CIUDAD DEL VATICANO, 1 ABR 2002 (VIS) - Juan Pablo II se asomó al mediodía a la ventana de su estudio privado que da a la Plaza de San Pedro para rezar el Regina Coeli -la oración que sustituye al Angelus durante el tiempo pascual- con los fieles allí congregados.
El Papa afirmó que hoy, "Lunes del Angel, se recuerda el encuentro del mensajero celeste con las mujeres que acuden al sepulcro. (...) Desde la tumba vacía este anuncio angélico se difunde por el mundo y llega a todos los rincones de la tierra; es un mensaje de esperanza para todos".
"¡Cómo me gustaría -exclamó- que el anuncio pascual fortaleciese cada vez más la fe de todos los bautizados! ¡Cu nto desearía que la paz, don de Cristo resucitado, llegase a todos los corazones humanos y volviese a otorgar esperanza a quienes están oprimidos y sufren!".
El Santo Padre concluyó pidiendo que la Virgen María, "testigo silencioso de la muerte y de la resurrección de su Hijo Jesús, nos ayude a creer profundamente en este misterio de salvación, que acogido con fe profunda, puede cambiar la vida. Que nos ayude a transmitirlo con alegría a quienes encontremos, como discípulos coherentes y valientes del Señor resucitado".
Después del Regina Coeli, Juan Pablo II invitó a rezar de modo especial por los habitantes de Belén, "la ciudad donde nació Jesús, que en estos momentos -dijo- está viviendo horas difíciles y se encuentra en grave peligro. Llegan noticias tristes y preocupantes que han turbado la atmósfera del día de Pascua, que debería ser fiesta de paz, de alegría y de vida. El Papa, con gran aprensión y dolor, está cerca de estos hermanos y hermanas nuestros, como lo está también la Iglesia entera, que reza y trabaja para que se ponga fin cuanto antes a un calvario tan doloroso".
ANG;RESURRECCION;...;...;VIS;20020403;300;
El Papa afirmó que hoy, "Lunes del Angel, se recuerda el encuentro del mensajero celeste con las mujeres que acuden al sepulcro. (...) Desde la tumba vacía este anuncio angélico se difunde por el mundo y llega a todos los rincones de la tierra; es un mensaje de esperanza para todos".
"¡Cómo me gustaría -exclamó- que el anuncio pascual fortaleciese cada vez más la fe de todos los bautizados! ¡Cu nto desearía que la paz, don de Cristo resucitado, llegase a todos los corazones humanos y volviese a otorgar esperanza a quienes están oprimidos y sufren!".
El Santo Padre concluyó pidiendo que la Virgen María, "testigo silencioso de la muerte y de la resurrección de su Hijo Jesús, nos ayude a creer profundamente en este misterio de salvación, que acogido con fe profunda, puede cambiar la vida. Que nos ayude a transmitirlo con alegría a quienes encontremos, como discípulos coherentes y valientes del Señor resucitado".
Después del Regina Coeli, Juan Pablo II invitó a rezar de modo especial por los habitantes de Belén, "la ciudad donde nació Jesús, que en estos momentos -dijo- está viviendo horas difíciles y se encuentra en grave peligro. Llegan noticias tristes y preocupantes que han turbado la atmósfera del día de Pascua, que debería ser fiesta de paz, de alegría y de vida. El Papa, con gran aprensión y dolor, está cerca de estos hermanos y hermanas nuestros, como lo está también la Iglesia entera, que reza y trabaja para que se ponga fin cuanto antes a un calvario tan doloroso".
ANG;RESURRECCION;...;...;VIS;20020403;300;
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario