Ciudad
del Vaticano, 9 de septiembre 2012 (VIS).-Después de rezar el
ángelus, el Papa habló, en francés y en árabe, de su inminente
viaje apostólico a Líbano donde firmará la Exhortación
Apostólica post-sinodal de la asamblea especial para Oriente Medio
del Sínodo de los Obispos que se desarrolló en el Vaticano en 2010.
“Tendré
la feliz oportunidad -dijo- de encontrar al pueblo libanés y a sus
autoridades, así como a los cristianos de este amado país y a los
procedentes de las naciones vecinas. No ignoro la situación, a
menudo dramática, que viven las poblaciones de esta región,
atormentada, desde hace demasiado tiempo, por incesantes conflictos.
Comprendo la angustia de los muchos habitantes de Oriente Medio,
atribulados diariamente por sufrimientos de todo tipo que afectan,
triste y a veces mortalmente, a su vida personal y familiar. Pienso
con preocupación en aquellos que, buscando un espacio de paz,
abandonan su vida familiar y profesional y experimentan la
precariedad de los exiliados. Aunque parezca difícil hallar
soluciones para los diversos problemas que atañen a esa región, no
nos podemos resignar a la violencia y a la exasperación de las
tensiones. El compromiso por el diálogo y la reconciliación debe
ser prioritario para todas las partes involucradas y tiene que
sostenerlo la comunidad internacional, cada vez más consciente de la
importancia para todo el mundo de una paz estable y duradera en la
entera región. Mi viaje apostólico a Líbano y, por extensión a
Oriente Medio en conjunto, se coloca bajo el signo de la paz, en
referencia a las palabras de Cristo 'Mi paz os doy'. ¡Dios bendiga a
Líbano y a Oriente Medio!”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario