CIUDAD DEL VATICANO, 13 NOV 2005 (VIS).- Después de la Misa celebrada en la basílica vaticana por el cardenal José Saraiva Martins y en el curso de la cual fueron proclamados beatos Charles De Foucauld, Maria Pia Mastena y Maria Crocifissa Curcio, el Papa saludó desde la ventana de su estudio a los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro y rezó el Angelus con ellos.
Antes de la oración mariana, el Papa explicó que los nuevos beatos se suman al gran número que "durante el pontificado de Juan Pablo II fueron propuestos a la veneración, (....) respondiendo a cuanto subrayó con intensidad el Concilio Vaticano II: que todos los bautizados están llamados a la perfección de la vida cristiana: sacerdotes, religiosos y laicos, cada uno según su propio carisma y su vocación específica".
Benedicto XVI recordó a continuación la importancia atribuida por el mismo concilio al papel de los laicos, a los que dedicó "todo un capítulo, el cuarto, de la constitución Lumen gentium (...) para definir su vocación y misión, enraizadas en el bautismo y la confirmación, y orientadas a "buscar el Reino de Dios tratando y ordenando, según Dios, los asuntos temporales".
También los padres conciliares, dijo el Papa, aprobaron el decreto específico sobre el apostolado de los laicos "Apostolicam actuositatem", donde se subraya que "la fecundidad del apostolado seglar depende de su unión vital con Cristo, es decir, de una robusta espiritualidad, que se nutre de la participación en la Liturgia y se manifiesta en una actitud conforme a las bienaventuranzas evangélicas".
"Para los laicos son muy importantes -agregó- la competencia profesional, el sentido de familia, el sentido cívico y las virtudes sociales. Si es verdad que están llamados a dar un testimonio personal, particularmente precioso donde la libertad de la Iglesia encuentra impedimentos, el Concilio insiste en la importancia de un apostolado organizado que repercuta en la mentalidad general, en las condiciones sociales y en las instituciones. (...) Al tema de la vocación y misión de los laicos el amado Papa Juan Pablo II dedicó el sínodo de 1987, después del cual se publicó la exhortación apostólica "Christifideles laici".
El Papa concluyó recordando la beatificación el pasado domingo en Vicenza (Italia) de Eurosia Fabris, la madre de familia que acogió en su hogar a diversos huérfanos de la I Guerra Mundial, a la que definió como "modelo de vida cristiana en el estado laical".
ANG/LAICOS/... VIS 20051114 (410)
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