Ciudad
del Vaticano, 22 de marzo 2015 (VIS).-Después del Ángelus, el Papa
agradeció a todos los napolitanos la cálida acogida que le
brindaron el sábado, durante su viaje apostólico. Francisco recordó
que este domingo se celebra el día Mundial del Agua, promovido por
las Naciones Unidas. ''Es el elemento más esencial para la vida
-dijo- y de nuestra capacidad de custodiarlo y de compartirlo depende
el futuro de la humanidad'', e hizo un llamamiento a la Comunidad
Internacional para que se preocupe ''de que las aguas del planeta
sean adecuadamente protegidas y nadie esté excluido o discriminado
en el uso de este bien, que es un bien común por excelencia''.
El
Pontífice, como hizo ya el año pasado durante la Cuaresma, regaló
a todos los presentes en la plaza un Evangelio de bolsillo que fue
distribuido por personas sin hogar que viven en Roma. ''Este es un
gesto muy bonito -afirmó-. Los más necesitados son los que nos
regalan la Palabra de Dios. ¡Tomadlo y llevadlo con vosotros, para
leerlo frecuentemente! Cada día llevadlo en la cartera, en el
bolsillo y leed a menudo un pasaje. ¡La Palabra de Dios es luz para
nuestro camino! ¡Os hará bien, hacedlo!
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