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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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jueves, 8 de enero de 2009

OTROS ACTOS PONTIFICIOS

CIUDAD DEL VATICANO, 8 ENE 2009 (VIS).-El Santo Padre nombró:

-Arzobispo Carlos Osoro Sierra, hasta ahora de Oviedo (España), arzobispo de Valencia (superficie 13.060, población 3.127.368, católicos 2.962.702, sacerdotes 1.541, religiosos 4.690, diáconos permanentes 8) en España. Sucede al cardenal Agustín García-Gasco Vicente, cuya renuncia al gobierno pastoral de la archidiócesis fue aceptada por límite de edad.

-Don Philippe Mousset obispo de Pamiers (superficie 4.903, población 137.205, católicos 100.301, sacerdotes 51, religiosos 99, diáconos permanentes 11) en Francia. El obispo electo nació en 1955 en Le Gua (Francia), fue ordenado sacerdote en 1988 y hasta ahora era responsable diocesano de las vocaciones, párroco de Saint-Paul y vicario episcopal.
NER:RE/…/OSORO:GARCÍA-GASCO:MOUSSET VIS 20090108 (120)

DISCURSO AL CUERPO DIPLOMATICO ANTE LA SANTA SEDE

CIUDAD DEL VATICANO, 8 ENE 2009 (VIS).-Esta mañana, en la Sala Regia del Palacio Apostólico Vaticano, Benedicto XVI pronunció su discurso anual a los miembros del Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede. El Papa recibió las felicitaciones de todos los embajadores, a través del nuevo decano del Cuerpo, el Embajador Alejandro Emilio Valladares Lanza, de Honduras.

  Actualmente la Santa Sede tiene relaciones diplomáticas plenas con 177 países, a los que hay que añadir las Comunidades Europeas y la Soberana Orden Militar de Malta y dos misiones con carácter especial: la misión de la Federación Rusa y la Oficina de la Organización para la Liberación de Palestina.

  El Santo Padre recordó al inicio de su discurso "a los que han sufrido a causa de las graves catástrofes naturales, en particular en Vietnam, Birmania, China y Filipinas, en América central y el Caribe, en Colombia y en Brasil, o bien a causa de sangrantes conflictos nacionales o regionales o de atentados terroristas que han sembrado la muerte y la destrucción en países como Afganistán, India, Pakistán y Argelia".

  Tras poner de relieve que "a pesar de los muchos esfuerzos realizados, la tan deseada paz todavía está lejana", el Papa dijo que es necesario "redoblar los esfuerzos a favor de la seguridad y el desarrollo". En este sentido, recordó que la Santa Sede "ha procurado estar entre los primeros en firmar y ratificar la "Convención sobre las bombas de racimo", y ante "los síntomas de crisis que se perciben en el campo del desarme y de la no proliferación nuclear, no cesa de recordar que no se puede construir la paz cuando los gastos militares sustraen enormes recursos humanos y materiales a los proyectos de desarrollo, especialmente de los países más pobres".

  Comentando el Mensaje para la Jornada mundial de la Paz de este año, cuyo tema es: "Combatir la pobreza, construir la paz", Benedicto XVI subrayó que "para construir la paz hay que dar nuevamente esperanza a los pobres". En este contexto recordó a las "tantas personas y familias afectadas por las dificultades y las incertidumbres que la actual crisis financiera y económica ha provocado a escala mundial", así como "la crisis alimenticia y el calentamiento climático, que dificultan todavía más el acceso a los alimentos y al agua a los habitantes de las regiones más pobres del planeta".

  "Desde ahora -continuó-, es urgente adoptar una estrategia eficaz para combatir el hambre y favorecer el desarrollo agrícola local, más aún cuando el porcentaje de pobres aumenta incluso en los países ricos. (...) Yendo más al fondo de la cuestión, para resanar la economía, es necesario crear una nueva confianza. Este objetivo sólo se podrá alcanzar a través de una ética fundada en la dignidad innata de la persona humana. Sé bien que esto es exigente, pero no es una utopía. Hoy más que nunca, nuestro porvenir está en juego, al igual que el destino de nuestro planeta y sus habitantes, en primer lugar de las generaciones jóvenes que heredan un sistema económico y un tejido social duramente cuestionado".

  Hablando de sus viajes apostólicos del año pasado, el Santo Padre se refirió a su discurso en la sede de la Organización de las Naciones Unidas: "Sesenta años después de la adopción de la Declaración universal de los derechos humanos, quise poner de relieve que este documento se basa en la dignidad de la persona humana, y ésta a su vez en la naturaleza común a todos que trasciende las diversas culturas". En Lourdes "quise subrayar que el mensaje de conversión y de amor que se irradia desde la gruta de Massabielle sigue teniendo gran actualidad, como una invitación constante a construir nuestra existencia y las relaciones entre los pueblos sobre unas bases de respeto y de fraternidad auténticas, conscientes de que esta fraternidad presupone un Padre común a todos los hombres, el Dios Creador. Por otra parte, una sociedad sanamente laica no ignora la dimensión espiritual y sus valores, porque la religión, y me pareció útil repetirlo durante mi viaje pastoral a Francia, no es un obstáculo, sino más bien al contrario un fundamento sólido para la construcción de una sociedad más justa y libre".

  El Papa afirmó a continuación que "las discriminaciones y los graves ataques de los que han sido víctimas, el año pasado, millares de cristianos, muestran cómo la que socava la paz no es sólo la pobreza material, sino también la pobreza moral. De hecho, es en la pobreza moral, donde dichas atrocidades hunden sus raíces".

  Tras reiterar que "el cristianismo es una religión de libertad y de paz y está al servicio del auténtico bien de la humanidad", renovó su "afecto paternal a nuestros hermanos y hermanas víctimas de la violencia, especialmente en Iraq y en la India". El pontífice pidió "incesantemente a las autoridades civiles y políticas que traten con energía de poner fin a la intolerancia y a las vejaciones contra los cristianos, que intervengan para reparar los daños causados, en particular en los lugares de culto y en las propiedades; que alienten por todos los medios el justo respeto hacia todas las religiones, proscribiendo todas las formas de odio y de desprecio. Espero también que en el mundo occidental no se cultiven prejuicios u hostilidades contra los cristianos, simplemente porque, sobre ciertas cuestiones, su voz fastidia".

  Benedicto XVI alentó a los cristianos a no desanimarse "ante tales pruebas", ya que, aseguró, "si las tribulaciones son duras, la constante presencia de Cristo es un consuelo eficaz. Su Evangelio es un mensaje de salvación para todos y por esto no puede ser confinado en la esfera privada, sino que debe ser proclamado desde las azoteas, hasta los confines de la tierra".

  Refiriéndose al conflicto actual entre israelíes y palestinos, el Santo Padre reiteró que "la opción militar no es una solución y la violencia, venga de donde venga y bajo cualquier forma que adopte, ha de ser firmemente condenada. Deseo que, con el compromiso determinante de la comunidad internacional, la tregua en la franja de Gaza vuelva a estar vigente, ya que es indispensable para volver aceptables las condiciones de vida de la población, y que sean relanzadas las negociaciones de paz renunciando al odio, a la provocación y al uso de las armas".

  "Es muy importante que, con ocasión de  las cruciales citas electorales que implicarán a muchos habitantes de la región en los próximos meses, surjan dirigentes capaces de hacer progresar con determinación este proceso para guiar a sus pueblos hacia la ardua pero indispensable reconciliación. A ella no se podrá llegar sin adoptar un acercamiento global a los problemas de estos países, en el respecto de las aspiraciones y de los legítimos intereses de todas las poblaciones involucradas".

  El Papa subrayó que es necesario "sostener con convencimiento el diálogo entre Israel y Siria y, en el Líbano, apoyar la consolidación en curso de las instituciones, que será tanto más eficaz si se lleva a cabo en un espíritu de unidad. A los iraquíes, que se preparan para retomar totalmente en su mano su propio destino, dirijo una particular palabra de ánimo para pasar página y mirar al futuro con el fin de construirlo sin discriminaciones de raza, de etnia o religión. Por lo que concierne a Irán, no debe dejarse de buscar una solución negociada a la controversia sobre el programa nuclear, a través de un mecanismo que permita satisfacer las exigencias legítimas del país y de la comunidad internacional. Dicho resultado favorecerá en gran medida la distensión regional y mundial".

  Hablando de Asia, el Santo Padre recordó que si bien "en ciertos países perdura la violencia" y "en otros la situación política permanece tensa", existen "progresos que permiten mirar al futuro con una confianza mayor", como "la reanudación de nuevas negociaciones de paz en Mindanao, en Filipinas" y "el nuevo curso que están tomando las relaciones entre Pekín y Taipei".

  "En este mismo contexto de búsqueda de la paz, una solución definitiva del conflicto en Sri Lanka debe ser también política, mientras que las necesidades humanitarias de las poblaciones afectadas deben continuar siendo objeto de continua atención. Las comunidades cristianas que viven en Asia a menudo son pequeñas desde el punto de vista numérico, pero desean ofrecer una contribución convencida y eficaz al bien común, a la estabilidad y al progreso de sus países, dando un testimonio de la primacía de Dios, que establece una sana jerarquía de valores y otorga una libertad más fuerte que las injusticias. (…) La Iglesia, como se ha dicho muchas veces, no pide privilegios, sino la aplicación del principio de libertad religiosa en toda su extensión. En este contexto, es importante que, en Asia central, las legislaciones sobre las comunidades religiosas garanticen el pleno ejercicio de este derecho fundamental, en el respeto de las normas internacionales".

  El Papa, que dentro de algunos meses visitará África, pidió que los habitantes de ese continente "estén dispuestos a acoger el Evangelio y a vivirlo con coherencia, construyendo la paz a través de la lucha contra la pobreza moral y material", y subrayó a continuación que muchos niños africanos "viven el drama de los refugiados y los desplazados en Somalia, en Darfur y en la República Democrática del Congo. Se trata de flujos migratorios que afectan a millones de personas que tienen necesidad de ayuda humanitaria y que ante todo están privadas de sus derechos elementales y heridas en su dignidad".

  "Pido a los responsables políticos, a nivel nacional e internacional -dijo Benedicto XVI- que tomen todas las medidas necesarias para resolver los conflictos abiertos y pongan fin a las injusticias que los han provocado". El Santo Padre manifestó el deseo de que "en Somalia, la restauración del Estado pueda finalmente progresar, para que cesen los interminables sufrimientos de los habitantes de ese país". Recordó que "en Zimbabwe la situación es crítica y es necesaria gran cantidad de ayuda humanitaria", y auspició que los acuerdos de paz de Burundi, que "han proporcionado un rayo de esperanza a la región, (…) sean plenamente aplicados y se conviertan en fuente de inspiración para otros países, que no han encontrado todavía la vía de la reconciliación". También recordó "la  atención especial" de la Santa Sede por el continente africano y su complacencia por el establecimiento, el año pasado, de relaciones diplomáticas con Botswana.

  Refiriéndose a la situación de América Latina, el Papa dijo que "hay que desear que las legislaciones tengan en cuenta las necesidades de los que emigran, facilitando el reagrupamiento familiar y conciliando las legítimas exigencias de seguridad con las del respeto inviolable de la persona"; alabó "el compromiso prioritario de ciertos gobiernos para restablecer la legalidad y emprender una lucha sin cuartel contra el tráfico de estupefacientes y la corrupción" y manifestó su alegría porque "treinta años después del comienzo de la mediación pontificia sobre el diferendo entre Argentina y Chile, relativo a la zona austral, los dos países hayan sellado de alguna manera su voluntad de paz, erigiendo un monumento (…) al Papa Juan Pablo II". Rememorando la reciente firma del acuerdo entre la Santa Sede y Brasil, Benedicto XVI auguró que "facilite el libre ejercicio de la misión evangelizadora de la Iglesia y refuerce todavía más su colaboración con las instituciones civiles para el desarrollo integral de la persona"

  "La Iglesia acompaña desde hace cinco siglos a los pueblos de América Latina, compartiendo sus esperanzas y sus preocupaciones. Sus Pastores saben que, para promover el progreso auténtico de la sociedad, su quehacer propio es iluminar las conciencias y formar laicos capaces de intervenir con ardor en las realidades temporales, poniéndose al servicio del bien común".

  Por  último, Benedicto XVI habló de las naciones que están más cerca, y saludó "a la comunidad cristiana de Turquía", en un año en que las peregrinaciones a Tarso, con motivo del Año Paulino, señalan "una vez más el estrecho vínculo de esta tierra con los orígenes del cristianismo". El Papa señaló "las aspiraciones a la paz" de Chipre, "donde se han retomado las negociaciones con vistas a la justa solución de los problemas vinculados a la división de la isla", y en lo que concierne al Cáucaso, recalcó que "los conflictos que atañen a los Estados de la región no pueden resolverse por la vía de las armas". Pensando en Georgia, expresó "el deseo de que sean respetados todos los compromisos suscritos en el Acuerdo de cese el fuego del pasado mes de agosto, concluido gracias a los esfuerzos diplomáticos de la Unión Europea, y que el regreso de los desplazados a sus hogares sea posible cuanto antes".

  Por cuanto respecta al sudeste europeo, "la Santa Sede sigue adelante con su compromiso a favor de la estabilidad de la región, y espera que seguirán creándose las condiciones para un futuro de reconciliación y de paz entre las poblaciones de Serbia y Kosovo, en el respeto de las minorías y sin olvidar la preservación del preciado patrimonio artístico y cultural cristiano, que constituye una riqueza para toda la humanidad".

  El Papa concluyó su discurso citando el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2009, donde afirmaba que "los seres humanos más pobres son los niños no nacidos. No puedo dejar de mencionar, al concluir -dijo-, a otros pobres, como los enfermos y las personas ancianas abandonadas, las familias divididas y sin puntos de referencia. La pobreza se combate si la humanidad se vuelve más fraterna, compartiendo los valores y las ideas, fundados en la dignidad de la persona, en la libertad vinculada a la responsabilidad, en el reconocimiento efectivo del puesto de Dios en la vida del hombre".
AC/AÑO NUEVO/CUERPO DIPLOMATICO            VIS 20090108 (2200)


OTROS ACTOS PONTIFICIOS

CIUDAD DEL VATICANO, 8 ENE 2009 (VIS).-El Santo Padre nombró:

-Arzobispo Carlos Osoro Sierra, hasta ahora de Oviedo (España), arzobispo de Valencia (superficie 13.060, población 3.127.368, católicos 2.962.702, sacerdotes 1.541, religiosos 4.690, diáconos permanentes 8) en España. Sucede al cardenal Agustín García-Gasco Vicente, cuya renuncia al gobierno pastoral de la archidiócesis fue aceptada por límite de edad.

-Don Philippe Mousset obispo de Pamiers (superficie 4.903, población 137.205, católicos 100.301, sacerdotes 51, religiosos 99, diáconos permanentes 11) en Francia. El obispo electo nació en 1955 en Le Gua (Francia), fue ordenado sacerdote en 1988 y hasta ahora era responsable diocesano de las vocaciones, párroco de Saint-Paul y vicario episcopal.
NER:RE/…/OSORO:GARCÍA-GASCO:MOUSSET           VIS 20090108 (120)

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