CIUDAD DEL VATICANO, 29 JUN 2004 (VIS).-Hoy, solemnidad de San Pedro y San Pablo, Apóstoles, Juan Pablo II celebró misa a las 18,00 en la Plaza de San Pedro en presencia del patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, y bendijo e impuso el palio a 44 arzobispos metropolitanos de diversas partes del mundo. El Papa y el Patriarca pronunciaron homilías tras la lectura del Evangelio en latín y griego y después rezaron el credo niceno-constantinopolitano en griego, siguiendo la costumbre litúrgica de las iglesias bizantinas.
El Patriarca Bartolomé habló en su homilía, presentada por Juan Pablo II, de los progresos obtenidos en las cuatro décadas transcurridas tras el abrazo entre Pablo VI y el Patriarca Atenagóras, y agregó que no ha sido posible "eliminar en cuarenta años las contraposiciones acumuladas durante más de novecientos años (...) También nosotros esperamos que lo que hasta hoy no ha sido posible se consiga en el futuro y, esperamos, en un futuro próximo. Quizás será un futuro lejano, pero nuestra espera y nuestro amor no están sometidos a breves límites temporales. Nuestra presencia hoy y aquí expresa con toda evidencia nuestro sincero deseo de eliminar todos los obstáculos eclesiales que no sean dogmáticos o esenciales, para que nuestro interés se concentre en el estudio de las diferencias esenciales y de las verdades dogmáticas que hasta ahora dividen a nuestras Iglesias, como también sobre la forma de vivir la verdad cristiana de la Iglesia unida".
La unidad de las Iglesias, prosiguió, no es comparable a la unidad de los Estados, sino "una búsqueda espiritual cuyo objetivo es vivir juntos la comunión espiritual con la persona de Nuestro Señor Jesucristo (...) En este delicado esfuerzo espiritual brotan dificultades debidas al hecho de que la mayor parte de nosotros, como seres humanos, presentamos a menudo nuestras propias posiciones, opiniones y juicios como si fueran expresión de la mente, del amor y en general, del espíritu de Cristo. Ya que esas opiniones y juicios personales no coinciden ni entre ellas, ni con lo vivido por Cristo, surgen discordias". Tenemos que buscar, concluyó, no solamente la unión exterior, sino la unión del espíritu, en el espíritu de Cristo
Juan Pablo II dedicó su homilía a la unidad de los cristianos y recordó que la presencia del patriarca Bartolomé I en la liturgia vespertina conmemoraba el 40 aniversario del "abrazo fraternal" de Pablo VI y el entonces patriarca Atenágoras I en 1964. Ese encuentro, dijo el Papa, "no puede ser sólo un recuerdo. Es un reto para nosotros. Nos indica el camino del descubrimiento y la reconciliación recíprocos".
Después, citando su encíclica "Ut unum sint" de 1995, el Santo Padre afirmó: "'Creer en Cristo significa querer la unidad; querer la unidad significa querer la Iglesia; querer la Iglesia significa querer la comunión de gracia que corresponde al designio del Padre desde toda la eternidad'. Este es el significado de la oración de Cristo 'Ut unum sint'". El compromiso de comunión, agregó, "no es una vaga relación de buena vecindad, sino del lazo indisoluble de la fe teologal por el que estamos destinados no a la separación sino a la comunión".
"Todo aquello que en el curso de la historia ha roto nuestro vínculo de unidad en Cristo, hoy lo vivimos con dolor. En esta óptica, nuestro encuentro no es solo un gesto de cortesía sino una respuesta al mandato del Señor (...) La Iglesia de Roma se ha encaminado con voluntad firme y gran sinceridad por la senda de la reconciliación plena mediante iniciativas que se han revelado, de vez en vez, posibles y útiles (...) Sabemos que la unidad que buscamos es ante todo un don de Dios (...) pero que lograr su realización también depende de nosotros".
El Santo Padre dijo al Patriarca Bartolomé: "En el camino de la unidad me he dejado guiar siempre, como brújula segura, por la enseñanza del Concilio Vaticano II (...) Hoy reafirmo que el compromiso asumido por la Iglesia Católica con el Concilio Vaticano II es irrevocable. No se puede renunciar a él".
Al final, Juan Pablo II se dirigió a los arzobispos que iban a recibir el palio con estas palabras: "Es un signo de la comunión que os une de forma especial con el testimonio apostólico de Pedro y Pablo. Os liga al obispo de Roma, sucesor de Pedro, llamado a llevar a cabo un servicio eclesial peculiar respecto al entero colegio episcopal".
HML/PALIO:PATRIARCA BARTOLOME/... VIS 20040630 (730)
El Patriarca Bartolomé habló en su homilía, presentada por Juan Pablo II, de los progresos obtenidos en las cuatro décadas transcurridas tras el abrazo entre Pablo VI y el Patriarca Atenagóras, y agregó que no ha sido posible "eliminar en cuarenta años las contraposiciones acumuladas durante más de novecientos años (...) También nosotros esperamos que lo que hasta hoy no ha sido posible se consiga en el futuro y, esperamos, en un futuro próximo. Quizás será un futuro lejano, pero nuestra espera y nuestro amor no están sometidos a breves límites temporales. Nuestra presencia hoy y aquí expresa con toda evidencia nuestro sincero deseo de eliminar todos los obstáculos eclesiales que no sean dogmáticos o esenciales, para que nuestro interés se concentre en el estudio de las diferencias esenciales y de las verdades dogmáticas que hasta ahora dividen a nuestras Iglesias, como también sobre la forma de vivir la verdad cristiana de la Iglesia unida".
La unidad de las Iglesias, prosiguió, no es comparable a la unidad de los Estados, sino "una búsqueda espiritual cuyo objetivo es vivir juntos la comunión espiritual con la persona de Nuestro Señor Jesucristo (...) En este delicado esfuerzo espiritual brotan dificultades debidas al hecho de que la mayor parte de nosotros, como seres humanos, presentamos a menudo nuestras propias posiciones, opiniones y juicios como si fueran expresión de la mente, del amor y en general, del espíritu de Cristo. Ya que esas opiniones y juicios personales no coinciden ni entre ellas, ni con lo vivido por Cristo, surgen discordias". Tenemos que buscar, concluyó, no solamente la unión exterior, sino la unión del espíritu, en el espíritu de Cristo
Juan Pablo II dedicó su homilía a la unidad de los cristianos y recordó que la presencia del patriarca Bartolomé I en la liturgia vespertina conmemoraba el 40 aniversario del "abrazo fraternal" de Pablo VI y el entonces patriarca Atenágoras I en 1964. Ese encuentro, dijo el Papa, "no puede ser sólo un recuerdo. Es un reto para nosotros. Nos indica el camino del descubrimiento y la reconciliación recíprocos".
Después, citando su encíclica "Ut unum sint" de 1995, el Santo Padre afirmó: "'Creer en Cristo significa querer la unidad; querer la unidad significa querer la Iglesia; querer la Iglesia significa querer la comunión de gracia que corresponde al designio del Padre desde toda la eternidad'. Este es el significado de la oración de Cristo 'Ut unum sint'". El compromiso de comunión, agregó, "no es una vaga relación de buena vecindad, sino del lazo indisoluble de la fe teologal por el que estamos destinados no a la separación sino a la comunión".
"Todo aquello que en el curso de la historia ha roto nuestro vínculo de unidad en Cristo, hoy lo vivimos con dolor. En esta óptica, nuestro encuentro no es solo un gesto de cortesía sino una respuesta al mandato del Señor (...) La Iglesia de Roma se ha encaminado con voluntad firme y gran sinceridad por la senda de la reconciliación plena mediante iniciativas que se han revelado, de vez en vez, posibles y útiles (...) Sabemos que la unidad que buscamos es ante todo un don de Dios (...) pero que lograr su realización también depende de nosotros".
El Santo Padre dijo al Patriarca Bartolomé: "En el camino de la unidad me he dejado guiar siempre, como brújula segura, por la enseñanza del Concilio Vaticano II (...) Hoy reafirmo que el compromiso asumido por la Iglesia Católica con el Concilio Vaticano II es irrevocable. No se puede renunciar a él".
Al final, Juan Pablo II se dirigió a los arzobispos que iban a recibir el palio con estas palabras: "Es un signo de la comunión que os une de forma especial con el testimonio apostólico de Pedro y Pablo. Os liga al obispo de Roma, sucesor de Pedro, llamado a llevar a cabo un servicio eclesial peculiar respecto al entero colegio episcopal".
HML/PALIO:PATRIARCA BARTOLOME/... VIS 20040630 (730)
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