CIUDAD DEL VATICANO, 19 MAY 2004 (VIS).-En sus saludos en diversas lenguas a los 15.000 peregrinos que participaban en la audiencia general de los miércoles en la Plaza de San Pedro, Juan Pablo II dedicó unas palabras especiales a sus compatriotas polacos a quienes recordó que su presencia en Italia en estos días estaba ligada al 60 aniversario de la batalla de Monte Cassino, en la que las tropas polacas abrieron el camino a los aliados para su entrada en Roma.
"Fue un acontecimiento -dijo- que constituye el orgullo de diversas generaciones de polacos. Se ha convertido en símbolo de los valores más nobles del espíritu polaco y, sobre todo, del coraje y la prontitud para dar la vida 'por la libertad nuestra y vuestra'. ¡Que grande tenía que ser en el corazón de los jóvenes el amor por la patria, para que en tierra extranjera derramasen su sangre con la esperanza de su liberación!".
"Después de la guerra -concluyó el Papa- hubo que esperar tanto para que se alcanzase esa esperanza. Hoy, sin embargo, podemos dar gracias a Dios por esa gracia tan grande que es la libertad del pueblo polaco, que es a la vez un don y una tarea para las generaciones actuales".
AG/SALUDOS POLACOS/… VIS 20040519 (220)
"Fue un acontecimiento -dijo- que constituye el orgullo de diversas generaciones de polacos. Se ha convertido en símbolo de los valores más nobles del espíritu polaco y, sobre todo, del coraje y la prontitud para dar la vida 'por la libertad nuestra y vuestra'. ¡Que grande tenía que ser en el corazón de los jóvenes el amor por la patria, para que en tierra extranjera derramasen su sangre con la esperanza de su liberación!".
"Después de la guerra -concluyó el Papa- hubo que esperar tanto para que se alcanzase esa esperanza. Hoy, sin embargo, podemos dar gracias a Dios por esa gracia tan grande que es la libertad del pueblo polaco, que es a la vez un don y una tarea para las generaciones actuales".
AG/SALUDOS POLACOS/… VIS 20040519 (220)
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