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Calendario VISEl 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []
CIUDAD DEL VATICANO, 23 FEB 2008 (VIS).-Este mediodía, en la Plaza de San Pedro, Benedicto XVI entregó simbólicamente a familias, profesores, animadores y educadores de jóvenes la carta que escribió el pasado 21 de enero a la diócesis y a la ciudad de Roma sobre la tarea urgente de la educación.
El Santo Padre recordó que "educar nunca ha sido fácil y hoy parece ser cada vez más difícil"; esto lleva a bastantes padres y profesores a "renunciar a su propia tarea, y no consiguen ni siquiera comprender cuál es realmente la misión que se les ha confiado. En nuestra sociedad y en nuestra cultura circulan demasiadas incertidumbres y dudas, y los medios de comunicación transmiten demasiadas imágenes distorsionadas". Sin embargo, aseguró, "nos sentimos sostenidos" por la esperanza y la confianza; "también en nuestro tiempo es posible educar al bien; (...) y cada uno está llamado a aportar su contribución".
Dirigiéndose a los padres, profesores, sacerdotes y catequistas, Benedicto XVI les animó a "asumir con alegría las responsabilidad que el Señor os confía, para que el gran patrimonio de fe y de cultura, que es la riqueza más real de nuestra querida ciudad, no se pierda en el paso de una generación a otra, sino al contrario, que se renueve, se robustezca, guíe y estimule nuestro camino hacia el futuro".
El Papa pidió a los padres un amor recíproco sólido y un "testimonio coherente de vida" para ayudar a las nuevas generaciones "a distinguir con claridad el bien del mal y a construirse a su vez sólidas reglas de vida que les sostengan en las pruebas futuras. De este modo, vuestros hijos se enriquecerán del patrimonio más precioso y duradero, que consiste en el ejemplo de una fe vivida cotidianamente".
"Vuestra tarea -continuó hablando a los profesores-, no debe limitarse a enseñar nociones, dejando a un lado la gran cuestión concerniente a la verdad, sobre todo a aquella verdad que puede guiar la vida. (...) En estrecha sintonía con los padres, tenéis el noble arte de la formación de la persona".
A los sacerdotes, religiosos, religiosas y catequistas de las parroquias romanas, el Santo Padre les exhortó a "ser los amigos fiables en los que los jóvenes y los niños puedan percibir la amistad de Jesús por ellos, y al mismo tiempo, los testigos sinceros y valientes de aquella verdad que libera y que indica a las nuevas generaciones el camino que conduce a la vida".
Tras poner de relieve que la educación no es solo una responsabilidad de los educadores, el Papa recordó a los niños, adolescentes y jóvenes que estaban llamados a ser "los artífices del crecimiento moral, cultural y espiritual. Por eso, os corresponde acoger libremente en el corazón, en la inteligencia y en la vida el patrimonio de verdad, de bondad y de belleza que se ha formado a lo largo de los siglos y cuya piedra angular es Jesucristo".
"Tenéis que renovar y desarrollar ulteriormente -continuó dirigiéndose a los más jóvenes- este patrimonio, liberándolo de las tantas mentiras y porquerías que a menudo lo hacen irreconocible y provocan en vosotros desconfianza y desilusión". Sin embargo, en este "difícil camino -terminó- nunca estáis solos: os acompañan no solo vuestros padres, profesores, sacerdotes, amigos y formadores, sino sobre todo aquel Dios que nos ha creado y que es el huésped secreto de nuestros corazones. (...) El es la verdadera esperanza y el fundamento sólido de nuestra vida. De El, sobre todo, nos podemos fiar".
AC/EDUCACION/DIOCESIS ROMA VIS 20080225 (590)
CIUDAD DEL VATICANO, 23 FEB 2008 (VIS).-El Santo Padre nombró:
-Obispo Francesco Montenegro, hasta ahora auxiliar de Messina-Lipari-Santa Lucia del Mela (Italia), arzobispo metropolitano de Agrigento (superficie 3.041, población 461.000, católicos 449.000, sacerdotes 286, religiosos 502, diáconos permanentes 34) en Italia. Sucede al arzobispo Carmelo Ferraro, cuya renuncia al gobierno pastoral de la archidiócesis fue aceptada por límite de edad.
-Obispo Marcelino Hernández Rodríguez, hasta ahora auxiliar de México, obispo de Orizaba (superficie 2.012, población 551.010, católicos 498.648, sacerdotes 73, religiosos 188) en México.
NER:RE/.../MONTENEGRO:FERRARO:HERNANDEZ VIS 20080225 (90)
CIUDAD DEL VATICANO, 24 FEB 2008 (VIS).-Esta mañana, el Papa visitó la parroquia romana de Santa Maria Liberadora en Monte Testaccio, donde celebró la Santa Misa y posteriormente encontró a los miembros del consejo pastoral.
Benedicto XVI recordó al comienzo de la homilía que este año se celebra el centenario de la consagración de la iglesia actual. Comentando la liturgia de este tercer domingo de Cuaresma, que habla del simbolismo del agua, el Papa subrayó que "Dios tiene sed de nuestra fe y quiere que encontremos en El la fuente de nuestra auténtica felicidad. El riesgo que corre todo creyente es practicar una religiosidad no auténtica, no buscar en Dios la respuesta a las expectativas más íntimas del corazón, o incluso utilizar a Dios como si estuviera al servicio de nuestros deseos y proyectos".
Refiriéndose en concreto a la primera lectura del día, la actitud del pueblo judío que sufre en el desierto por falta de agua, el Santo Padre señaló que "el pueblo exige a Dios que salga al encuentro de sus propias expectativas y exigencias, más que abandonarse confiado en sus manos, y en la prueba pierde la confianza en Él".
En este contexto, preguntó: "¿Cuántas veces sucede esto también en nuestra vida? ¿En cuántas circunstancias, en lugar de conformarnos dócilmente con la voluntad divina, desearíamos que Dios realizase nuestros proyectos y colmase nuestras esperanzas? ¿En cuántas ocasiones nuestra fe se manifiesta frágil, nuestra confianza débil, nuestra religiosidad contaminada por elementos mágicos y meramente terrenos?".
En este tiempo cuaresmal en el que la Iglesia nos invita "a la conversión auténtica, acojamos con humilde docilidad la advertencia del Salmo responsorial: "¡Ojalá escuchéis hoy su voz!: "No endurezcáis vuestro corazón...".
Comentando el Evangelio del encuentro de Jesús con la Samaritana en el pozo de Sicar, Benedicto XVI puso de relieve que en un cierto momento, la mujer pide agua a Jesús, "manifestando de este modo que en cada persona existe una innata necesidad de Dios y de la salvación que solo El puede colmar".
"Jesús -continuó- quiere llevarnos, como la Samaritana, a profesar nuestra fe en El con fuerza para que podamos anunciar y testimoniar a nuestros hermanos la alegría del encuentro con El y las maravillas que su amor realiza en nuestra vida".
La liturgia de este domingo, afirmó el Papa, "nos estimula a examinar cómo es nuestra relación con Jesús, a buscar su rostro sin cansarnos. Esto es indispensable para que podáis seguir, en el nuevo contexto cultural y social -dijo dirigiéndose a los parroquianos- la obra de evangelización y de educación humana y cristiana desarrollada desde hace más de un siglo por esta parroquia".
"¡Abrid cada vez más vuestro corazón -añadió- a una acción pastoral misionera, que impulse a cada cristiano a encontrar a las personas -en particular a los jóvenes y a las familias- en el lugar donde viven, trabajan, pasan el tiempo libre, para anunciarles el amor misericordioso de Dios! (...) Os animo a perseverar -terminó- en el compromiso educativo, que constituye el carisma típico de toda parroquia salesiana".
Durante el encuentro posterior a la misa, el Papa volvió a evocar el Evangelio de la Samaritana. Esta mujer "podría ser -dijo- una representante del hombre moderno, de la vida moderna. Había tenido cinco maridos y convive con otro hombre. Hacía un amplio uso de su libertad y sin embargo, no era más libre sino más vacía. Pero esta mujer tenía un vivo deseo de encontrar la felicidad, la verdadera alegría". En este sentido, el Papa exhortó a los fieles a continuar con su "compromiso pastoral y misionero, con vuestro dinamismo -dijo- para ayudar a las personas de hoy a encontrar la verdadera libertad y la verdadera alegría".
Antes de concluir su visita, un parroquiano le dedicó una poesía en el dialecto romanesco, y el Papa dijo: ''Por desgracia, no hablo romanesco, pero como católicos, todos somos un poco romanos y llevamos a Roma en nuestro corazón, de modo que comprendemos un poco el dialecto romanesco".
HML/.../SANTA MARIA LIBERADORA VIS 20080225 (660)
CIUDAD DEL VATICANO, 24 FEB 2008 (VIS).-Al mediodía, el Papa se asomó a la ventana de su estudio que da a la Plaza de San Pedro para rezar el Angelus con miles de personas que le acompañaban.
El Santo Padre afirmó que en este tercer domingo de Cuaresma "la liturgia vuelve a proponer este año uno de los textos más bellos y profundos de la Biblia: el diálogo entre Jesús y la Samaritana".
En el diálogo con esta mujer, continúo, "Jesús habló de un "agua viva" capaz de extinguir la sed y convertirse en ella "en fuente de agua que brota para la vida eterna; demostró además que conocía su vida personal; reveló que había llegado la hora de adorar al único y verdadero Dios en espíritu y en verdad; y al final le confió -algo rarísimo- que era el Mesías".
Tras poner de relieve que el tema de la sed "recorre todo el Evangelio de Juan: desde el encuentro con la Samaritana, a la gran profecía durante la fiesta de las Tiendas, hasta la Cruz, cuando Jesús, antes de morir, dijo, para que se cumpliera la Escritura: "Tengo sed"", el Papa dijo: "Sí, Dios tiene sed de nuestra fe y de nuestro amor. Como un padre bueno y misericordioso desea para nosotros todo el bien posible, y este bien es Él mismo".
"La mujer de Samaria -continuó- representa en cambio la insatisfacción existencial de quien no ha encontrado lo que busca: ha tenido "cinco maridos" y ahora convive con otro hombre; su ir y venir al pozo para sacar agua expresa una existencia repetitiva y resignada. Sin embargo, aquel día todo cambió para ella gracias a la conversación con el Señor Jesús, que le estremeció hasta el punto de hacer que abandonara el cántaro de agua y corriera para decir a la gente de la ciudad: "Venid a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será el Mesías?".
Benedicto XVI invitó a los fieles "a abrir el corazón a la escucha confiada de la Palabra de Dios para encontrar, como la Samaritana, a Jesús que nos revela su amor y nos dice: el Mesías, tu salvador, "soy yo, el que te está hablando". Que nos obtenga este don María, la primera y perfecta discípula del Verbo hecho carne".
Después del Angelus, el Papa se refirió a las "recientes inundaciones que han devastado amplias zonas costeras de Ecuador, provocando gravísimos daños, que se añaden a los que ya había ocasionado la erupción del volcán Tungurahua. Mientras confío al Señor a las víctimas de esta catástrofe, expreso mi cercanía personal a cuantos están viviendo horas de angustia y de tribulación e invito a todos a una solidaridad fraterna, para que las poblaciones de esas zonas pueden regresar, cuanto antes, a la normalidad de la vida cotidiana", concluyó.
ANG/SAMARITANA:ECUADOR/... VIS 20080225 (490)
CIUDAD DEL VATICANO, 25 FEB 2008 (VIS).-El Santo Padre recibió este mediodía a los participantes en el Congreso Internacional "Junto al enfermo incurable y al moribundo: orientaciones éticas y operativas", promovido por la Pontificia Academia para la Vida con ocasión de su asamblea general, que se celebra estos días en el Vaticano.
El Papa afirmó que "con la muerte se concluye la experiencia terrena, pero a través de la muerte se abre también para cada uno de nosotros, más allá del tiempo, la vida plena y definitiva. (...) Para los creyentes, el encuentro del moribundo con la Fuente de la Vida y del Amor representa un don que tiene un valor para todos, que enriquece la comunión de todos los fieles". En este sentido, subrayó que además de los parientes próximos, toda la comunidad ligada a la persona que muere debería participar en los últimos momentos de su existencia. "Ningún creyente -dijo- debería morir en la soledad y en el abandono".
Tras poner de relieve que toda la sociedad debe "respetar la vida y la dignidad del enfermo grave y del moribundo", el Santo Padre señaló que "aun siendo conscientes de que "no es la ciencia la que redime al hombre", la sociedad entera y en particular los sectores relacionados con la ciencia médica deben expresar la solidaridad del amor, la salvaguardia y el respeto de la vida humana en todos los momentos de su desarrollo terreno, sobre todo cuando padece una enfermedad o se halla en su fase terminal".
"En concreto -continuó-, se trata de asegurar a las personas que tuvieran necesidad el apoyo necesario por medio de terapias e intervenciones médicas adecuadas, administradas según los criterios de la proporcionalidad médica, siempre teniendo en cuenta el deber moral de suministrar (por parte del médico) y de acoger (por parte del paciente) aquellos medios de preservación de la vida que, en la situación concreta, resulten "ordinarios".
El Papa señaló que por lo que concierne a las terapias "con un alto nivel de riesgo o que prudentemente habría que juzgar "extraordinarias", el recurso a ellas es moralmente lícito pero facultativo. Además, es necesario asegurar siempre a cada persona los cuidados necesarios y debidos, aparte del apoyo a las familias más probadas por la enfermedad de uno de sus miembros, sobre todo si es grave o se prolonga".
Al igual que cuando nace un niño los familiares tienen unos derechos específicos para ausentarse del trabajo, del mismo modo, dijo, "deberían reconocerse unos derechos parecidos" a los parientes del enfermo terminal. "Un mayor respeto de la vida humana individual pasa inevitablemente a través de la solidaridad concreta de todos y cada uno, constituyendo uno de los desafíos más urgentes de nuestro tiempo".
Tras constatar que cada vez es más frecuente encontrar en las grandes ciudades a personas ancianas y solas, "también en los momentos de la enfermedad grave y en proximidad de la muerte", el Santo Padre afirmó que "en esas situaciones, se hacen agudas las presiones de la eutanasia, sobre todo cuando se insinúa una visión utilitarista en relación con la persona". En este contexto, recordó una vez más "la firme y constante condena ética de toda forma de eutanasia directa, según la enseñanza tradicional de la Iglesia".
"El esfuerzo de la sociedad civil y de la comunidad de los creyentes debe orientarse a que todos puedan no solo vivir con dignidad y responsablemente, sino también cruzar el momento de la prueba y de la muerte en la mejor condición de fraternidad y solidaridad, también cuando la muerte se da en una familia pobre o en el lecho de un hospital".
El Santo Padre afirmó que la sociedad tiene que "asegurar el debido apoyo a las familias que quieren atender en casa, durante largos períodos, a enfermos afligidos por patologías degenerativas (tumorales o neurodegenerativas) o necesitados de una asistencia particularmente costosa. (...) La colaboración entre la Iglesia y las instituciones puede ser especialmente importante en estos campos para asegurar la ayuda necesaria a la vida humana en el momento de la fragilidad".
AC/.../PONTIFICIA ACADEMIA VIDA VIS 20080225 (680)
CIUDAD DEL VATICANO, 25 FEB 2008 (VIS).-El Santo Padre recibió hoy en audiencias separadas:
-Arzobispo Giuseppe Pinto, nuncio apostólico en Chile.
-Seis prelados de la Conferencia Episcopal de El Salvador, en visita "ad limina":
-Arzobispo Fernando Sáenz Lacalle, de San Salvador, con el obispo auxiliar Gregorio Rosa Chávez.
-Obispo Luis Morao Andreazza, O.F.M., de Chalatenango.
-Obispo Miguel Angel Moran Aquino, de San Miguel.
-Obispo Romeo Tovar Astorga, O.F.M., de Santa Ana, con el obispo auxiliar electo monseñor José Elías Rauda Gutiérrez, O.F.M.
AP:AL/.../... VIS 20080225 (80)
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