CIUDAD DEL VATICANO, 15 FEB 2003 (VIS) - Los obispos de Gambia, Liberia y Sierra Leona fueron recibidos esta mañana por el Papa al final de su visita "ad limina". El Santo Padre, en su discurso en inglés, habló de los retos a los que hacen frente los obispos a la hora de formar a las generaciones jóvenes y en la defensa de la santidad de la vida y de la familia, así como en las difíciles situaciones humanitarias que les atañen, especialmente "la tr gica situación de millones de refugiados y prófugos".
"En vuestros países los católicos son una pequeña parte de la población -dijo Juan Pablo II- y a veces el clima social, político e incluso religioso hacen difícil la evangelización y el diálogo interreligioso". Después alentó a los obispos a "proclamar el poder del Evangelio para transformar los corazones y las vidas" y subrayó que la aportación de los católicos en todos los sectores sociales, especialmente en los programas de bienestar social "es elogiada tanto por el pueblo como por el gobierno".
"Esta misma palabra de Dios -prosiguió- puede ser también un punto de partida fundamental para el diálogo esencial con los seguidores de las religiones africanas tradicionales y con el Islam. Vuestra tarea debe ser la de fomentar una actitud de respeto mutuo que evite la indiferencia religiosa y el fundamentalismo militante".
A continuación recalcó el cuidado y la atención que la Iglesia debe prestar "a la formación de los jóvenes y los laicos. La seducción de las cosas materiales y la peligrosa atracción de los cultos y las sociedades secretas que prometen riqueza y poder pueden ejercer un gran influjo entre los jóvenes". Pero, agregó, hay que hacer que los jóvenes entiendan que son "verdaderamente una 'nueva generación de constructores' llamada a trabajar en favor de una 'civilización del amor'".
Juan Pablo II se refirió después a la familia, "elemento fundamental de la cultura y la civilización africana". "Desafortunadamente -agregó- el Evangelio de la vida (...) se ve amenazado en vuestros países por la difusión de la poligamia, el divorcio, el aborto, la prostitución, el tráfico de seres humanos y la mentalidad contraceptiva. Estos mismos factores contribuyen (...) a la actividad sexual que desemboca en el SIDA, una pandemia que no puede ser ignorada".
"Del mismo modo que la Iglesia en Africa hace cuanto está en su poder para defender la santidad de la familia y su lugar clave en la sociedad africana, está llamada antes que nada a proclamar claramente el mensaje liberador del amor cristiano auténtico" y a subrayar que "el amor verdadero es el amor casto". La Iglesia, dijo, debe ser "la primera en sostener el esfuerzo de promoverá programas que fomenten el respeto por la dignidad y los derechos de las mujeres".
Al final, el Santo Padre manifestó su agrado por los esfuerzos para restablecer la paz y al mismo tiempo su preocupación por los factores que pueden ponerla en peligro. Refiriéndose a los retos humanitarios que se presentan ante los obispos, sobre todo "la tr gica situación de millones de refugiados y prófugos", invitó a los prelados a "trabajar incansablemente por la reconciliación y a dar un testimonio auténtico de la unidad con gestos de solidaridad y ayuda para las víctimas de décadas de violencia".
AL;...;...;GAMBIA; LIBERIA; SIERRA LEONA;VIS;20030217;560;
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