CIUDAD DEL VATICANO, 12 NOV 2005 (VIS).-Benedicto XVI recibió esta mañana a los prelados de la Conferencia Episcopal de Bulgaria al final de su visita "ad limina".
El Papa dijo que tras los coloquios personales con los obispos estaba convencido de que "la Iglesia católica en Bulgaria está viva y desea ofrecer con entusiasmo el propio testimonio de Cristo en la sociedad". A pesar de ser pocos, "el Señor -dijo- sabe suplir siempre las eventuales lagunas y la pobreza de medios. Lo que cuenta no es tanto la eficacia de la organización, sino sobre todo la inquebrantable fe en Cristo, porque El guía, rige y santifica su Iglesia, también a través de vuestro indispensable ministerio".
Refiriéndose al servicio eclesial que realizan junto a los fieles de la Iglesia ortodoxa búlgara, el Santo Padre expresó el deseo de que "las buenas relaciones existentes se desarrollen ulteriormente en beneficio del anuncio del Evangelio del Hijo de Dios". En este sentido, pidió a los prelados que transmitieran "un cordial saludo" al patriarca Maxim, primer jerarca de la Iglesia ortodoxa de Bulgaria.
"Es necesario -continuó- proseguir el camino emprendido, intensificando la oración para que se acelere la hora en que podamos sentarnos en la única Mesa para comer el único Pan de la salvación".
Tras poner de relieve que existe un "diálogo intenso con las autoridades civiles sobre temas de interés común", el Papa señaló que "la comunidad católica, aun siendo minoría en el contexto del país, puede ofrecer un testimonio generoso de la caridad universal de Cristo".
Benedicto XVI afirmó que "después del triste período de la opresión comunista, los católicos que han perseverado con entusiasta fidelidad en su adhesión a Cristo sienten la urgencia de fortalecer la propia fe y de difundir el Evangelio en todos los ámbitos sociales, especialmente donde es más necesario el anuncio cristiano. Pienso por ejemplo, en la fuerte disminución de la natalidad, en el alto porcentaje de abortos, la fragilidad de tantas familias, el problema de la emigración. Me alegra saber que la Iglesia católica en Bulgaria está firmemente comprometida en el campo social, para aliviar las necesidades de tantos pobres. Os animo a continuar por este camino al servicio del querido pueblo búlgaro".
El Papa pidió a los prelados que no tuvieran miedo de "proponer a las jóvenes generaciones el ideal de la total consagración a Cristo" y que siguieran esforzándose por "dotar a las propias comunidades, también con la ayuda de otras iglesias y organizaciones católicas, de las estructuras necesarias para las actividades pastorales y el ejercicio del culto cristiano. A este respecto -terminó-, he recibido con especial satisfacción la noticia de que se está completando la reconstrucción de la Iglesia Catedral latina de Sofía, dedicada a San José".
AL/.../BULGARIA VIS 20051114 (460)
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