CIUDAD DEL VATICANO, 12 NOV 2005 (VIS).-Con motivo del Sínodo especial que los obispos caldeos han celebrado en Roma (8-12 noviembre), Benedicto XVI recibió hoy a Su Beatitud Emmanuel III Delly, patriarca de Babilonia de los Caldeos (Irak) y a los prelados participantes en esa asamblea sinodal.
"Os agradezco vuestra visita -dijo el Papa-, que me permite enviar, a través vuestro una palabra de fervoroso aliento a vuestras comunidades y a todos los ciudadanos de Irak. A las palabras de solidaridad se acompaña la garantía de mi recuerdo en la oración, para que vuestro amado país, no obstante la situación actual tan difícil, no se desanime y prosiga en el camino hacia la reconciliación y la paz".
Benedicto XVI se refirió después al proyecto de revisión de los textos de la Divina Liturgia elaborado durante el sínodo de los obispos caldeos para preparar "una reforma que dará un impulso renovado a la devoción en vuestras comunidades". "Ha sido un trabajo -observó el Papa- que ha conllevado años de estudio y de decisiones no siempre fáciles, pero también un período durante el que la Iglesia Caldea ha reflexionado más a fondo sobre el gran don de la Eucaristía".
Otra tema importante durante la asamblea fue el estudio del borrador del Derecho Particular que regula la vida interna de la comunidad caldea. "Para el buen desarrollo de la misión que os confió Cristo, es necesaria una propia y acertada disciplina canónica", comentó el Santo Padre.
"Ahora, al regresar a vuestras sedes respectivas -concluyó-, os anima esta experiencia de comunión vivida alrededor de las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo. Es una comunión que se expresa de forma particular aquí y ahora al elevar al Señor, junto con el Sucesor de Pedro, la oración de gratitud común".
AC/SINODO CALDEO/DELLY VIS 20051114 (310)
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