Ciudad
del Vaticano, 1 diciembre 2012
(VIS).-Benedicto XVI ha recibido a mediodía en el Aula Pablo VI a
los participantes en la peregrinación del “Mundo del espectáculo
que viaja”, promovido, en el marco del Año de la Fe, por el
Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes,
en colaboración con la diócesis de Roma y con la Fundación
Migrantes de la Conferencia Episcopal Italiana. Estaban presentes
miles de trabajadores de los circos, de las ferias, del teatro de
marionetas, titiriteros y miembros de bandas musicales, de música
mecánica, de grupos folklóricos y de artistas de la calle.
“Lo
que distingue a vuestra gran familia -ha dicho el Papa- es, ante
todo, la capacidad de utilizar el lenguaje particular y específico
de vuestra arte (...) un camino inmediato de comunicación para
entrar en diálogo con grandes y pequeños suscitando sentimientos de
serenidad, de alegría y de concordia”.
“A
partir de estas características y con vuestro estilo, estáis
llamados a testimoniar los valores que forman parte de vuestra
tradición: el amor por la familia y por los niños, la atención a
los discapacitados y a los enfermos, la valorización de los ancianos
y de su patrimonio de experiencias. En vuestro ambiente sigue vivo el
diálogo entre las generaciones, el sentido de la amistad, el placer
del trabajo en equipo. La acogida y la hospitalidad son propias de
vosotros, así como la atención a la hora de responder a los deseos
más auténticos, sobre todo de las generaciones más jóvenes.
Vuestros oficios requieren renuncia y sacrificio, responsabilidad y
perseverancia, valor y generosidad. Son virtudes que la sociedad
actual no siempre aprecia pero que han contribuido a formar enteras
generaciones de vuestra gran familia”.
“Conozco
también -ha proseguido el Santo Padre- los numerosos problemas que
conlleva vuestra condición itinerante, como la instrucción de los
hijos, la búsqueda de lugares adecuados para los espectáculos y su
autorización y los permisos de residencia para los extranjeros. Al
mismo tiempo que espero que las administraciones públicas,
reconociendo la función social y cultural del espectáculo
itinerante, se comprometan a tutelar a vuestra categoría, os animo,
a vosotros y a la sociedad civil, a superar cualquier prejuicio y a
buscar siempre una buena integración en las realidades locales”.
“La
Iglesia se alegra por el empeño que demostráis y aprecia la
fidelidad a las tradiciones de las que os sentís orgullosos. Ella
misma, que es peregrina como vosotros en este mundo, os invita a
participar en su misión divina a través de vuestro trabajo
cotidiano. (...)Aunque la vida itinerante os impida formar parte
establemente de una comunidad parroquial y no facilite la
participación regular en la catequesis y en el culto divino, también
en vuestro mundo es necesaria una nueva evangelización. Espero que
encontréis, en las comunidades en las que os detenéis, personas
acogedoras y disponibles, capaces de salir al encuentro de vuestras
necesidades espirituales. No olvidéis, sin embargo, que la familia
es el primer camino para la transmisión de la fe, la pequeña
Iglesia doméstica llamada a dar a conocer a Jesús y a su Evangelio
y a educar según la ley de Dios, para que todos lleguen a la plena
madurez humana y cristiana”.
“Os
aseguro la cercanía de la Iglesia que comparte vuestro camino y os
confío, a todos, a la Santa Virgen María, la “estrella del
camino”, que con su presencia maternal nos acompaña en todos los
instantes de la vida”, ha concluido Benedicto XVI.
No hay comentarios:
Publicar un comentario