CIUDAD DEL VATICANO, 19 MAY 2004 (VIS).-Ayer por la tarde, fecha de su 84 cumpleaños, Juan Pablo II recibió al presidente de Polonia, Aleksander Kwasniewski, acompañado de su esposa y un grupo de ciudadanos polacos.
El Papa recordó que el encuentro coincidía con el "60 aniversario de la batalla de Monte Cassino. Todos los polacos recuerdan con orgullo aquel combate que, gracias al heroísmo del ejército al mando del general Anders, abrió a los aliados el camino para la liberación de Italia y la derrota de los invasores nazis. En el cementerio militar de Monte Cassino hay tumbas en las que se colocaron cruces latinas y griegas y lápidas con la estrella de David. Allí reposan los héroes caídos, unidos por el ideal de luchar por 'la libertad nuestra y vuestra', que comprende en sí no sólo el amor por la propia patria, sino también la solicitud por la independencia política y espiritual de otras naciones. Todos sintieron el deber de oponerse a cualquier precio no sólo al atropello físico de los individuos y las naciones, sino también al intento de aniquilar sus tradiciones, sus culturas y su identidad espiritual".
"Hablo así -prosiguió- para recordar que, a lo largo de los siglos, el patrimonio cultural y espiritual de Europa se formó y defendió a costa, incluso, de la vida por aquellos que confesaron a Cristo y por aquellos que en su credo religioso se refieren a Abraham. Parece que recordarlo sea necesario en el contexto de la formación de las bases constitucionales de la Unión Europea, en la que recientemente ha sido también incluida Polonia". "Polonia -subrayó Juan Pablo II- no puede olvidarlo y no puede por menos que recordarlo a aquellos que, en nombre de la laicidad de las sociedades democráticas, parecen olvidar la aportación del cristianismo en la construcción de su identidad propia".
Al final de su discurso, el Santo Padre dijo al presidente que estaba "informado de las dificultades políticas que atraviesa actualmente Polonia. Espero que se superen con prontitud. Confío en que se llegue a ello de forma que todos, especialmente los más pobres, las familias numerosas, los parados, los enfermos y los ancianos puedan sentirse al seguro en nuestra patria. Es una tarea difícil".
AC/PRESIDENTE POLONIA/KWASNIEWSKI VIS 20040519 (340)
El Papa recordó que el encuentro coincidía con el "60 aniversario de la batalla de Monte Cassino. Todos los polacos recuerdan con orgullo aquel combate que, gracias al heroísmo del ejército al mando del general Anders, abrió a los aliados el camino para la liberación de Italia y la derrota de los invasores nazis. En el cementerio militar de Monte Cassino hay tumbas en las que se colocaron cruces latinas y griegas y lápidas con la estrella de David. Allí reposan los héroes caídos, unidos por el ideal de luchar por 'la libertad nuestra y vuestra', que comprende en sí no sólo el amor por la propia patria, sino también la solicitud por la independencia política y espiritual de otras naciones. Todos sintieron el deber de oponerse a cualquier precio no sólo al atropello físico de los individuos y las naciones, sino también al intento de aniquilar sus tradiciones, sus culturas y su identidad espiritual".
"Hablo así -prosiguió- para recordar que, a lo largo de los siglos, el patrimonio cultural y espiritual de Europa se formó y defendió a costa, incluso, de la vida por aquellos que confesaron a Cristo y por aquellos que en su credo religioso se refieren a Abraham. Parece que recordarlo sea necesario en el contexto de la formación de las bases constitucionales de la Unión Europea, en la que recientemente ha sido también incluida Polonia". "Polonia -subrayó Juan Pablo II- no puede olvidarlo y no puede por menos que recordarlo a aquellos que, en nombre de la laicidad de las sociedades democráticas, parecen olvidar la aportación del cristianismo en la construcción de su identidad propia".
Al final de su discurso, el Santo Padre dijo al presidente que estaba "informado de las dificultades políticas que atraviesa actualmente Polonia. Espero que se superen con prontitud. Confío en que se llegue a ello de forma que todos, especialmente los más pobres, las familias numerosas, los parados, los enfermos y los ancianos puedan sentirse al seguro en nuestra patria. Es una tarea difícil".
AC/PRESIDENTE POLONIA/KWASNIEWSKI VIS 20040519 (340)
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