Ciudad
del Vaticano, 9 abril 2014
(VIS).- El Papa Francisco inicia hoy un ciclo de catequesis dedicadas
al Espíritu Santo, que 'constituye el alma y la linfa vital de la
Iglesia y de cada cristiano'. El Espíritu Santo es, en sí mismo 'el
don de Dios por excelencia' y, a su vez 'comunica a quien lo acoge
diversos dones espirituales'. La Iglesia individua siete, un número
que simbólicamente indica plenitud y son los que se invocan en la
antigua oración llamada 'Secuencia del Espíritu Santo': sabiduría,
inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios.
El
Santo Padre ha hablado del primero: la sabiduría. 'No se trata
simplemente -ha dicho- del saber humano que es fruto del conocimiento
y de la experiencia'. La sabiduría que concede el Espíritu Santo es
'la gracia de poder ver todas las cosas con los ojos de Dios.... Es
ver el mundo, las situaciones...los problemas, todo, con los ojos de
Dios. ....Y obviamente esto deriva de la intimidad con Dios... de la
relación de los hijos con el Padre...Cuando estamos en comunión con
el Señor, el Espíritu Santo es como si transfigurase nuestro
corazón y nos hiciera percibir todo su calor y su predilección'.
El
Espíritu Santo hace entonces del cristiano 'un sabio'. ¡Pero -ha
explicado Francisco- no en el sentido de que tiene una respuesta para
todo, que sabe todo, sino en el sentido de que...sabe
como actúa Dios, conoce cuando algo es de Dios y cuando no lo
es...El corazón del sabio, en este sentido, tiene el gusto y el
sabor de Dios...Tenemos dentro de nosotros, en nuestro corazón al
Espíritu Santo: podemos escucharlo o no. Si lo escuchamos, nos
enseña este camino de sabiduría; nos regala la sabiduría que
consiste en ver con los ojos de Dios, escuchar con los oídos de
Dios, amar con el corazón de Dios, juzgar las cosas con el juicio de
Dios. Esta es la sabiduría que nos regala el Espíritu Santo y todos
podemos conseguirla. Solamente tenemos que pedírsela'.
Como
ejemplo de sabiduría en la vida diaria, el Papa ha puesto el ejemplo
de un matrimonio que se enfada 'y no se miran, o se miran con mala
cara: ¿esta es sabiduría de Dios?. ¡No!. En cambio, si se dicen:
'Ha amainado la tormenta, vamos a hacer las paces ' y empiezan otra
vez a caminar juntos en paz...ese es del don de la sabiduría'.
'Esto
-ha concluido- no se aprende; es un regalo del Espíritu Santo. Por
eso tenemos que pedir al Señor que nos conceda al Espíritu Santo y
el don... de esa sabiduría de Dios que nos enseñe a mirar con los
ojos de Dios, a sentir con el corazón de Dios, a hablar con las
palabras de Dios. Y así, con esa sabiduría, vamos adelante,
construimos la familia, construimos la Iglesia y todos nos
santificamos. Pidamos hoy la gracia de la sabiduría. Y pidamosla a
la Virgen que es Trono de la Sabiduría'.