CIUDAD DEL VATICANO, 17 DIC 2010 (VIS).-El Santo Padre, siguiendo la tradición de su encuentro con los universitarios antes de Navidad, presidió ayer tarde a las 18,00 en la basílica de San Pedro la celebración de las vísperas con los estudiantes de los ateneos romanos.
“El Dios de Abraham (...) se ha revelado, ha mostrado su rostro y ha tomado morada en nuestra carne en Jesús, hijo de María -verdadero Dios y verdadero hombre-, al que encontraremos una vez más en la gruta de Belén”, dijo el Papa en su homilía. “Regresar a ese lugar humilde y angosto no es sólo un itinerario ideal: es el camino que estamos llamados a recorrer sintiendo en nuestros días la cercanía de Dios y su acción que renueva y sostiene nuestra existencia”.
“El camino hacia la gruta de Belén es un itinerario de liberación interior, una experiencia de libertad profunda porque nos empuja a salir de nosotros mismos y a encaminarnos hacia Dios que se acercó a nosotros” y “quiere infundir valor en nuestra vida, sobre todo cuando estamos cansados y fatigados y necesitamos volver a encontrar la serenidad del camino y sentirnos con alegría peregrinos hacia la eternidad. (...) El Niño que encontraremos entre María y José -explicó el pontífice- es el Logos-Amor, la Palabra que puede dar plena consistencia a nuestra vida. (...) En Belén se encuentran el hoy de Dios y el hoy del ser humano para iniciar juntos un camino de diálogo y de intensa comunión de vida”.
“A vosotros, universitarios, que recorréis el camino fascinante y trabajoso de la búsqueda y la elaboración cultural, el Verbo encarnado os pide que compartáis con él la paciencia de construir. Construir la existencia propia, la sociedad, no es una obra que puedan realizar mentes y corazones distraídos y superficiales. (...) En nuestros tiempos se siente la necesidad de una nueva clase de intelectuales capaces de interpretar las dinámicas sociales y culturales que no ofrezcan soluciones abstractas, sino concretas y realistas. La Universidad está llamada a desempeñar este papel insustituible y la Iglesia la sostiene convencida”.
La comunidad universitaria romana, compuesta por instituciones estatales, privadas, católicas y pontificias debe desempeñar, subrayó Benedicto XVI, “una notable tarea histórica: la de superar incomprensiones y prejuicios que a veces impiden el desarrollo de una cultura auténtica. Trabajando en sinergia, en particular con las facultades teológicas, las universidades romanas pueden indicar que es posible una colaboración y un diálogo nuevos entre la fe cristiana y los saberes diversos, sin confusión ni separación, sino compartiendo la misma aspiración de servir al ser humano en su plenitud”.
Al final de las vísperas la delegación universitaria africana entregó a la española la imagen de María “Sedes Sapientiae”, que irá en peregrinación por todas las universidades españolas en preparación para la próxima Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará el próximo mes de agosto en Madrid.
HML/ VIS 20101217 (490)
“El Dios de Abraham (...) se ha revelado, ha mostrado su rostro y ha tomado morada en nuestra carne en Jesús, hijo de María -verdadero Dios y verdadero hombre-, al que encontraremos una vez más en la gruta de Belén”, dijo el Papa en su homilía. “Regresar a ese lugar humilde y angosto no es sólo un itinerario ideal: es el camino que estamos llamados a recorrer sintiendo en nuestros días la cercanía de Dios y su acción que renueva y sostiene nuestra existencia”.
“El camino hacia la gruta de Belén es un itinerario de liberación interior, una experiencia de libertad profunda porque nos empuja a salir de nosotros mismos y a encaminarnos hacia Dios que se acercó a nosotros” y “quiere infundir valor en nuestra vida, sobre todo cuando estamos cansados y fatigados y necesitamos volver a encontrar la serenidad del camino y sentirnos con alegría peregrinos hacia la eternidad. (...) El Niño que encontraremos entre María y José -explicó el pontífice- es el Logos-Amor, la Palabra que puede dar plena consistencia a nuestra vida. (...) En Belén se encuentran el hoy de Dios y el hoy del ser humano para iniciar juntos un camino de diálogo y de intensa comunión de vida”.
“A vosotros, universitarios, que recorréis el camino fascinante y trabajoso de la búsqueda y la elaboración cultural, el Verbo encarnado os pide que compartáis con él la paciencia de construir. Construir la existencia propia, la sociedad, no es una obra que puedan realizar mentes y corazones distraídos y superficiales. (...) En nuestros tiempos se siente la necesidad de una nueva clase de intelectuales capaces de interpretar las dinámicas sociales y culturales que no ofrezcan soluciones abstractas, sino concretas y realistas. La Universidad está llamada a desempeñar este papel insustituible y la Iglesia la sostiene convencida”.
La comunidad universitaria romana, compuesta por instituciones estatales, privadas, católicas y pontificias debe desempeñar, subrayó Benedicto XVI, “una notable tarea histórica: la de superar incomprensiones y prejuicios que a veces impiden el desarrollo de una cultura auténtica. Trabajando en sinergia, en particular con las facultades teológicas, las universidades romanas pueden indicar que es posible una colaboración y un diálogo nuevos entre la fe cristiana y los saberes diversos, sin confusión ni separación, sino compartiendo la misma aspiración de servir al ser humano en su plenitud”.
Al final de las vísperas la delegación universitaria africana entregó a la española la imagen de María “Sedes Sapientiae”, que irá en peregrinación por todas las universidades españolas en preparación para la próxima Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará el próximo mes de agosto en Madrid.
HML/ VIS 20101217 (490)