Ciudad
del Vaticano, 9 de septiembre 2012 (VIS).-”Diez plazas para diez
mandamientos” es el título de la iniciativa promovida por el
movimiento Renovación en el Espíritu Santo”, inaugurada ayer
tarde en la romana Piazza del Popolo. Se trata de una serie de
encuentros de evangelización que tendrán lugar a lo largo del año
en diversas ciudades italianas. Con ese motivo el Papa envío a los
participantes en la iniciativa un vídeo mensaje, proyectado en las
pantallas gigantes de Piazza del Popolo.
“¿Qué
sentido -se pregunta el Santo Padre- tienen estas Diez Palabras, en
el contexto cultural de hoy en el que el secularismo y el
relativismo pueden llegar a ser los criterios de cada elección y en
nuestra sociedad que parece vivir como si Dios no existiera? Nosotros
respondemos que Dios nos dio los mandamientos para educarnos a la
verdadera libertad y al verdadero amor, para que podamos ser
verdaderamente felices. Son un signo del amor de Dios Padre; de su
deseo de enseñarnos el correcto discernimiento entre el bien y del
mal, entre lo verdadero y lo falso, entre lo justo y lo injusto. Son
comprensibles para todos y, precisamente, porque fijan los valores
fundamentales en normas y reglas concretas, cuando el ser humano las
pone en práctica puede recorrer la senda de la verdadera libertad
(...) que conduce a la vida y a felicidad”.
“Por
el contrario, cuando en su existencia, el ser humano ignora los
mandamientos, no sólo se aleja de Dios y abandona la alianza con El:
también se aleja de la vida y de la felicidad duradera. El hombre
abandonado a sí mismo, indiferente a Dios, orgulloso de su autonomía
absoluta, acaba por seguir a los ídolos del egoísmo, del poder, de
la dominación, contaminando la relación consigo mismo y con los
demás y recorriendo, no senderos de vida, sino de muerte. Las
tristes experiencias de la historia, especialmente del siglo pasado,
son una advertencia a toda la humanidad (...) Jesús lleva a su
plenitud el camino de los mandamientos con su Cruz y Resurrección;
lleva a la superación radical del egoísmo, del pecado y la muerte,
con el don de sí mismo por amor. Sólo la acogida del infinito amor
de Dios, la confianza en Él, el seguir el camino que ha trazado, dan
un significado profundo a la vida y abren un futuro de esperanza”,
concluye el vídeo mensaje
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