Ciudad
del Vaticano, 9 de noviembre de 2014 (VIS).-Después de rezar el
Ángelus el Papa recordó que hace 25 años, el 9 de noviembre de
1989, caía el muro de Berlín, ''que durante mucho tiempo cortó en
dos la ciudad y fue símbolo de la división ideológica de Europa
y del mundo entero. La caída sucedió de improviso, pero fue posible
gracias al largo y fatigoso esfuerzo de tantas personas que lucharon,
rezaron y sufrieron para que sucediera; algunas de ellas llegaron
hasta sacrificar su vida''. Entre estas personas tuvo un papel
protagonista el Santo Papa Juan Pablo II. Recemos para que con la
ayuda del Señor y la colaboración de todas las personas de buena
voluntad, se difunda cada vez más una cultura del encuentro, capaz
de derrumbar todos los muros que todavía dividen el mundo, y que no
vuelva a suceder que seres humanos inocentes sean perseguidos e
incluso asesinados a causa de su credo y de su religión. ¡Donde hay
un muro hay un corazón cerrado!. ¡Sirven puentes no muros!''.
Después,
señalando que hoy en Italia se celebra el Día del Agradecimiento,
cuyo tema este año es “Nutrir al planeta. Energía para la vida”,
el Santo Padre se unió a los obispos en el deseo de que gracias a
un esfuerzo renovado ''a nadie le falte el alimento diario que Dios
da a todos Estoy cercano al mundo de la agricultura, y animo a
cultivar la tierra de forma sostenible y solidaria. En este contexto,
se desenvuelve en Roma la Jornada Diocesana para la custodia de la
creación, cuyo objetivo es promover estilos de vida basados en el
respeto del medio ambiente, reafirmando la alianza entre el ser
humano, custodio de la creación y su Creador''.
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