Ciudad
del Vaticano, 17 noviembre 2013 (VIS).- Al finalizar el rezo del
Ángelus, el Papa saludó a los fieles presentes y recordó que ese
domingo se celebraba “el día de las victimas de la carretera”,
por ello animó a la prudencia y al respeto de las normas.
Francisco
sugirió a todos los presentes en la plaza un modo de concretizar los
frutos del Año de la Fe, que llega a su fin. “Se trata de una
"medicina espiritual" llamada “Misericordina”
-explicó-. Está dentro de una caja, que algunos voluntarios os
distribuirán cuando salgáis de la plaza. Dentro hay un rosario, con
el que podréis rezar el "Rosario de la Divina Misericordia,"
ayuda espiritual para nuestra alma y para difundir por todas partes
el amor, el perdón y la fraternidad”.
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