CIUDAD DEL VATICANO, 10 FEB 2007 (VIS).-El Santo Padre recibió hoy a los miembros de la Confederación Nacional Misericordias de Italia, que actualmente congrega a 700 confraternidades, presentes en todo el territorio nacional, acompañados por numerosos grupos de donantes de sangre denominados "Fratres".
El Papa recordó que los más de 100.000 voluntarios de esta institución, "la forma más antigua de voluntariado", están "comprometidos permanentemente en el ámbito socio-sanitario". "Con vuestra presencia y vuestra acción -aseguró- contribuís a difundir el Evangelio del amor de Dios por todos los hombres".
"¡Qué necesario es que también hoy, es más, especialmente en esta época marcada por tantos desafíos humanos y espirituales, los cristianos proclamen con las obras el amor misericordioso de Dios! (...) Hay tantas personas que no acogen fácilmente a Cristo y sus exigentes enseñanzas, pero que sin embargo son sensibles al testimonio de quienes comunican su mensaje mediante el testimonio concreto de la caridad. El amor es un lenguaje que llega directo al corazón y lo abre a la confianza".
"Vuestra asociación -añadió- constituye un típico ejemplo de la importancia que tiene conservar las propias "raíces cristianas" en Italia y en Europa. Hoy en día las Misericordias no son una agregación eclesial, pero sus raíces históricas siguen siendo indudablemente cristianas. Lo dice su mismo nombre, "Misericordias", y lo manifiesta el hecho de que la iniciativa de un santo se encuentra en vuestros orígenes. Para que las raíces sigan dando frutos deben conservarse vivas y sólidas".
El Papa observó que por ese motivo la asociación proponía a sus miembros "períodos de formación para ahondar cada vez más en los motivos humanos y cristianos de esa actividad". "Efectivamente -agregó-, el peligro es que el voluntariado pueda reducirse a un simple activismo. Si en cambio la carga espiritual sigue siendo vital, se puede comunicar a los demás mucho más que las cosas necesarias materialmente: se puede ofrecer al prójimo en dificultad la mirada de amor que necesita".
Por último, Benedicto XVI elogió la "importante función educativa" de las Misericordias que "contribuye a mantener viva la sensibilidad sobre los valores más nobles, como la fraternidad y la ayuda desinteresada a los que se encuentran en dificultad", y subrayó que especialmente para los jóvenes el voluntariado podía ser "una escuela de vida, que les ayude a dar a su existencia un sentido y un valor más elevado y fecundo".
El Papa terminó recordando que mañana, 11 de febrero, se celebra la XV Jornada Mundial del Enfermo, dedicada esta vez a los enfermos incurables, y pidió a María, "Madre de la Misericordia", que velase sobre cada confraternidad. ¡Que os ayude -dijo- a cumplir con amor auténtico vuestra misión, contribuyendo así a difundir en el mundo el amor de Dios, fuente de vida para todo ser humano".
AC/VOLUNTARIADO/MISERICORDIAS VIS 20070212 (470)
El Papa recordó que los más de 100.000 voluntarios de esta institución, "la forma más antigua de voluntariado", están "comprometidos permanentemente en el ámbito socio-sanitario". "Con vuestra presencia y vuestra acción -aseguró- contribuís a difundir el Evangelio del amor de Dios por todos los hombres".
"¡Qué necesario es que también hoy, es más, especialmente en esta época marcada por tantos desafíos humanos y espirituales, los cristianos proclamen con las obras el amor misericordioso de Dios! (...) Hay tantas personas que no acogen fácilmente a Cristo y sus exigentes enseñanzas, pero que sin embargo son sensibles al testimonio de quienes comunican su mensaje mediante el testimonio concreto de la caridad. El amor es un lenguaje que llega directo al corazón y lo abre a la confianza".
"Vuestra asociación -añadió- constituye un típico ejemplo de la importancia que tiene conservar las propias "raíces cristianas" en Italia y en Europa. Hoy en día las Misericordias no son una agregación eclesial, pero sus raíces históricas siguen siendo indudablemente cristianas. Lo dice su mismo nombre, "Misericordias", y lo manifiesta el hecho de que la iniciativa de un santo se encuentra en vuestros orígenes. Para que las raíces sigan dando frutos deben conservarse vivas y sólidas".
El Papa observó que por ese motivo la asociación proponía a sus miembros "períodos de formación para ahondar cada vez más en los motivos humanos y cristianos de esa actividad". "Efectivamente -agregó-, el peligro es que el voluntariado pueda reducirse a un simple activismo. Si en cambio la carga espiritual sigue siendo vital, se puede comunicar a los demás mucho más que las cosas necesarias materialmente: se puede ofrecer al prójimo en dificultad la mirada de amor que necesita".
Por último, Benedicto XVI elogió la "importante función educativa" de las Misericordias que "contribuye a mantener viva la sensibilidad sobre los valores más nobles, como la fraternidad y la ayuda desinteresada a los que se encuentran en dificultad", y subrayó que especialmente para los jóvenes el voluntariado podía ser "una escuela de vida, que les ayude a dar a su existencia un sentido y un valor más elevado y fecundo".
El Papa terminó recordando que mañana, 11 de febrero, se celebra la XV Jornada Mundial del Enfermo, dedicada esta vez a los enfermos incurables, y pidió a María, "Madre de la Misericordia", que velase sobre cada confraternidad. ¡Que os ayude -dijo- a cumplir con amor auténtico vuestra misión, contribuyendo así a difundir en el mundo el amor de Dios, fuente de vida para todo ser humano".
AC/VOLUNTARIADO/MISERICORDIAS VIS 20070212 (470)
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