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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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lunes, 3 de noviembre de 2008

TODOS LOS SANTOS: DESEO DE UNIRNOS A LA FAMILIA CELESTIAL


CIUDAD DEL VATICANO, 1 NOV 2008 (VIS).-Hoy, Solemnidad de Todos los Santos, Benedicto XVI, antes de rezar el Ángelus con los peregrinos en la Plaza de San Pedro, afirmó que cuando se contempla el panorama de la santidad "el mundo se nos presenta como un jardín donde el Espíritu de Dios ha suscitado con admirable fantasía una multitud de santos y santas, de todos los orígenes y condiciones sociales, de todas las lenguas, pueblos y culturas".

  "Cada uno de ellos -continuó- se diferencia del otro, con la singularidad de su personalidad y de su carisma espiritual, pero en todos está grabado el sello de Jesús, es decir, la huella de su amor".

  El Papa explicó que la Solemnidad de Todos los Santos se "estableció en el curso del primer milenio cristiano como celebración colectiva de los mártires. (...) Este martirio, se puede entender en sentido estricto, es decir como amor por Cristo sin reservas que se manifiesta en la entrega total de sí mismo a Dios y a los hermanos. Esa meta espiritual a la que todos los bautizados aspiran se alcanza siguiendo el camino de las bienaventuranzas evangélicas. (...) Es el mismo camino trazado por Jesús que los santos y santas se han esforzado por recorrer aunque fueran conscientes de sus limitaciones humanas. En su existencia terrenal fueron pobres de espíritu, sufrieron por los pecados, fueron humildes, hambrientos y sedientos de justicia, misericordiosos, puros de corazón, artífices de paz, perseguidos por la justicia. Dios les ha hecho partícipes de su felicidad. (...) Ahora están consolados (...) y ven a Dios, del que son hijos. En una palabra: "De ellos es el reino de los cielos".

  "En este día (...) sentimos que se enciende en nuestros corazones el deseo de unirnos para siempre a la familia de los santos, de la que ya tenemos la gracia de formar parte. ¡Que esta bella aspiración arda en todos los cristianos y los ayude a superar todas las dificultades, los miedos y las tribulaciones!", concluyó el Santo Padre.
ANG/TODOS LOS SANTOS/...                       VIS  20081103 (350)


REZAR POR LAS ALMAS QUE SE PURIFICAN EN EL PURGATORIO

CIUDAD DEL VATICANO, 2 NOV 2008 (VIS).-Al mediodía de hoy, el Papa se asomó a la ventana de su estudio privado que da a la Plaza de San Pedro para rezar el Angelus con los fieles que le acompañaban.

  En el día en que la Iglesia conmemora a todos los fieles difuntos, el Santo Padre dijo que "es muy importante que nosotros los cristianos vivamos la relación con los difuntos en la verdad de la fe, y que consideremos la muerte y el más allá a la luz de la Revelación".

  "También hoy -subrayó- es necesario evangelizar la realidad de la muerte y de la vida eterna, realidades particularmente sujetas a creencias supersticiosas y a sincretismos, para que la verdad cristiana no corra el riesgo de mezclarse con varios tipos de mitologías".

  Tras recordar lo que decía san Agustín, que "todos queremos la "vida bienaventurada", la felicidad", Benedicto XVI afirmó que "no sabemos bien qué es y cómo es, pero nos sentimos atraídos hacia ella. Esta es una esperanza universal, común a los seres humanos de todos los tiempos y de todos los lugares. La expresión "vida eterna" quisiera otorgar un nombre a esta espera insuprimible: no una sucesión sin fin, sino el sumergirse en el océano del amor infinito, en el que el tiempo, el antes y el después ya no existen. Una plenitud de vida y de alegría: esto es lo que esperamos de nuestro ser con Cristo".

  "Hoy renovamos la esperanza de la vida eterna fundada realmente en la muerte y resurrección de Cristo. (…) Sin embargo, la esperanza cristiana -puntualizó-, no es solo individual, sino que es siempre esperanza para los demás. Nuestras existencias están profundamente unidas unas con otras, y el bien y el mal que cada uno hace afecta siempre a los demás".

  El Papa concluyó afirmando que "la oración de un alma peregrina en el mundo puede ayudar a otra alma que se está purificando tras la muerte. Por eso, hoy la Iglesia nos invita a rezar por nuestros queridos difuntos y a visitar sus tumbas en los cementerios".

  Como es tradicional, el Santo Padre bajó esta tarde a las grutas vaticanas para rezar en privado por los pontífices allí sepultados y por todos los difuntos.
ANG/DIFUNTOS/…                                VIS  20081103 (380)


MISA EN SUFRAGIO DE CARDENALES Y OBISPOS DIFUNTOS

CIUDAD DEL VATICANO, 3 NOV 2008 (VIS).-Siguiendo una tradición en el mes de noviembre, el Papa celebró esta mañana en la basílica vaticana la Santa Misa en sufragio por los cardenales y obispos fallecidos a lo largo del año. Concelebraron con el Santo Padre los miembros del colegio cardenalicio.

  Benedicto XVI recordó al inicio de la homilía los nombres de los purpurados que han muerto en los doce últimos meses: Stephen Fumio Hamao, Alfons Maria Stickler, Aloísio Lorscheider, Peter Porekuu Dery, Adolfo Antonio Suárez Rivera, Ernesto Corripio Ahumada, Alfonso López Trujillo, Bernardin Gantin, Antonio Innocenti y Antonio José González Zumárraga.

  En la homilía, el Papa afirmó que "Dios es la verdadera sabiduría que no envejece, es la riqueza auténtica que no se marchita, es la felicidad a la que aspira en profundidad el corazón de todo ser humano. Esta verdad que atraviesa los Libros Sapienciales y resurge en el Nuevo Testamento se cumple en la existencia y la enseñanza de Jesús. En la perspectiva de la sabiduría evangélica, la misma muerte es portadora de una enseñanza saludable porque nos obliga a mirar la realidad cara a cara, a reconocer la caducidad de los que aparece grande y fuerte a los ojos del mundo. Frente a la muerte pierde interés cualquier motivo de orgullo humano y resalta en cambio lo que vale de verdad".

  "Todos estamos de paso en este mundo porque todos somos criaturas -dijo el Santo Padre-. En una palabra, ninguno de nosotros es Dios. Reconocer esta diferencia con Él es el primer requisito para ser con Él y en Él: es incluso el requisito para ser como Él, pero solo acogiendo la gracia de su don libre".

  "Si Dios nos amó gratuitamente -explicó-, también nosotros podemos, y por lo tanto debemos implicarnos en este movimiento oblativo y hacer de nosotros mismos un don gratuito para los demás. De esa forma conocemos a Dios como Él nos conoce (...) y pasamos de la muerte a la vida, como Jesucristo que derrotó la muerte con su resurrección, gracias a la potencia gloriosa del amor del Padre celestial".

  "Esta Palabra de vida y de esperanza nos consuela profundamente frente al misterio de la muerte, sobre todo cuando se lleva a las personas que más queremos. El Señor nos asegura hoy que estos hermanos nuestros por los que rezamos en esta santa misa, han pasado de la muerte a la vida porque eligieron a Cristo  (...) y se consagraron al servicio de los hermanos. Por eso, aunque tengan que expiar su parte de pena debida a la fragilidad humana, que nos marca a todos, ayudándonos a ser humildes, la fidelidad a Cristo les hace entrar en la libertad de los hijos de Dios".

  "Recemos por nosotros, peregrinos en esta tierra, para que tengamos los ojos y el corazón orientados siempre hacia la meta última a la que aspiramos, la casa del Padre, el Cielo".
HML/CARDENALES:OBISPOS DIFUNTOS/...             VIS  20081103 (480)


LOS EMIGRANTES, UN DON PARA NUESTRAS SOCIEDADES

CIUDAD DEL VATICANO, 3 NOV 2008 (VIS).-El arzobispo Agostino Marchetto, secretario del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, intervino durante el segundo Foro Mundial sobre Emigración y Desarrollo, que se celebró en Manila (Filipinas) del 27 al 30 de octubre.

  En su discurso del pasado 29 de octubre, que se hizo público hoy, el jefe de la delegación de la Santa Sede afirmó que "toda forma de migración temporánea y circular nunca se debería considerar un pretexto para evitar el pleno respeto de los derechos de los emigrantes, y concretamente de su derecho a la reunificación familiar, al reconocimiento de su contribución al desarrollo, tanto por medio del trabajo como de los ahorros que envía a casa. Todo fracaso en este ámbito indicaría una falta de políticas de integración y cooperación en los países de llegada, así como de políticas de desarrollo nacional en aquellos de origen".

  "Los gobiernos -continuó- deberían seguir creando las condiciones para que la emigración nunca sea la única opción para que las personas encuentren un trabajo y vivan una vida segura y digna. Se deberían crear mayores ocasiones de trabajo en los países de origen y habría que evitar toda política de emigración que mine los fundamentos de la sociedad, especialmente la familia, que es su núcleo básico. Las posibles ventajas de la emigración desvanecen por los problemas que surgen en particular en las familias, expuestas a la desintegración".

  El arzobispo Marchetto señaló que "en los países de acogida la reunificación familiar es el mejor modo para promover la integración de los emigrantes y eliminar muchos problemas, especialmente los relacionados con la seguridad y el orden público".

  "Los emigrantes -terminó- no son solo un problema, sino también un don para nuestras sociedades. Nos ayudan en nuestro trabajo, nos obligan a abrir nuestra mente, nuestras economías y políticas y nos estimulan a buscar nuevos modelos. Solo juntos podremos vencer este desafío y abrir nuestros mundo al futuro, del que todos deseamos gozar".
DELSS/EMIGRACION:DESARROLLO/MANILA:MARCHETTO   VIS 20081103 (340)


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