Ciudad
del Vaticano, 18 noviembre 2013
(VIS).- Esta mañana en la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha
tenido lugar la presentación del Evento del Año de la Fe “Día de
la vida contemplativa” que tendrá lugar el 21 de noviembre, y las
celebraciones para el final del Año de la Fe: encuentro de los
catecúmenos con el Papa (23 de noviembre) y la Santa Misa de
clausura (24 de noviembre). Ha intervenido el arzobispo Rino
Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de
la Nueva Evangelización; arzobispo José Octavio Ruiz Arenas y
monseñor Graham Bell, secretario y subsecretario del mismo
dicasterio.
“Finaliza
un año dedicado completamente a reavivar la fe de los creyentes,
pero ahora continúa el deseo de mantener viva la enseñanza que
estos meses hemos recibido -ha dicho monseñor Fisichella, recordando
los más de 8 millones y medio de peregrinos que este año se han
desplazado a la tumba de San Pedro para profesar su fe-. Asimismo ha
destacado que “para la clausura del año hemos pensado en un
conjunto de diferentes signos para demostrar la continuidad de la fe
y el camino que tenemos que seguir para evitar que se vuelva algo
obvio en la vida cotidiana”.
El
primer acto será la visita del Papa Francisco el próximo 21 de
noviembre al Monasterio Camaldolese del Aventino donde se encontrará
con la comunidad. Ese día, que coincide con el aniversario de la
entrada al monasterio de Sor Nazarena Crotta, última reclusa que
vivió dentro de esos muros, estará dedicado a quienes han elegido
la vida de clausura como dedicación privilegiada a una vida de
oración y contemplación.
Con
el lema “preparados para pasar por la Puerta de la Fe”, el sábado
23 de noviembre, tendrá lugar el segundo acto dedicado a los
catecúmenos. El testimonio irá de la mano de 500 catecúmenos
acompañados por sus catequistas, provenientes de 47 países
diferentes de cinco continentes. El Papa recibirá a 35 de ellos en
la entrada de la Basílica de San Pedro y les realizará las
preguntas tradicionales del rito.
Por
último, el Año de la Fe concluirá con una Santa Misa el domingo 24
de noviembre en la Plaza de San Pedro a las 10.30 horas y se
caracterizará por tres señales que desean evidenciar el valor de
este momento: la exposición de las reliquias de San Pedro, la
entrega del Papa Francesco de su Exhortación Apostólica Evangelii
Gaudium y un gesto de caridad a favor del pueblo de Filipinas.
Durante la Eucaristía se realizará una colecta como contributo de
los peregrinos del Año de la Fe a los afectados por las calamidades
que padece el pueblo de Filipinas.
Monseñor
Fisichella ha concluido destacando que “a menudo, acostumbrados
como estamos a poner de relieve los factores de crisis, nos olvidamos
de mirar también los muchos signos positivos de esperanza que están
realmente presentes en la Iglesia. El Año de la fe nos ha permitido
experimentarlo. Sostenidos por un testimonio tan impresionante,
entusiasto y confiado, que se expresa principalmente en el silencio
de la vida cotidiana, miramos hacia el futuro con más serenidad,
gracias a la experiencia adquirida en este año, del que esperamos
que sus efectos positivos se extiendan durante mucho tiempo”.
Los muchos signos de esperanza en lo que vivimos inmersos, son los que precisamente la fe y una fe en dinamismo creciente es la que nos posibilita verificar, contemplar agradecidos, para de la mano de nuestro buen Dios y Padre continuemos en esta historia que avanza hacia el triunfo definitivo del Reino de Dios. Yo lo creo, yo eso espero y a eso me apunto en mi vida y actuar cotidiano.
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