CIUDAD DEL VATICANO, 28 MAR 2002 (VIS) - Esta mañana, Jueves Santo, a las 9,30, Juan Pablo II presidió en la basílica vaticana la misa del Crisma, durante la cual se renuevan los votos sacerdotales y se bendicen los óleos de los catecúmenos, de los enfermos y el crisma.
El cardenal Darío Castrillón Hoyos, prefecto de la Congregación para el Clero, fue el celebrante principal de la misa matutina. Juan Pablo II pronunció la homilía.
Refiriéndose al orden sacerdotal, el Papa dijo: "Si cada bautizado participa en el sacerdocio real y profético (del redentor) ... los sacerdotes están llamados a compartir su oblación de forma especial. Est n llamados a vivirla en el servicio al sacerdocio común de los fieles".
"Mientras damos gracias por este don misterioso -prosiguió- no podemos dejar de confesar nuestras infidelidades. En la carta que, como todos los años, he enviado a los sacerdotes con esta ocasión especial, he recordado que 'todos nosotros , conscientes de la debilidad humana, pero confiando en el poder salvador de la gracia divina, estamos llamados a abrazar el 'Mysterium Crucis' y a comprometernos aún más en la búsqueda de la santidad'".
"Hoy -concluyó- rezamos por todos los presbíteros; de forma singular por cuantos actúan entre tantas dificultades y sufren persecuciones, con un pensamiento especial para aquellos que han pagado con la sangre su fidelidad a Cristo. Rezamos por todos estos hermanos nuestros que han faltado a los compromisos asumidos con el orden sacerdotal o que atraviesan un período de dificultad y de crisis. Eligiéndonos para una misión tan sublime, Cristo no deja que nos falte nunca la gracia y la alegría de seguirle, tanto en el Tabor como en el camino de la Cruz".
La misa en la Cena del Señor se celebró este año en la basílica de San Pedro, en lugar de en la catedral pontificia de San Juan de Letrán. Empezó a las 17,30 y fue presidida por el Papa. El principal celebrante fue el cardenal Angelo Sodano y entre los concelebrantes se encontraban los cardenales Roger Etchegaray y Alfonso López Trujillo.
Los cardenales Sodano y Etchegaray lavaron los pies de 12 sacerdotes durante esta liturgia vespertina. Durante la presentación de los dones, el Santo Padre recibió una oferta que será enviada a las poblaciones más pobres de América Latina y el Caribe.
"Esta noche entramos en la Pascua de Cristo -dijo el Papa en la homilía- que constituye el momento dram tico y final, largamente preparado y esperado, de la existencia terrenal del Verbo de Dios. Jesús ha venido entre nosotros no para ser servido sino para servir y ha hecho suyos los dramas y esperanzas de los seres humanos de todos los tiempos. Anticipando místicamente el sacrificio de la Cruz, en el Cenáculo ha querido quedarse con nosotros bajo las especies del pan y del vino y ha confiado a los Apóstoles y a sus sucesores la misión y el poder de perpetuar la memoria viva y eficaz en el rito eucarístico".
JPII-SEMANA SANTA;JUEVES SANTO;...;...;VIS;20020403;500;
El cardenal Darío Castrillón Hoyos, prefecto de la Congregación para el Clero, fue el celebrante principal de la misa matutina. Juan Pablo II pronunció la homilía.
Refiriéndose al orden sacerdotal, el Papa dijo: "Si cada bautizado participa en el sacerdocio real y profético (del redentor) ... los sacerdotes están llamados a compartir su oblación de forma especial. Est n llamados a vivirla en el servicio al sacerdocio común de los fieles".
"Mientras damos gracias por este don misterioso -prosiguió- no podemos dejar de confesar nuestras infidelidades. En la carta que, como todos los años, he enviado a los sacerdotes con esta ocasión especial, he recordado que 'todos nosotros , conscientes de la debilidad humana, pero confiando en el poder salvador de la gracia divina, estamos llamados a abrazar el 'Mysterium Crucis' y a comprometernos aún más en la búsqueda de la santidad'".
"Hoy -concluyó- rezamos por todos los presbíteros; de forma singular por cuantos actúan entre tantas dificultades y sufren persecuciones, con un pensamiento especial para aquellos que han pagado con la sangre su fidelidad a Cristo. Rezamos por todos estos hermanos nuestros que han faltado a los compromisos asumidos con el orden sacerdotal o que atraviesan un período de dificultad y de crisis. Eligiéndonos para una misión tan sublime, Cristo no deja que nos falte nunca la gracia y la alegría de seguirle, tanto en el Tabor como en el camino de la Cruz".
La misa en la Cena del Señor se celebró este año en la basílica de San Pedro, en lugar de en la catedral pontificia de San Juan de Letrán. Empezó a las 17,30 y fue presidida por el Papa. El principal celebrante fue el cardenal Angelo Sodano y entre los concelebrantes se encontraban los cardenales Roger Etchegaray y Alfonso López Trujillo.
Los cardenales Sodano y Etchegaray lavaron los pies de 12 sacerdotes durante esta liturgia vespertina. Durante la presentación de los dones, el Santo Padre recibió una oferta que será enviada a las poblaciones más pobres de América Latina y el Caribe.
"Esta noche entramos en la Pascua de Cristo -dijo el Papa en la homilía- que constituye el momento dram tico y final, largamente preparado y esperado, de la existencia terrenal del Verbo de Dios. Jesús ha venido entre nosotros no para ser servido sino para servir y ha hecho suyos los dramas y esperanzas de los seres humanos de todos los tiempos. Anticipando místicamente el sacrificio de la Cruz, en el Cenáculo ha querido quedarse con nosotros bajo las especies del pan y del vino y ha confiado a los Apóstoles y a sus sucesores la misión y el poder de perpetuar la memoria viva y eficaz en el rito eucarístico".
JPII-SEMANA SANTA;JUEVES SANTO;...;...;VIS;20020403;500;
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