Ciudad
del Vaticano, 30 noviembre 2013
(VIS).-En el ámbito del intercambio tradicional de delegaciones en
las festividades de los respectivos patronos -los santos apóstoles
Pedro y Pablo, el 29 de junio en Roma y San Andrés, el 30 de
noviembre en Estambul- el cardenal Kurt Koch, presidente del
Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos,
ha encabezado este año la delegación de la Santa Sede que ha
viajado a la capital turca para celebrar esa festividad con el
Patriarcado Ecuménico de Constantinopla.
La
delegación de la Santa Sede, formada por el cardenal Koch, el obispo
Brian Farrell, monseñor Andrea Palmieri y el nuncio apostólico en
Turquía, arzobispo Antonio Lucibello, ha participado en la solemne
Liturgia Divina presidida por el Patriarca de Constantinopla,
Bartolomeo I en la iglesia patriarcal del Fanar. Seguidamente, ha
tenido lugar un encuentro con el Patriarca y con la comisión sinodal
encargada de las relaciones con la Iglesia Católica.
El
cardenal Koch ha entregado a Bartolomé I un regalo y un mensaje del
Santo Padre Francisco que fue leído al final de la Liturgia Divina.
La delegación ha visitado también la sede de la Escuela de Teología
del Patriarcado Ecuménico en Halchi, cerrada por las autoridades
turcas en 1971 y para la cual se espera el permiso de reapertura.
En
su mensaje, el Papa escribe: “Amado hermano en Cristo, es la
primera vez que me dirijo a usted con motivo de la fiesta del apóstol
Andrés. Aprovecho esta oportunidad para asegurarle mi intención de
continuar las relaciones fraternas entre la Iglesia de Roma y el
Patriarcado Ecuménico . Es para mí un motivo de gran consuelo
reflexionar sobre la profundidad y la autenticidad de los lazos que
existen entre nosotros , fruto de un viaje lleno de gracia a lo largo
del cual el Señor ha guiado nuestras Iglesias desde el histórico
encuentro en Jerusalén entre el Papa Pablo VI y el Patriarca
Atenágoras, cuyo quincuagésimo aniversario vamos a celebrar en
breve... Unidos en Cristo, por lo tanto, ya experimentamos la
alegría de ser auténticos hermanos en el Señor, y al mismo tiempo
somos plenamente consciente de no haber alcanzado la meta de la plena
comunión. A la espera del día en que podamos participar juntos en
el banquete eucarístico , los cristianos están llamados a
prepararse para recibir este don de Dios mediante la oración, la
conversión interior, la renovación de la vida y el diálogo
fraterno”.
“Nuestra
alegría en la celebración de la fiesta del apóstol Andrés
-prosigue- no debe hacernos alejar la mirada de la dramática
situación de muchas personas que están sufriendo debido a la
violencia y la guerra, al hambre, a la pobreza y a los graves
desastres naturales. Soy consciente de su profunda preocupación por
la situación de los cristianos en Medio Oriente y por su derecho a
permanecer en sus países de origen. El diálogo, el perdón y la
reconciliación son el único medio posible para lograr la resolución
de conflictos. Seamos incesantes en nuestra oración al Dios
todopoderoso y misericordioso por la paz en esta región y sigamos
trabajando por la reconciliación y el justo reconocimiento de los
derechos de las personas”.
“El
recuerdo del martirio del apóstol San Andrés - concluye Francisco-
también nos hace pensar en los muchos cristianos de todas las
Iglesias y Comunidades eclesiales , que en muchas partes del mundo
sufren discriminaciones y a veces pagan con su sangre el precio de su
profesión de la fe. Estamos celebrando el 1700 aniversario del
Edicto de Constantino, que puso fin a la persecución religiosa en el
Imperio Romano de Oriente y de Occidente , y abrió nuevos canales
para la difusión del Evangelio. Hoy, como entonces , los cristianos
de Oriente y Occidente deben dar testimonio común para que,
fortalecidos por el Espíritu de Cristo resucitado, difundan el
mensaje de salvación a todo el mundo. Hay también una necesidad
urgente de cooperación efectiva y comprometida entre los cristianos
con el fin de salvaguardar en todas partes el derecho a expresar
públicamente la propia fe y a ser tratados con justicia cuando
promueven la contribución que el cristianismo sigue ofreciendo a la
sociedad y la cultura contemporáneas”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario