristo", a la que "estamos llamados para ser realmente adultos en la fe. No deberíamos seguir siendo niños en la fe, de menor edad. En qué consiste ser niños en la fe? Responde San Pablo: significa ser "zarandeado por cualquier corriente doctrinal. Una descripción muy actual!".
"Cuántos vientos de doctrina hemos conocido en estas últimas décadas, cuantas corrientes ideológicas, cuantas modas de pensamiento. (...) La pequeña barca del pensamiento de muchos cristianos ha sido agitada con frecuencia por estas ondas, llevada de un extremo al otro, del marxismo al liberalismo, hasta el libertinaje; del colectivismo al individualismo radical; del ateísmo a un vago misticismo religioso; del agnosticismo al sincretismo, etc... Cada día nacen nuevas sectas y se cumple lo que dice San Pablo sobre el engaño de los seres humanos, sobre la astucia que tiende a llevar al error. Tener una fe clara, según el Credo de la Iglesia, se etiqueta a menudo como fundamentalismo. Mientras el relativismo, es decir, el dejarse llevar "aquí y allá por cualquier viento de doctrina' parece la única actitud a la altura de los tiempos que corren. Toma forma una dictadura del relativismo que no reconoce nada que sea definitivo y que deja como última medida solo al propio yo y a sus deseos".
"Nosotros, sin embargo -añadió-, tenemos otra medida: el Hijo de Dios, el verdadero hombre. El es la medida del verdadero humanismo. "Adulta" no es una fe que sigue las olas de la moda y la última novedad: adulta y madura es una fe profundamente enraizada en la amistad con Cristo. (...) Debemos hacer madurar esta fe adulta, y debemos guiar el rebaño de Cristo hacia esta fe. Solo esta fe crea unidad y se realiza en la caridad. (...) En la medida en que nos acercamos a Cristo, también en nuestra vida, verdad y caridad se compenetran".
El decano del colegio cardenalicio comentó a continuación el Evangelio de San Juan, en el que el Señor dice: "Ya no os llamo siervos... sino que os he llamado amigos". Cristo nos "otorga su confianza" y "nos confía su cuerpo, la Iglesia. Confía su verdad en nuestras débiles mentes, en nuestras débiles manos. (...) Nos ha hecho amigos suyos, y nosotros, cómo respondemos?", preguntó.
Tras recordar el discurso en el que Jesús habla de dar fruto: "Os he destinado para que vayáis y deis fruto y vuestro fruto permanezca", el purpurado dijo: "Debemos sentirnos animados por esta santa inquietud: la inquietud de dar a todos el don de la fe, de la amistad con Cristo. (...) Hemos recibido la fe para donarla a los demás, somos sacerdotes para servir a los demás. Y tenemos que dar un fruto que permanezca".
"Lo único que permanece en la eternidad es el alma humana, el ser humano creado por Dios para la eternidad. El fruto que permanece es lo que hemos sembrado en las almas humanas -el amor, el conocimiento; el gesto capaz de tocar el corazón; la palabra que abre el alma a la alegría del Señor. Por tanto, pidamos al Señor que nos ayude a dar fruto, un fruto que permanezca".
El cardenal Ratzinger concluyó pidiendo "con insistencia al Señor, sobre todo en este momento, para que tras el gran don del Papa Juan Pablo II, nos dé nuevamente un pastor según su corazón, un pastor que nos guíe al conocimiento de Cristo, a su amor, a la verdadera alegría".
.../MISA ELECCION PAPA/RATZINGER VIS 20050418 (800)

NOMBRES DE LOS 115 CARDENALES ELECTORES

CIUDAD DEL VATICANO, 18 ABR 2005 (VIS).-Ofrecemos a continuación la lista de los 115 cardenales electores que han entrado esta tarde en el cónclave, según el orden de precedencia (obispos, presbíteros y diáconos):

ORDEN DE LOS OBISPOS:

RATZINGER. Joseph
SODANO Angelo
LÓPEZ TRUJILLO Alfonso
RE Giovanni Battista

Cardenales Patriarcales de rito Oriental
DAOUD Ignace Moussa I

ORDEN DE LOS PRESBÍTEROS:

BAUM William Wakefield
CÉ Marco
MACHARSKI. Franciszek
KITBUNCHU Michael Michai
DANNEELS Godfried
WILLIAMS Thomas Stafford
MARTINI Carlo Maria, S.I.
LUSTIGER Jean-Marie
GLEMP Józef
MEISNER Joachim
ARINZE Francis
OBANDO BRAVO Miguel, S.D.B.
VIDAL Ricardo J.
POUPARD Paul
WETTER Friedrich
SIMONIS Adrianus Johannes
LAW Bernard Francis
BIFFI Giacomo
MARTÍNEZ SOMALO Eduardo
FALCÃO FREIRE José
GIORDANO Michele
SZOKA Edmund Casimir
PASKAI László, O.F.M.
TUMI Christian Wiyghan
ETSOU-NZABI-BAMUNGWABI Frédéric, C.I.C.M.
LÓPEZ RODRÍGUEZ Nicolás de Jesús
MAHONY Roger Michael
RUINI Camillo
SCHWERY Henri
STERZINSKY Georg Maximilian
VLK Miloslav
SHIRAYANAGI Peter Seiichi
DARMAATMADJA Julius Riyadi, S.I.
ORTEGA Y ALAMINO Jaime Lucas
WAMALA Emmanuel
KEELER William Henry
TURCOTTE Jean-Claude
CARLES GORDÓ Ricardo María
MAIDA Adam Joseph
PULJI Vinko
RAZAFINDRATANDRA Armand Gaétan
SANDOVAL ÍÑIGUEZ Juan
DE GIORGI Salvatore
ROUCO VARELA Antonio María
AMBROZIC Aloysius Matthew
TETTAMANZI Dionigi
PENGO Polycarp
SCHÖNBORN Christoph, O.P.
RIVERA CARRERA Norberto
GEORGE Francis Eugene, O.M.I.
JAWORSKI Marian
PUJATS Janis
DIAS Ivan
AGNELO Geraldo Majella
RUBIANO SÁENZ Pedro
McCARRICK Theodore Edgar
CONNELL. Desmond
BACKIS Audrys Juozas
ERRÁZURIZ OSSA Francisco Javier
TERRAZAS SANDOVAL Julio, C.SS.R.
NAPIER ilfrid Fox, O.F.M.
RODRÍGUEZ MARADIAGA Oscar Andrés, S.D.B.
AGRÉ Bernard
CIPRIANI THORNE Juan Luis
ÁLVAREZ MARTÍNEZ. Francisco
HUMMES Cláudio, O.F.M.
VITHAYATHIL Varkey, C.SS.R.
BERGOGLIO Jorge Maria, S.I.
DA CRUZ POLICARPO José
POLETTO Severino
MURPHY-O'CONNOR Cormac
EGAN Edward Michael
HUSAR Lubomyr
LEHMANN Karl
SCOLA Angelo
OKOGIE Anthony Olubunmi
PANAFIEU Bernard
ZUBEIR WAKO Gabriel
AMIGO VALLEJO Carlos, O.F.M.
RIGALI Justin Francis
O'BRIEN Keith Michael Patrick
SCHEID Eusébio Oscar, S.C.I.
ANTONELLI. Ennio
BERTONE Tarcisio, S.D.B.
TURKSON Peter Kodwo Appiah
TOPPO Telesphore Placidus
PELL George
BOZANIC Josip
PHAM MINH MÂN Jean-Baptiste
QUEZADA TORUÑO Rodolfo
BARBARIN Philippe
ERDO Péter
OUELLET Marc, P.S.S.

ORDEN DE LOS DIACONOS:

MEDINA ESTÉVEZ Jorge Arturo
CASTRILLÓN HOYOS Darío
STAFFORD James Francis
CACCIAVILLAN Agostino
SEBASTIANI Sergio
GROCHOLEWSKI Zenon
SARAIVA MARTINS José, C.M.F.
SEPE Crescenzio
POMPEDDA Mario Francesco
KASPER Walter
TAURAN Jean-Louis
MARTINO Renato Raffaele
MARCHISANO Francesco
HERRANZ Julián
LOZANO BARRAGÁN Javier
HAMAO Stephen Fumio
NICORA Attilio
CC/ELENCO CARDENALES ELECTORES/... VIS 20050418 (380)

sábado, 16 de abril de 2005

INFORMACION SOBRE EL DESARROLLO DEL CONCLAVE


CIUDAD DEL VATICANO, 16 ABR 2005 (VIS).-Este mediodía, durante un encuentro con los periodistas, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, informó acerca del desarrollo del cónclave.

"El lunes que viene -dijo-, 115 cardenales de 52 países, que representan a los cinco continentes, iniciarán el primer cónclave del III Milenio para elegir al 264 sucesor de Pedro, es decir, al 265 Papa de la historia de la Iglesia católica.

"Los cardenales se trasladarán a la Domus Sanctae Marthae mañana domingo, 17 de abril por la tarde, donde cenarán todos juntos.

"Como ya se anunció, el lunes a las 10,00, en la basílica vaticana, se celebrará la Santa Misa "para la elección del Romano Pontífice".

"El lunes a las 16,30, comenzará la procesión de los cardenales electores, que saliendo del Aula de las Bendiciones llegará a la Capilla Sixtina. Podréis seguir este rito en directo por televisión.

"El juramento de todos los cardenales electores tendrá lugar en la Capilla Sixtina. El cardenal decano leerá la fórmula de juramento, y posteriormente, cada cardenal pronunciará su nombre y poniendo la mano sobre el Evangelio, dirá: "Prometo, me obligo y juro". Estos días se ha hablado con frecuencia del vínculo de secreto para la elección del Papa. De todos modos, recuerdo que esta es solo una parte del juramento. Antes que nada se jura observar lo prescrito en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis y después se jura -y leo- "que quien por disposición divina, sea elegido Romano Pontífice, se comprometerá a desempeñar fielmente el "munus Petrinum" de Pastor de la Iglesia universal".

"Después del juramento, el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias intima el "extra omnes" y quien no participa en el cónclave abandona la Capilla Sixtina. Solo se quedan el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas y el cardenal Tomas Spidlik, para la meditación, y una vez terminada, también ellos dejarán la Sixtina.

"Durante el cónclave, los cardenales seguirán el siguiente horario:

"A las 7,30 de la mañana, celebración o concelebración de la Santa Misa en la Domus Sanctae Marthae. A las 9,00 se encontrarán ya en la Capilla Sixtina. Allí rezarán las laudes de la Liturgia de las Horas e inmediatamente después tendrán lugar las votaciones según el ritual prescrito (dos votaciones por la mañana y dos por la tarde). Por la tarde las votaciones comenzarán a las 16,00. Al final de la segunda votación se rezarán las vísperas.

"Después de las dos votaciones de la mañana y de las dos votaciones vespertinas, las papeletas y los eventuales apuntes de los cardenales se quemarán en la estufa preparada dentro de la Capilla Sixtina. Por tanto, como horario puramente indicativo, las fumatas podrían tener lugar hacia las 12 y hacia las 19 horas (siempre que la elección del Papa no tenga lugar durante el primer escrutinio de la mañana o de la tarde, caso en que la fumata se anticiparía). De todas formas, está previsto que al mismo tiempo que la fumata blanca señala la elección, toquen también las campanas de San Pedro.

"Conocéis muy bien las indicaciones de la constitución apostólica Universi Dominici Gregis por lo que se refiere a las votaciones. El "quorum" válido para la elección del Papa, es inicialmente de dos tercios. Después de tres días de votación sin elección, habrá una jornada sin votaciones dedicada a la reflexión y la oración. Pasado ese día se reanudarán las votaciones a lo largo de siete escrutinios eventuales a los que seguirán otra jornada de reflexión, otros siete escrutinios, otra pausa y otros siete escrutinios. Después de lo cual se decidirá , por mayoría absoluta, cómo proseguir, o sea por sufragio con mayoría absoluta o con el balotaje entre dos candidatos. Esto siempre que se llegue al 33 o 34 escrutinio sin resultados positivos.

"Por lo que se refiere a la primera votación, se decidirá después de la entrada en el cónclave, si es el caso de efectuarla ya en la misma tarde del lunes 18 de abril.

"El ámbito del cónclave comprende la Domus Sanctae Marthae y la Capilla Sixtina.

"Los cardenales podrán recorrer a pie, o si alguno lo prefiere en autobús el trayecto que costea el camino detrás de la basílica vaticana. Naturalmente no habrá personas a lo largo del recorrido. Los accesos al patio de San Dámaso se precintarán.

"Esos días los turistas no podrán subir a la cúpula de la basílica ni entrar en los jardines vaticanos.

"En cambio los peregrinos podrán visitar la tumba de Juan Pablo II durante el horario de apertura de las grutas vaticanas.

"Hoy acaban las congregaciones generales de los cardenales. Hago dos observaciones al final de estos encuentros: el clima de las congregaciones ha sido de gran familiaridad. Quizá era la expresión de la gran responsabilidad que todos los cardenales sienten en estos momentos. Se ha podido así llegar a un consenso muy amplio sobre los temas generales afrontados en las discusiones.

"Confirmo también que no se ha hablado de nombres en ninguna congregación".
OP/CONCLAVE/NAVARRO-VALLS VIS 20050416 (820)

CELEBRADA LA ULTIMA CONGREGACION GENERAL


CIUDAD DEL VATICANO, 16 ABR 2005 (VIS).-Este mediodía, al final de la duodécima y última Congregación General en período de sede vacante, en la que han participado 143 cardenales, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, realizó la siguiente declaración a los periodistas:

"Una vez rezado el Adsumus, ha prestado juramento el cardenal Edward Cassidy, recién llegado.

"Después el cardenal camarlengo, Eduardo Martínez Somalo, ha felicitado en nombre de todos al cardenal Joseph Ratzinger, decano del colegio cardenalicio, que hoy celebraba su cumpleaños.

"Se han dado algunas indicaciones para la entrada en la Domus Sanctae Marthae, que tendrá lugar en la tarde del domingo 17 de abril, para la Santa Misa Pro eligendo Summo Pontifice, que se celebrará el lunes 18 de abril a las 10 y para la entrada, ese mismo día, a las 16,30 horas en el cónclave.

"El cardenal decano ha leído los mensajes de algunos cardenales que no han podido venir a Roma. Los purpurados dan las gracias por las palabras de cercanía y afecto que les ha enviado el cardenal decano, en nombre de todo el colegio cardenalicio.

"El cardenal camarlengo ha procedido a la anulación del "anillo del pescador" y del sello de plomo, como está previsto en el artículo 13 g, de la constitución apostólica Universi Dominici Gregis.

"Después de haber comentado algunos puntos de esa constitución apostólica, los cardenales han reanudado el intercambio de ideas sobre los problemas de la Iglesia y del mundo.

"La última congregación general ha finalizado con el rezo del Regina Coeli".
OP/CONGREGACION GENERAL/NAVARRO-VALLS VIS 20050416 (270)

viernes, 15 de abril de 2005

CARDENALES EXPONEN PROBLEMAS AFRONTADOS POR DICASTERIOS

CIUDAD DEL VATICANO, 15 ABR 2005 (VIS).-Este mediodía, al final de la undécima Congregación General de los Cardenales en período de sede vacante, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, realizó la siguiente declaración a los periodistas:

"Esta mañana, en el Aula Nueva del Sínodo, se ha celebrado la undécima Congregación General de los Cardenales, en la que han participado 138 cardenales.

"Después de la oración al Espíritu Santo, los cardenales han dedicado toda la mañana al intercambio de ideas sobre los problemas de la Iglesia y del mundo.

"También hoy, algunos cardenales de las congregaciones y pontificios consejos de la Curia Romana han expuesto los problemas más importantes afrontados por su dicasterio.

"La reunión ha terminado con el rezo del Regina Coeli".
OP/CONGREGACION GENERAL/NAVARRO-VALLS VIS 20050415 (140)

JORNADA MISIONERA MUNDIAL: "PAN PARTIDO PARA EL MUNDO"


CIUDAD DEL VATICANO, 15 ABR 2005 (VIS).-Hoy se hizo público el mensaje que había escrito Juan Pablo II con ocasión de la Jornada Misionera Mundial, que se celebrará el domingo 23 de octubre y cuyo tema es: "Misión: Pan partido para el mundo". Está fechado y firmado el 22 de febrero de 2005, fiesta de la Cátedra de San Pedro y se ha publicado en inglés, francés, italiano, español, portugués y chino.

Ofrecemos a continuación extractos del mensaje:

"En este año dedicado a la Eucaristía, la Jornada Misionera Mundial nos ayuda a comprender mejor el sentido "eucarístico" de nuestra existencia, reviviendo el clima del Cenáculo, cuando Jesús, en la víspera de su pasión, se ofreció a sí mismo al mundo".

"En la reciente Carta apostólica "Mane nobiscum Domine" he invitado a contemplar a Jesús "pan partido" para toda la humanidad. Siguiendo su ejemplo, también nosotros debemos dar la vida por los hermanos, especialmente los más necesitados. (...) La Eucaristía, mientras hace comprender plenamente el sentido de la misión, anima a cada creyente, y especialmente a los misioneros, a ser "pan partido para la vida del mundo".

"En nuestra época, la sociedad humana parece que está envuelta por espesas tinieblas, mientras es turbada por acontecimientos dramáticos y trastornada por catastróficos desastres naturales. (...) El mismo Redentor, (...) presente en la Eucaristía, continúa a lo largo de los siglos manifestando compasión hacia la humanidad que se encuentra en la pobreza y en el sufrimiento".

"En su nombre, los agentes pastorales y los misioneros recorren caminos no explorados para llevar a todos el "pan" de la salvación. (...) Jesús solo puede apagar el hambre de amor y la sed de justicia de los hombres; sólo Él hace posible a cada persona la participación en la vida eterna: "Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre" (Jn 6, 51).

"Si uno se alimenta del Cuerpo y de la Sangre del Señor crucificado y resucitado, no puede tener sólo para sí mismo este "don". Al contrario, es necesario difundirlo. El amor apasionado por Cristo conduce al anuncio valiente de Cristo; anuncio que, con el martirio, se convierte en ofrenda suprema de amor a Dios y a los hermanos. La Eucaristía apremia a una generosa acción evangelizadora y a un compromiso activo en la edificación de una sociedad más equitativa y fraterna".

"De todo corazón, deseo que el Año de la Eucaristía motive a todas las comunidades cristianas a caminar "con generosidad fraterna" al encuentro de "alguna de las múltiples pobrezas de nuestro mundo" (Mane nobiscum Domine, 28). Esto, porque "por el amor mutuo y, en particular, por la atención a los necesitados se nos reconocerá como verdaderos discípulos de Cristo (cfr. Jn 13, 35; Mt 25, 31-46). Sobre la base de este criterio se comprobará la autenticidad de nuestras celebraciones eucarísticas" (Mane nobiscum Domine, 28).

En nombre de Cristo, "los misioneros acuden a tantas partes del mundo para anunciar y ser testigos del Evangelio. (...) ¡Cuántos misioneros mártires en este tiempo nuestro! ¡Que su ejemplo arrastre muchos jóvenes en el camino de la heroica fidelidad a Cristo! La Iglesia tiene necesidad de hombres y de mujeres que estén dispuestos a consagrarse totalmente a la gran causa del Evangelio".

"La Jornada Misionera Mundial constituye una oportuna circunstancia para tomar conciencia de la urgente necesidad de participar en la misión evangelizadora en la que se encuentran comprometidas las Comunidades locales y tantos Organismos eclesiales y, de modo particular, las Obras Misionales Pontificias y los Institutos Misioneros. Es misión que, además de la oración y del sacrificio, espera también un apoyo material concreto. Una vez más aprovecho la ocasión para subrayar el precioso servicio que realizan las Obras Misionales Pontificias, e invito a todos a apoyarlas con una generosa cooperación espiritual y material".
MESS/JORNADA MISIONERA MUNDIAL/... VIS 20050415 (630)
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