EN BREVE

EL CARDENAL RENATO MARTINO, PRESIDENTE del Pontificio Consejo "Justicia y Paz", presidió esta mañana en la Oficina de Prensa de la Santa Sede una conferencia de prensa para la presentación del volumen "Juan Pablo II y los desafíos de la diplomacia pontificia". Participaron en el acto el arzobispo André Dupuy, nuncio apostólico en Venezuela y monseñor Pietro Parolin, subsecretario para las Relaciones con los Estados. El arzobispo Dupuy ha editado el libro, que ha sido publicado por "Justicia y Paz" y por la Fundación "Path to Peace". El cardenal Martino subrayó "la armónica composición de un Magisterio extraordinario que, a lo largo de 26 años, ha tocado todos los aspectos de la actualidad de nuestro tiempo, elaborando una serie vigorosa de variaciones sobre el tema unitario de la defensa de la dignidad humana y de sus derechos fundamentales. (...) En la lectura de las páginas del volumen, entre líneas, emerge la grandeza no solo de un altísimo Magisterio, sino también de una fe valiente e inquebrantable, de una esperanza que espera contra toda esperanza, de un amor por la verdad, por la paz y por el ser humano, que hacen del pontificado de Juan Pablo II una de las bendiciones más grandes que hayan recibido en la historia la Iglesia y el mundo".

EL ARZOBISPO CELESTINO MIGLIORE, OBSERVADOR PERMANENTE de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, intervino en la sesión plenaria de la 59 Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el tema 45: X Aniversario de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, celebrada en El Cairo en septiembre de 1994. "El bienestar y el progreso de todos los miembros de la familia humana -dijo el nuncio- es cada vez más importante teniendo en cuenta que la brecha entre ricos y pobres del mundo se alarga cada vez más, una situación que plantea una amenaza cada vez más fuerte a la paz que anhela la humanidad". Refiriéndose después a los estudios de Naciones Unidas que hace diez años predecían una disminución en el porcentaje de crecimiento de la población mundial, afirmó: "En nuestros días es un hecho que la población ha disminuido de forma apreciable en muchos de los países industrializados y que este descenso representa una grave amenaza para su futuro".
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