Ciudad
del Vaticano, 8 noviembre 2014
(VIS).-El Santo Padre recibió esta mañana en la Sala Clementina a
las participantes en el Capítulo General de las Hermanas de María
Auxiliadora cuyo tema era ''Ser hoy con los jóvenes casa que
evangeliza''. Un tema, señaló Francisco, que ''encaja muy bien en
el actual contexto social y eclesial marcado por tantas formas de
miseria material y espiritual'' porque de hecho, ''hoy en día se
sufre no sólo por indigencia, sino también por falta de amor y de
relaciones'' y en ese contexto, las discípulas de San Juan Bosco,
pueden percibir sobre todo la fragilidad de los jóvenes a los que se
dedican siguiendo el ejemplo de su maestro y de la Madre Mazzarello.
En
el capítulo general han surgido diversas orientaciones fundamentales
para la vida de cada religiosa y de la comunidad; en primer lugar el
esfuerzo por dejarse guiar de la perspectiva de "salir",
para comenzar un viaje hacia tantas zonas de frontera geográficas
y existenciales con una atención preferente a los pobres y a las
diversas formas de exclusión. Después, la necesidad de recorridos
de cambio y conversión pastoral para transformar sus casas en
ambientes de evangelización, en los que sobre todo los jóvenes se
involucren en su misma misión..
''No
puedo por menos que animaros -dijo el Papa- a seguir con entusiasmo
estas líneas de acción que el Espíritu Santo os está
sugiriendo. Abrid el corazón para recibir ... la gracia de Dios;
ensanchad vuestro horizonte para reconocer las necesidades y las
urgencias de una sociedad y de una generación que cambia. Sed, en
cualquier lugar, testigos proféticos y presencia educativa, a
través de la acogida incondicional de los jóvenes, haciendo frente
al reto de la interculturalidad e individuad caminos vías para que
vuestra labor apostólica sea eficaz en un entorno - el juventud-
donde impera el mundo virtual y las nuevas tecnologías,
especialmente las digitales.''
Para
conseguirlo es necesario, ''poner siempre a Cristo en el centro de
la existencia; dejarse moldear por la Palabra de Dios... alimentar
el espíritu misionero con la oración perseverante''. Y al mismo
tiempo, ''dar testimonio de un ideal de comunión fraterna y de
aceptación mutua'' que debe ir acompañado de una cuidadosa
formación, que incluya también la actualización de las ciencias
humanas que pueden ayudarlas en su misión. ''Efectivamente, se os
pide -prosiguió el Pontífice- ser capaces de escuchar con apertura
y comprensión a los que acuden a vosotras para pedir una apoyo
moral y humano, saber interpretar las situaciones en que os movéis
para inculturar el mensaje evangélico. En este sentido, la misión
''ad gentes'' os ofrece un ámbito muy vasto''.
Por
último, el Papa exhortó a las religiosas -que también han
reflexionado durante el capítulo sobre su actividad apostólica
cotidiana que las pone en contacto con realidades y problemas nuevos
que las interpelan- a ser para todos ''misioneras de la esperanza y
la alegría, testimoniando los valores de la identidad salesiana,
especialmente el del encuentro, un aspecto fundamental de vuestro
carisma. Se trata de una fuente siempre fresca y vital de la que
podéis beber ese amor que revitaliza la pasión por Dios y por los
jóvenes. Y que las inevitables dificultades encontradas en el
camino, no frenen el entusiasmo de vuestra actividad apostólica. El
ejemplo de San Juan Bosco y Santa Domenica Mazzarello os impulsa a
contribuir todavía con más entusiasmo a la nueva evangelización
con vuestras actividades en los sectores de la educación y la
escuela, la catequesis y la formación de los jóvenes al
apostolado''.
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