Ciudad
del Vaticano, 10 noviembre 2014
(VIS).- El pasado sábado por la noche, Francisco
envió un mensaje a los 750 seminaristas franceses reunidos del 8 al
10 de noviembre en el santuario mariano de Lourdes, en
el marco de
la
Asamblea Plenaria de otoño de la Conferencia Episcopal de Francia.
El Papa les pide que recuerden las tres palabras claves en sus vidas
como seminaristas: fraternidad, oración y misión.
''El
ministerio sacerdotal no puede en ningún caso ser individual, y
mucho menos individualista'' escribe el Papa sobre la fraternidad,
instando a los seminaristas a dar testimonio juntos del amor con el
cual reconocemos a los discípulos de Jesús. “Todo lo que
aprendéis cobra vida en la plegaria'' dice, hablando de la oración
y recuerda a los seminaristas cómo Jesús se retiraba en silencio y
soledad para profundizar en el misterio del Padre. ''Dejad que
vuestra oración sea una llamada al Espíritu porque es él quien
construye la Iglesia, guía a los discípulos e infunde la caridad
pastoral … En la base de vuestra formación -subraya- se encuentra
la Palabra de Dios, que penetra, alimenta e ilumina''. Por eso les
aconseja que dediquen diariamente largos momentos a la oración ya
que "en ella se encuentra la presencia amorosa del Señor y es
allí donde El nos transforma''.
La
misión, señala al final, ''es inseparable de la oración, porque os
abre al Espíritu que guía en ella''. “Salid de vosotros mismos,
al encuentro de los otros, sobre todo de las personas más
alejadas'', exhorta el Pontífice, pidiendo a los futuros sacerdotes
que confíen en María y se dejen guiar por aquella que ''acompañó
a Jesús en su misión, que estuvo presente en Pentecostés cuando
los discípulos recibieron al Espíritu Santo, y que acompañó los
primeros pasos de la iglesia''.
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